#Elysian
-Bien, eso es una expresión más o menos ... Humana.
En donde Spencer Reid se encuentra en una extraña batalla de sarcasmo en la cual no sabe cómo entro.
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La reunión había concluido y mientras los miembros de la UAC dispersaban los materiales del caso, Mía observaba con curiosidad a su al rededor, percibiendo la dinámica que tenía el equipo.
Por instinto, se apoyó contra una de las mesas mientras cruzaba los brazos, evaluando a cada uno en silencio, mientras ellos también le lanzaban miradas de análisis en cubierto, aunque en un lugar lleno de perfiladores no le sorprendía.
Rossi fue el primero que se le acercó, su andar fue pausado, casi arrastrando sus pasos.
— ¿Qué te parece nuestro pequeño circo hasta ahora?— preguntó, apoyándose casi junto a la castaña.
Mía se encogió de hombros mientras le daba una sonrisa.
—Interesante, aunque es algo pronto para saber si son actores o espectadores.
—Eso depende de la temporada diría yo— Respondió Rossi con una pequeña carcajada— En ocasiones somos el espectáculo, y otras, estamos simplemente como para ver cómo se desmorona todo.
—Eso sería aún más interesante.
—Bellucci — El apellido de la castaña quedó en el aire, mientras el agente la observaba — Eres italiana ¿verdad?
—¿Cómo lo descubriste?— le preguntó volteando a verlo— quiero creer que es mi brillante personalidad y no solo mi apellido.
—Un poco de ambos quizás— Se encogió de hombros mientras la volteó a ver.
La castaña asintió, por la forma en la que hablaba él parecía ser una persona estable, alguien con experiencia que había visto todas las caras del trabajo y aún así lograba mantenerse estable.
Si. Lo estaba psicoanalizando, quizás sería una falta de respeto, pero después de todo iban a trabajar juntos, e incluso le sorprendería el hecho de que los otros miembros del equipo no lo hicieran ya.
Aún así, en cierto modo Rossi le recordaba a algunos de sus colegas, todos los que se mantenían estables es porque encontraban un mecanismo de defensa contra muchas cosas.
A unos metros más lejanos, Morgan y Reid también la observaban, e incluso había visto como el moreno le daba un ligero codazo al genio, que parecía simplemente ignorarlo.
Penelope García por otro lado, había aparecido hasta acercarse a la castaña con una brillante sonrisa en sus labios.
—Bueno Bellucci— le había dicho cuando llegó a ocupar el otro lado de la castaña— Tienes que contarnos un poco de ti, esto es casi como un bautizo para el nuevo integrante.
—¿Bautizo?—pregunto la joven con ligereza— Ese es un completo alivio, por un segundo pensé que sería algún tipo de prueba de fuego, ya sabes cómo cruzar una trinchero o algo así.
