[\] TREINTA Y CINCO

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T R E I N T A Y C I N C O
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Despues de la tormenta siempre viene la calma, o eso es lo que realmente se dice, pero ¿Como le llamas a los dias disfrazados de calma en plena tormenta?

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Despues de la tormenta siempre viene la calma, o eso es lo que realmente se dice, pero ¿Como le llamas a los dias disfrazados de calma en plena tormenta?

Esos eran los dias que vivia actualmente la psicologa de la UAC, tras una semana sin noticias de su amigo el acosador, Mía Belucci pudo tener un respiro, o al menos los intento tener.

Retomar su rutina no deberia de ser complicado, los primeros dias estaba completamente tensa, continuaba observando a los lugares, observaba las esquinas, esos dias fueron muy complicados. Ahora al menos podia tener un respiro aunque fuera imaginario.

Caminaba con el torso descubierto por su apartamento aquel dia habia decidido usar una falda tableada, junto a unas medias negras en compañia de unas botas de media pierna. Estaba a medio buscar una blusa cuando el citofono de su apartamento sono.

Lo ignoro la primera vez, ya que visitas no esperaba, y con la situacion en la que se encontraba no necesitaba que alguien añadiera mas tension  su vida, pero el aparato no dejaba de sonar.

—¿Hola, Bob?— Saludo la castaña cuando presiono el boton del citofono.

—Hola, señorita Belucci— La amable voz del adulto sono por el aparato— lamento molestarla tan temprano, pero hay un joven aqui en recepcion, dice que es su colega.

—¿Si?— pregunto, frunciendo ligeramente su ceño—¿Quien es?

—Si, un segundo— el silencio la mantuvo en alerta al menos unos segundos — Dice que es el Dr. Spencer Reid pero que usted lo conoce como ¿Como era? ¿Dolcezza? algo asi ¿Le dejo pasar?

Se palmeo mentalmente ante el rubor que tiño sus mejillas, dejo salir el aire que se atasco en sus pulmones para luego asentir sin que Bob lograse verlo.

—Puede pasar Bob, muchas gracias.

La breve despedida ocurrio, y practicamente volo  su habitacion, por la simple razon de que seria demasiado indecente recibir a Spencer Reid en brasier, tenian algo. Si, pero esto seria quizas incomodar demasiado al doctor.

Tras un par de minutos y con una blusa  cuadros calidos  sobre ella, logro abrir la puerta en cuanto el timbre sono.

Abrio la puerta y ahi se encontraba.

— Ahora ¿Le dejas saber al mundo que te llamo Dolcezza?—Pregunto con una divertida sonrisa, mientras abria un poco mas la puerta para que ingresara.

—Buenos dias— Le saludo con una sonrisa suave en sus labios— Pensaba que necesitabas algo para estar segura de que era yo.

¿Y ahora que respondia? cuando el genio frente a ella solo queria que se sintiera segura, en momentos como aquel solo confirmaba que le gustaba mucho Spencer Reid.

𝐄𝐥𝐲𝐬𝐢𝐚𝐧 - 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫 𝐑𝐞𝐢𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora