VIII

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Era un día caluroso en Corea y el ambiente en el circuito de Yeongam estaba cargado de emoción. Marie se encontraba en su monoplaza, mirando al frente, ajustando su guante sobre el volante, respirando profundamente. Sabía que estaba en un punto crucial de su carrera, un punto donde la presión estaba a su alrededor, como una manta pesada, pero ella no iba a dejarse aplastar. Había logrado la P4 en la clasificación, algo que había sido un logro personal que no esperaba en medio de la intensa competencia. No podía creerlo: ¡P4!, justo detrás de las grandes nombres que ya se habían establecido. Ahora todo dependía de la carrera, de cómo controlara los nervios, cómo respondiera a cada curva, a cada adelantamiento, a cada maniobra en los pit stops.

Las prácticas habían sido difíciles, sí. Las reuniones con los ingenieros y los otros pilotos en las sesiones previas la habían dejado callada, observando más que participando. La socialización aún le costaba, siempre había sido así: más reservada, más concentrada en los detalles técnicos. Pero, cuando llegó la clasificación, algo cambió. ¡P4!, en medio de un mar de campeonas y experimentadas pilotos, ella lo había hecho.

En la parrilla de salida, el sol abrasaba el asfalto mientras los motores rugían, llenando el aire con una energía palpable. Marie respiró hondo, colocó su casco, y se aseguró de que su visor estuviera perfectamente ajustado. La vista a través de la visera era nítida, pero no era suficiente para calmar los nervios. Estaba concentrada, lista para todo.

El semáforo se apagó, y las luces se apagaron en secuencia. Un rugido de motores llenó el aire, y la carrera comenzó.

— ¡Vamos, Marie!.— gritó su ingeniero de pista a través de la radio.

El monoplaza de Marie salió con una explosión de velocidad, metiéndose en la primera curva. La carrera comenzó en serio. Las otras pilotos, como era de esperar, no cedieron ni un milímetro. Las curvas de Yeongam se presentaban retadoras, cada una parecía hacerla sudar más que la anterior. Pero lo que más le preocupaba en ese momento era la agresividad de las demás, las maniobras muy cercanas de las pilotos que iban delante de ella.

Marie, tienes a la número tres a tu alcance. Tómate tu tiempo.— le dijo el ingeniero, que ya sabía lo que estaba en juego.

— ¡Lo tengo!.— respondió Marie, apretando el volante con fuerza, la adrenalina corriendo por sus venas.

A medida que pasaban las vueltas, la pista parecía desafiarla cada vez más, pero la joven piloto se mantenía firme. En la vuelta quince, el coche de la líder empezó a mostrar señales de problemas con la presión de neumáticos. ¡Era su oportunidad!

— ¡Puedes hacerlo! ¡Está a tu alcance!— le animó su ingeniero de pista.

Marie mantuvo la calma, sintiendo que su coche respondía a sus órdenes de manera impecable, y se lanzó a adelantar en la recta principal. La líder de la carrera intentó cerrarle el paso, pero Marie estaba lista para aprovechar la oportunidad.

¡Pase a líder! ¡Pase a líder! Estás en el primer lugar, Marie, mantén la calma, tienes esto.—  sonó la radio con voz firme, y una sonrisa se dibujó en el rostro de Marie.

Los últimos giros fueron intensos. Todo el esfuerzo, todo el trabajo que había puesto en la preparación mental y física de cada vuelta se materializó en cada maniobra de adelantamiento. El tráfico de coches de otros equipos, el olor del combustible y el sonido constante de los motores, todo parecía desaparecer, dejándola completamente concentrada. Fue como si estuviera flotando en el aire, su monoplaza y ella se convirtieron en una sola unidad.

— ¡Vamos! ¡Vamos! ¡No te relajes, tienes que seguir presionando!.gritó su ingeniero a través de la radio.

La última vuelta se acercaba, y ella estaba en primer lugar, pero los segundos no se detenían. La presión en su pecho era palpable. Aun así, la mantuvo firme. En el sector final, las otras pilotos intentaron presionarla, pero no lo lograron. Marie cruzó la línea de meta, y por primera vez en su carrera en F1 femenina, el primer lugar fue suyo. La radio estalló en vítores.

❝𝐒𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora