Capítulo 33

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Nina visitó Paris como parte de su tour por Europa, tomo chocolate caliente y comió un montón de pan, disfruto de museos y paseos por metro, sin embargo, ahora, estando adolorida y sumamente confundida en la misma ciudad... bueno, no son precisamente unas vacaciones.

— ¿Qué quieren de mi Ned? — pregunto Nina a su "amigo", si es que se le puede considerar eso.

Las manos de Nina estaban atadas a su espalda, en eso Ned no pudo hacer nada para evitarlo, a pesar de haberla sacado del calabozo donde estaba y conseguirle ropa un poco más decente que un pijama manchado de sangre.

Ned no se inmuto ante el tono de muerte de la rubia, dio otro mordisco a la manzana sostenida en su manos izquierda, tomándose su tiempo para responder.

—Hacer una elección siempre cuesta. — le respondió Ned, dirigiéndole una intensa mirada desde el buro donde estaba sentado. — No importa si es buena o mala.

— ¿Estas intentando decirme que esto es algo así como una película de SAW?

—No, estoy intentando decirte que tienes que elegir bien.

Nina lo observo incrédula desde su lugar. La cama era incomoda, pero definitivamente mejor que un calabozo; la herida aun le escocía y las cuerdas en sus muñecas le lastimaban, sin embargo no dejaría de luchar.

— ¿Tienes hambre? — le pregunto cambiando drásticamente de tema.

—No. — respondió justo en el momento en que su estomago gruñía, no había probado bocado desde quien sabe cuantos días.

—Te traeré algo, no vayas a huir. — le advirtió antes de desaparecer tras la puerta.

—Por supuesto que te hare caso Ned. — dijo Nina en voz alta rodando los ojos y evidente sarcasmo.

Se paró de la cama con dificultad para ir hacia la puerta, con algo de suerte esta estaría abierta. Se puso de espaldas para tratar de abrirla, cedió al quinto intento, agradeció a Ned en silencio por ser tan confiado.

Los pasillos por les que corría estaban levemente iluminados, apenas podía ver donde pisaba y tenía hambre, pero eso queda de lado cuando tratas de salvar tu vida. Nina sabía que si la tenían ahí no era precisamente por un intercambio estudiantil, algo querían de ella y haría hasta lo último para que no lo consiguieran.

Pareciera que las sogas fueran mágicas, porque por más que trataba de soltarse no lograba zafarse. Ojala vinieran a salvarla pronto, porque las cosas no serian nada bonitas, como odia tener esos presentimientos, cuando las cosas están mal siempre pueden ser peores.


—Bien, el portal está hecho. — dijo Valerie con una sonrisa. — Solo hay que atravesarlo y ¡voila! Directo a la ciudad del amor. — esto último lo dijo con un perfecto acento francés.

—Bonito lugar para un secuestro. — comento Simon en tono jocoso. — Quizás podamos hacer un paseo romántico antes de buscarla.

Clary miro a su mejor amigo con una ceja enarcada, eran las tres de la tarde y todos vestían de negro. Vanessa fue a buscarlos y les conto lo de Sebastian, ese era otro asunto por resolver que dejarían para cuando regresaran... si es que regresaban, no pudieron negarle a la joven cazadora acompañarles, después de todo era mayor de edad.

Jem y Tessa también los acompañaban. Algunos lobos de la manada de Luke se ofrecieron para la misión casi suicida a la que irían. Iban armados hasta los dientes, inclusive Simon, a pesar de que su mejor arma es el mismo.

El jardín en la casa de los Sawyer funciono a la perfección para abrir el portal. Tuvieron que convencer a la familia de Nina para que se quedaran, aun así Luke y Jocelyn, junto con el pequeño Will se quedarían por si acaso.

—Bien, es hora de partir. — anuncio Magnus, su traje negro iba cubierto de purpurina dorada y morada, al igual que su cabello. — No tenemos todo el día.

— ¡Mami! — el pequeño Will se soltó de los brazos de su abuela. — ¡No te vayas!

—Ven acá. — Clary lo tomo en brazos y beso la coronilla de su hijo. — Regresaremos, cielo. Papi jugara a las espaditas y tío Simon te enseñara a tocar la guitarra.

—No recuerdo haberme ofrecido para eso. — dijo Simon a nadie en especial. Izzy le dirigió una mirada de "mejor cállate".

Jace tomo en brazos a su hijo, beso su frente y le dio un largo abrazo.

—Cuando regresemos iremos a Disneyland. — le prometió, Will había visto los comerciales del pato Donald y Mickey Mouse.

—Dos quiedo. — dijo bajito.

Jocelyn tenía lagrimas en los ojos cuando recupero a su nieto, incluso la madre de Nina tampoco se salvo de conmoverse por tal escena.

—Ya que acabaron con las despedidas, es hora de irnos. — volvió a decir Magnus por segunda vez.

Uno a uno fue atravesando el portal, dando un vistazo a lo que dejaban atrás. Incluso el refunfuñón de Edward se apunto par la misión, con la excusa de hacer más averiguaciones. Valerie fue la última en atravesar el portal, si la pequeña bruja iba vestida con un tuto negro y botas de combate.

— ¡Ian! — el grito de Angela fue lo último que se escucho una vez que se hubo cerrado el portal.

Cazadores de Sombras: Ciudad de Luces (2° parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora