𝐄𝐥𝐲𝐬𝐢𝐚𝐧 - 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫 𝐑𝐞𝐢𝐝.

[\]CINCO

C I N C O
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La llamada de última hora confirmó lo que el equipo había temido; otra víctima había aparecido. Está vez, en una ciudad a tres horas de distancia. El reloj marcaba las seis de la mañana cuando Hotch reunió al equipo en la sala de conferencias para anunciar la noticia.

—Hemos encontrado a otra víctima— Fue lo que dijo manteniendo una expresión seria en su rostro— Iremos al lugar de inmediato, tienen diez minutos para alistarse.

El equipo abandonó la sala de conferencias casi de inmediato, y casi de forma apresurada se vieron abordando el vuelo del jet que poseía el FBI.

Durante el trayecto Mía abrió su laptop, navegó entre las carpetas analizando los datos que había recopilado, patrones de conducta que había descubierto y patrones psicomotores, a demás de muy a su pesar abriendo un expediente para una nueva víctima.

Al momento de aterrizar el equipo fue recibido por la policía local, quienes los guiaron hasta el lugar donde habían encontrado a la última víctima.

Era una vieja fábrica abandonada en las afueras de la ciudad. La escena se encontraba acordonada, e incluso el aire se sentía pesado, como si el edificio mismo fuera consciente de los horrores que habían ocurrido en su interior.

Mía bajo de la camioneta, observando el edificio con ojos calculadores, sabía que estos lugares de algún modo eran predilectos para ocultar actos terribles, oscuros, apartados y difíciles de rastrear.

Mientras el equipo se preparaba para ingresar, la joven se ajustaba su chaleco antibalas reuniéndose con el resto del equipo.

—Bueno, esto se ve de lo más acogedor— murmuró, echando un vistazo a las paredes cubiertas de grafitis y polvo que se acumulaban en el suelo.

—Relájate princesa — Morgan le dio una suave palmada en el hombro animándola— Mantente alerta y no actúes como si te fueras a poner en peligro.

—Entendido— asintió ligeramente cruzando sus brazos sobre su pecho— Dejar el traje de mujer maravilla entonces fue una maravillosa idea.

Entraron entonces al edificio, la fábrica se encontraba vacía y en silencio, excepto por el eco de sus pasos y el crujido de los materiales viejos los cuales parecían a punto de colapsar. La policía había asegurado la escena, pero solo habían dado un vistazo rápido para asegurarse de que nadie estuviera en el área.

Caminaron aún más dentro del edificio, en donde pronto se encontrarían con un oscuro pasillo. La sensación de opresión aumentaba con cada paso, como si estuvieran caminando directamente hacia el corazón de una pesadilla.

—Reid,Bellucci, revisen la habitación de la derecha—Ordenó Hotch señalando una puerta a mitad del pasillo— Morgan y yo iremos por la izquierda, manténganse alerta.