❝𝐒𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫❞

Final

Marie siempre había disfrutado de la atención y el amor incondicional de sus padres. Como hija única, Carlos y Charles se habían asegurado de criarla con los pies en la tierra, enseñándole valores como la humildad, la generosidad y la empatía. Gracias a ello, Marie había crecido como una persona cálida y amable, un reflejo de la crianza excepcional de sus padres.

Un día, mientras Marie estaba en casa, Carlos y Charles le pidieron que se sentara con ellos en el salón porque tenían algo muy importante que decirle. El tono de seriedad que ambos mostraban era inusual, y Marie no pudo evitar notar el leve nerviosismo en sus expresiones.

— ¿Qué está pasando?.— preguntó con una sonrisa intrigada, observándolos mientras se acomodaba en el sofá.— ¿Por qué tanto misterio? Vamos, díganme ya.

Carlos y Charles intercambiaron una mirada. Charles fue el primero en hablar, aunque su tono mostraba cierta vacilación.

— Marie... Esto es algo que hemos estado considerando desde hace tiempo, y creemos que es el momento adecuado para hacerlo.— comenzó, entrelazando sus manos.— Tu papá y yo... hemos decidido adoptar.

Marie parpadeó sorprendida. La noticia la dejó sin palabras por unos segundos. Miró a ambos con los ojos bien abiertos, procesando lo que acababan de decir. Después de tantos años siendo hija única, la idea de que sus padres quisieran expandir la familia era algo que no esperaba.

Carlos, preocupado por su reacción, añadió rápidamente:

— Marie, sabemos que esto puede parecerte sorpresivo. No queremos que pienses que te amamos menos. Tú eres nuestra luz, siempre lo has sido. Pero sentimos que tenemos tanto amor para dar... Y queremos compartirlo con alguien más.

Marie seguía en silencio, mirándolos con una mezcla de sorpresa y curiosidad. Finalmente, rompió el silencio.

— ¿Puedo preguntar por qué ahora?.— dijo con un tono tranquilo, inclinándose ligeramente hacia ellos.— Digo, cuando era niña les pedí un hermano o hermana y me dijeron que estaban ocupados conmigo. ¿Por qué decidieron esto después de tantos años?

Charles sonrió ligeramente, pero sus ojos reflejaban sinceridad.

— Porque ahora sentimos que tenemos la experiencia y la estabilidad para hacerlo. Cuando eras pequeña, queríamos asegurarnos de darte toda nuestra atención, que tuvieras lo mejor de nosotros. Pero ahora, con el tiempo que ha pasado, sentimos que podemos abrir nuestro hogar y nuestras vidas a más niños.

Marie asintió lentamente, comprendiendo las razones de sus padres. Aunque seguía un poco atónita por la noticia, no podía negar que ellos siempre habían sido excelentes padres, y cualquier niño sería afortunado de unirse a su familia.

— ¿Y qué saben del niño o niña que van a adoptar?.— preguntó, tratando de imaginarse cómo sería tener un hermano o hermana a estas alturas de su vida.

Carlos intercambió una mirada divertida con Charles antes de responder.

— Bueno... no será solo un niño o niña. Son dos. Gemelos.

— ¡¿Qué?!.— exclamó Marie, sorprendida nuevamente. Se echó hacia atrás en el sofá y dejó escapar una risa nerviosa.— ¡Dos hermanos de golpe! Esto sí que no lo vi venir.

Charles sonrió, relajándose al ver que la reacción de Marie no era negativa.

— Son dos pequeños de diez años. Hermanos inseparables. Queremos que los conozcas pronto, pero primero quisimos asegurarnos de que estuvieras de acuerdo con esto. No queremos que te sientas desplazada o incómoda.

Marie negó con la cabeza rápidamente.

— ¿Desplazada? ¡Claro que no! Papás, esto es increíble. Es una sorpresa, sí, pero una buena. Creo que todos los niños merecen una familia que los ame, y sé que ustedes son los mejores padres que alguien podría tener.— Se levantó del sofá y los abrazó a ambos con fuerza.— Si van a traer dos pequeños a la familia, estoy más que lista para ser su hermana mayor.