𝐄𝐥𝐲𝐬𝐢𝐚𝐧 - 𝐒𝐩𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫 𝐑𝐞𝐢𝐝.

[\] VEINTIUNO.

V E I N T I U N O
[•••]

El café era casi una religión para la castaña, u aunque ahora prácticamente aparecía uno diario sobre su escritorio, aún quería ir a una cafetería por uno antes de llegar a la unidad al menos.

Aquella mañana la cafetería estaba especialmente concurrida, pero la castaña no tenía prisa, había aprendido a saborear aquellos momentos de calma antes de que el mundo criminal la arrastrara a sus abismos.

Mientras esperaba su orden revisaba el último artículo sobre psicología criminal que había publicado.

—Latte doble para Mía—Anunció la barista sacándola de su trance.

—Gracias— Respondió la joven con una sonrisa, tomando su bebida y saliendo al aire fresco de la mañana.

Justo cuando cruzó la puerta su teléfono sonó, era JJ.

—Hola,JJ— respondió la psicóloga, sujetando el teléfono entre su oreja y su hombro, mientras se ajustaba el abrigo.

—Mía, lamento el interrumpir tu mañana, pero necesitamos que vengas a la oficina— su tono de voz sonaba urgente pero no llegando al punto de alarmante.

La castaña dejó escapar un suspiro suave, no tanto por la llamada en sí, si no porque sabía que su perfecto café se enfriaría antes de que pudiese disfrutarlo.

—Entiendo, estaré allí en veinte minutos— respondió antes de colgar.

Con el café en la mano y el teléfono en la otra, la castaña se encontró de camino a su coche, con su mente ya dando vueltas en que era lo que podría ser tan urgente que no le dejó espacio para el café.

[•••]

Para cuando llegó a las oficinas el equipo estaba ya reunido, en cuanto entró a la sala de reuniones fue saludada uno a uno, saludó que regresó.

—Buenos días Belucci— saludo con tono profesional.

—Eso realmente está por verse doctor Reid— respondió la castaña mientras alejaba el café por completo frío que no había podido disfrutar — espero que esto sea algo bueno, abandone un excelente latte.

Spencer sonrió apenas de forma imperceptible mientras acercaba aquel tan típico café en dirección de la castaña.

Ah, casi lo olvidaba. Había estado molesta por lo de su café, que no recordaba justo en aquel momento que un café siempre le esperaba en la oficina.

Lo recibió dedicándole una pequeña sonrisa de agradecimiento.

—JJ nos llamó. Porque encontraron algo que tal parece no encajar con el perfil que habíamos desarrollado, quieren que revisemos el lugar— explicó mientras ofrecía el archivo que mantenía en sus manos.

La joven tomó el archivo entre sus manos para comenzar a ojearlo, sus ojos se movieron con velocidad de una página otra.

—Parece que nuestro amigo artista del crimen volvió a aparecer — Comentó la castaña, notando los ya familiares patrones en una de las paredes que estaba en la fotografía.

—Eso es lo que pensé también— Añadió Spencer y su mirada se iluminó al ver como también había captado la misma peculiaridad— Pero hay algo más que necesitas ver en persona, todo es...meticulosamente simbólico.

Ambos entonces salieron de la oficina y se dirigieron juntos en una de las suv de la agencia a la escena del crimen.

El trayecto fue sorprendentemente cómodo, una clara señal que la incomodidad entre ambos, no existía, eso de alguna forma alegraba a la pareja de colegas.

—Bueno ¿ cuál es tu apuesta? — preguntó la castaña mientras le daba un sorbo a su ahora  tibio café — piensas que nuestro amigo ahora piensa en él como un Dios o ¿solo tiene mucho tiempo libre?

—Es un poco de ambos — respondió mientras analizaba los hechos en su mente — Pero siempre llegamos a la parte en que no es un narcisista. Sabemos que hay algo más profundo, eso es lo que probablemente estamos pasando por alto.

Para cuando llegaron a la escena el lugar estaba acordonado, y los agentes locales estaban haciendo un esfuerzo por no contaminar la evidencia.

La psicóloga se colocó los guantes y la mascarilla al igual que el doctor, ambos listos para enfrentarse a lo que estaba por venir, el castaño la guió hacia la sala principal, donde los patrones que habían visto en las fotografías cubrían las paredes.

—Lo que llamó mi atención fue esto— dijo el genio, señalando una serie de símbolos que estaban dibujados en en un rincón menos visible de la habitación— No encajan, con el resto de los patrones más obvios que el asesino dejó. Es casi como... si quisiera ocultarlos, pero al mismo tiempo asegurarse de que alguien  como nosotros lo encontrara.

La joven se acercó. Agachándose para observar de cerca los patrones, algo en su mente conectó de inmediato intentando encontrar una conexión con lo que antes había ocurrido.

—Esto... parece un lenguaje simbólico arcaico, pero tiene influencias modernas. No es común, ver esta mezcla en un solo autor— comentó, más para sí misma que para el doctor.

— Exactamente, por eso pensaba que podrías darle otro sentido a esto— respondió observándola suavemente.

—Bien, entonces ¿Te gustaría ayudarme a resolver el mensaje oculto de nuestro ignoto favorito doctor Reid? — Le preguntó con una pequeña sonrisa.

Spencer sonrió en respuesta. Ambos se acercaron a los trazos dibujados, tomaron nuevas fotografías e incluso encontraron nuevos símbolos.

Aquella tarde comprendieron que a demás de llevarse bastante bien fuera de horario laboral. También eran un muy buen complemento en el trabajo. Aunque ciertamente, aquello había quedado claro desde el primer momento en que trabajaron juntos.

Nota al final del capítulo.

Se vienen cosas ¿Alguna idea? Hay una pista en los apartados de primera y segunda parte.