Amando Al Rey © [ L. I. 2 ]

Capítulo 50: Jordan Essex

Tomo su mano que casi se me escapa, la cabeza de Klaus se gira hacia mí con brusquedad y detiene su ansioso andar.

—Klaus...

—Es mi compañera...

—Eso lo veo claramente pero debes calmarte mi general, es una humana —él asiente tomando aire.

Persia camina hacia nosotros agitando su mano con una sonrisa brillante. Su colonia se cuela en mi nariz una vez que queda a unos pasos de nosotros. Puedo sentir a través de mi mano como Klaus se tensa.

Persia nota mi acompañante y parpadea sorprendida.

—Hay rubíes dentro de tus ojos —susurra llena de impresion.

El general gime a mi lado.

¡Dios!

Persia se acerca conmocionada. Klaus no quita sus ojos de ella.

—Son... son muy bonitos —agita sus pestañas.

Intervengo antes de que el híbrido pierda el control.

—Pers, quiero presentarte al general de las tropas de Marcos —mi amiga sonríe aún más grande—. El general Klaus Benedetti.

—Me resulta más agradable solo Klaus, mi diosa imperial —la pelirosa se ríe y cuando creí que nunca lo vería, pasa. El general sonríe con todos sus dientes.

¡Que sonrisa tan bonita!

—Persia Carson —ella extiende su mano, él no pierde tiempo en tomarla—. Pero puedes llamarme diosa, no me molesta.

—Es un placer conocerla.

—Oh, te aseguro que ahora mismo soy yo quien está encantada de conocerte, que ojos tan extraordinarios. Además, todo el mundo habla muy bien de ti. Ya quería conocer ese tal general que Isa ama tanto, empezaba a sentirme celosa.

Ella no deja de parlotear como siempre y tampoco creo que a Klaus le desagrade. Se suelta de mi mano y se acerca por completo a ella, Persia analiza todo su rostro y quizás la acción la toma por sorpresa pero no se aleja.

—Tú cabello es maravilloso ¿es natural? —pregunta y su mirada baja un microsegundo al agarre que sostiene Klaus.

Él toca las puntas de su cabello blanco pero vuelve a ella.

—Me apetecería conocerla más ¿Cree que podamos conversar? ¿Dar un paseo tal vez?  Creo que también me gustaría saber si su cabello es así al natural o si tiene otros colores igual de hermosos.

Persia ríe y asiente llena de esa amabilidad que recuerdo muy bien desde el día que la conocí. Su sonrisa no desaparece y acepta el brazo de Klaus cuando este se lo ofrece.

Él le pregunta algo que no logro escuchar mientras se alejan pero sé que esa pregunta desencadena el espíritu parlanchín que mi amiga lleva dentro. Su risa se alza en la estancia una vez dejan el recinto.

Por la diosa...

Llevo mis manos a mi boca incrédula ¿en serio esto acaba de pasar? ¿Mi mejor amiga es la compañera de Klaus? ¿Una humana para un hombre mitad vampiro?

Que ironía.

Madre mía.

Más bien, puta madre.

Necesito contárselo a alguien, Marcos no está así que mi mejor opción en la lobita. La busco con el corazón a mil, la encuentro entre los brazos de Liam siendo consentida.

Me encamino rápido, ambos me prestan atención una vez llego a su lado.

—Tengo que hablar contigo.