#Elysian
-Bien, eso es una expresión más o menos ... Humana.
En donde Spencer Reid se encuentra en una extraña batalla de sarcasmo en la cual no sabe cómo entro.
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Dos semanas habían pasado desde aquel incidente con Jim, y aunque el equipo seguía trabajando en el caso del acosador, la guapa italiana finalmente tuvo un día libre, una pausa en medio del caos.
Y realmente lo agradecía, aún cuando en ocasiones se tensaba al momento de escuchar como llamaban a su teléfono.
No lo habían atrapado de momento, pero pronto lo harían, de eso estaban más que seguros, pero de momento, tenía que retomar su vida y hacerla suya.
Spencer, sabiendo cuánto lo necesitaba realmente, se propuso aprovechar el tiempo para estar juntos, sin amenazas, sin miedo. Solo ellos dos.
El aroma a café fresco y el suave murmullo de conversaciones llenaban el pequeño local. Spencer había elegido el lugar porque sabía que ella adoraba los sitios con aquel encanto vintage.
Las paredes estaban decoradas con fotografías antiguas, estanterías repletas de libros y pequeñas plantas que colgaban del techo.
—Esto es perfecto, Dolcezza —comentó ella, dejándose caer en una silla junto a la ventana, su vista recorrio el lugar maravillandose de los pequeños detalles que tenia el recinto.
Spencer sonrio, ligeramente maravillado por la reaccion de la castaña, que si era complretamente honesto habia estado esperando.
—Pensé que un poco de tranquilidad te haría bien— fue lo que le dijo, decidiendo finalmente que era lo que queria beber aquel dia — Además, me pareció que el nombre del lugar, Capítulo Uno, tenía un significado especial para nosotros.
—¿Capítulo Uno porque somos unos nerds con problemas románticos? —respondió con una suave sonrisa sarcastica en sus labios, aunque sus ojos solo se veian cargados de aquel afecto incondicional que sentia.
—Capítulo Uno porque es el inicio de algo bueno —respondió Spencer con una mirada segura, que hizo que ella bajara la vista por un instante, sintiendo cómo el calor subía a sus mejillas— Y la verdad no creo que tu seas alguien a la que podria catalogar como nerd.
El camarero llegó con sus pedidos, unos momentos despues de haberlos ordenado: un capuchino para ella y un caramel macciato para él, despues de probarlo solo una vez, habia dejado aquel sabor dulce en su boca que no desagrado.
Acompañado de una torre de croissants recién horneados. Mientras comían, la conversación fluyó con facilidad, alternando entre chistes ligeros y discusiones más profundas sobre libros, arte y algunas anecdotas del trabajo.
Solo por un momento o mas bien, se tomo el momento de observarlo. De sentir como su corazon se deslizaba hacia la calidez que Spencer le demostraba, sus dedos juguetearon con el asa de su taza, mientras su corazon se sobresaltaba con ligereza.
