❝𝐒𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫❞

XXXIV

El mundo del automovilismo no podía evitar fijar la mirada en los dos pequeños que, aunque aún jugaban en el paddock, ya llevaban sobre sus hombros un legado monumental. Medios especializados, noticieros y periodistas deportivos comenzaban a hablar de ellos con un entusiasmo que reflejaba no solo el peso de sus apellidos, sino también su evidente pasión por el deporte.

— Patricio Emilian Pérez Verstappen, hijo del tetracampeón Max Verstappen y del campeón Sergio Pérez, ya es considerado por muchos como el próximo gran talento de Red Bull.— comentaba un periodista de Sky Sports F1 durante una transmisión.— Con apenas siete años, no solo ha mostrado habilidades impresionantes en karting, sino también una mentalidad competitiva que parece heredada de su padre Max.

En otra entrevista en La Gazzetta dello Sport, el legendario ex piloto Jean Alesi señalaba:

— Marie Sainz Leclerc es el futuro de Ferrari. No hay duda de que tiene la pasión, la determinación y el talento que se necesitan para triunfar. Con padres como Carlos y Charles, tiene el automovilismo en la sangre.

Las redes sociales también se llenaban de videos y fotos de los pequeños en el paddock. En uno, se veía a Pato y Marie en un tierno momento de "rivalidad", discutiendo sobre cuál era el mejor equipo.

— Ferrari siempre será el mejor.— decía Marie con los brazos cruzados.

Mientras Pato respondía con convicción.

— Eso es porque no has visto lo rápido que será mi Red Bull cuando sea piloto.

— Son como el sol y la luna del paddock.— decía una periodista de Motorsport.com.— Marie y Patricio no solo representan la continuación de dos escuderías legendarias, sino que también aportan un carisma único. Donde ellos están, hay risas, competencia y una energía que inspira a todos.

En una columna de opinión en AutoWeek, el analista deportivo Matt Bishop señalaba.

— Ver a ambos niños en el paddock nos recuerda que el automovilismo es, en esencia, una pasión que se transmite de generación en generación. Estos niños son la esperanza de un futuro brillante, no solo para Ferrari y Red Bull, sino para la Fórmula 1 en su conjunto.

En el programa El Garaje de la F1, los presentadores bromearon diciendo:

— Con lo que hemos visto de ambos niños, quizás tengamos el próximo gran duelo de campeones en unos quince años. Aunque, si somos honestos, ya están creando rivalidad desde ahora.

Ambos niños no eran ajenos a estos comentarios. A veces los adultos les leían algunas de las cosas que los periodistas decían sobre ellos, y aunque les emocionaba, no dejaban de ser niños.

— ¿Crees que cuando seamos pilotos también dirán cosas tan geniales de nosotros?.— le preguntó Pato a Marie una tarde en el paddock.

Marie, con una confianza heredada, respondió:

— No solo dirán cosas geniales, van a decir que somos los mejores.

Mientras tanto, los equipos de Ferrari y Red Bull no podían estar más orgullosos de ellos. Tanto Max como Charles bromeaban sobre cómo la rivalidad ya estaba sembrada en sus hijos, y Sergio y Carlos no podían evitar reír al ver cuánto se parecían esos pequeños a ellos mismos en sus años de juventud. Pero en el fondo, todos sabían que no solo eran un legado; eran dos estrellas en formación, destinadas a iluminar el futuro de la Fórmula 1.

°•☆•°

Era un día soleado en el paddock y la emoción de la temporada estaba en su punto más alto. Marie estaba teniendo una temporada impresionante en la F1 Academy. Sus resultados eran consistentes y muchos expertos coincidían en que la joven monegasca tenía todo lo necesario para ganar el campeonato. Aunque el peso de las expectativas era enorme, Marie lo manejaba con una madurez sorprendente para su edad.