❝𝐒𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫❞

XLV

Marie estaba sentada en el sillón de la sala, acomodada con una almohada bajo su pierna lesionada. Había estado mirando al vacío, su mente una mezcla de pensamientos confusos. Desde que regresaron a casa, sus padres habían evitado a toda costa que se enterara de los detalles del accidente. Sin celular y sin acceso a la televisión, dependía de lo que ellos le decían. Pero la curiosidad estaba ganando la batalla.

Ese día, Charles había salido al supermercado, y Carlos estaba ocupado en el jardín, regando las plantas y cuidando algunas flores que siempre mantenía con esmero. La casa estaba tranquila, y Marie vio su oportunidad. Tomó el control remoto con cuidado, como si fuera un acto prohibido, y encendió la televisión. Navegó entre los canales rápidamente hasta que encontró uno de noticias deportivas.

El titular apareció en la pantalla: "El accidente más impactante de la temporada: El choque de Marie Sainz en el GP de Singapur sigue generando reacciones."

El corazón de Marie latió con fuerza mientras veía las imágenes. Primero, los reporteros comenzaron a hablar.

— Estamos aquí para analizar nuevamente el accidente que marcó el GP de Singapur. La joven piloto Marie Sainz Leclerc, hija de los campeones Charles Leclerc y Carlos Sainz, sufrió uno de los choques más aterradores en la historia reciente de la F1 Academy. Aunque su condición es estable, las imágenes son impactantes.

Entonces apareció el video. Marie vio su monoplaza avanzando en la pista a toda velocidad. Luego, Carla Fiorelli perdió el control tras una curva peligrosa. El monoplaza de Carla giró descontroladamente y chocó con el lado derecho del auto de Marie, que fue lanzado hacia las barreras de seguridad. Su monoplaza dio varias vueltas en el aire antes de detenerse de cabeza contra la barrera.

El impacto fue tan fuerte que Marie sintió un nudo en el estómago al verlo. Sus manos temblaban al sostener el control remoto, y no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a correr por sus mejillas. Ahora podía recordar ese instante: el ruido ensordecedor, la sensación de su auto perdiendo el control, y luego el vacío.

— Las autoridades han confirmado que el accidente fue producto de un error en la maniobra de Fiorelli, pero ambos equipos han descartado cualquier intención maliciosa. Fiorelli quedó visiblemente afectada tras el choque y expresó su pesar públicamente.

Marie apenas escuchó esas palabras. La imagen de su monoplaza destrozado y el caos en la pista eran lo único que ocupaba su mente. No pudo apagar la televisión a tiempo cuando escuchó el sonido de pasos acercándose.

Carlos entró desde el jardín, con las manos ligeramente húmedas y una expresión relajada, hasta que vio a su hija con el control remoto en una mano y las lágrimas corriendo por su rostro. La pantalla todavía mostraba el análisis del accidente, con tomas cercanas de los daños en los autos.

— Marie...— dijo con un tono de sorpresa, pero lleno de preocupación.

Ella bajó la mirada, sintiéndose atrapada.

— Lo siento, papá. Solo... quería entender qué pasó.

Carlos se acercó rápidamente, se arrodilló frente a ella y le tomó las manos, apartando el control remoto.

— Marie, mi niña, no deberías haber visto esto sola. No queríamos que te sintieras así.

— Es que... no recordaba bien, papá. Sabía que había sido grave, pero verlo...— Su voz se quebró mientras intentaba contener un sollozo.

Carlos la abrazó sin decir nada más, permitiéndole llorar contra su hombro. Le acarició el cabello con suavidad, hablándole en voz baja como lo hacía cuando era pequeña.