¿Quién no se enamora en navidad? en esta temporada todo sabe bien, hasta los besos a escondidas.
Mont.
👑
La noche había caído demasiado rápido, teniendo en cuenta que no quería que Marcos se fuera aún para Horeb a pesar de que sería solo un viaje de horas. Tal vez, de un día.
Llevaba el traje completamente negro que habíamos escogido para la guerra de pintura. El castillo era un remolino de risas ansiosas y comentarios jocosos de quién ganaría. Era encantador, en medio de tantas preocupaciones, era ligeramente de un dulce encantador.
Por un pequeño segundo que casi no preveo, debo esconderme detrás de la pared que conforma la esquina de uno de los pasillos de la segunda planta.
El soldado camina de un lado a otro con manos temblorosas, por consecuencia, la pequeña rosa que sujeta entre ellas también tiembla. Los pétalos parecen rogarle que se detenga pero él sigue caminando de un lado a otro murmurando cosas que ni siquiera mi loba alcanza a escuchar.
Mi vista vuela a la puerta que está en frente del soldado, la cual mira con mucha ansiedad y nervios.
¿Qué está ocurriendo?
Me arrimo más a la pared.
Pedro por fin se detiene y aprieta aún más fuerte a la pobre flor. Su cara se llena de determinación y cubro mi boca ante la realidad que me golpea.
Pedro camina decidido hacia la puerta, levanta su puño dispuesto a tocar pero una mano veloz, fuerte y llena de henna lo detiene.
Los ojos verdes de Jed lo aniquilan, el pobre Pedro baja su cabeza en un saludo de respeto pero Jeddy no luce contento.
—¿Qué demonios haces aquí? —nunca había escuchado su voz sin emoción.
Pedro se suelta de su agarre y da un paso atrás llevando su mano a su cabeza en un saludo oficial.
—Señor.
Jed mira la puerta de la habitación de Nicolle, la cual se mantiene cerrada. Luego, sin mucha gracia, ve la rosa que Pedro sostiene, la cual se ve muy triste ahora.
—Me gustaría recordarte, soldado, que la chica que duerme tras esas puertas está un poco inalcanzable para nosotros los de oficio humilde. Es una princesa a la que estás a punto de molestar con una simple rosa del jardín cuando toda su vida ha recibido ramos de gardenias.
Pedro baja la mirada a la flor. Siento su decepción desde donde me encuentro, pero el fuego amarillo que desprende Jed es incluso una cinta de advertencia para Itzae. Y eso que Itzae no le teme a nada.
—Señor... yo...
—Espero, de forma bastante sabia, que desistas de esto lo más pronto posible —estira su mano moviendo sus dedos con afán, Pedro le entrega la flor no sin antes pensárselo por algunos segundos—. Hay mucha gente importante hoy en el castillo para que estes perdiendo el tiempo aquí, necesito que no quites tus ojos del duque. Es un invitado demasiado especial para nuestra futura reina.
Pedro asiente desanimado pero se va de inmediato. Una vez que Jed cree que ha quedado solo, sus hombros caen en compañía de una fuerte exhalación. El fuego amarillo se apacigua y la rosa se convierte en el centro de toda su atención.
De imprevisto, y casi lo es para mí también, la puerta se abre y una hermosa princesa se asoma.
Los labios de Nicolle se entreabren al ver la figura imponente frente a su puerta. Su fuego naranja se torna completamente azul y vuela más que feliz hacia Jed, transformado su amarillo pintoresco en un azul marino vivaz.
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Amando Al Rey © [ L. I. 2 ]
WerewolfIsabella odia el lazo de Mates. Cree que por esa tontería perdió al amor de su vida. Nicolas Ross. Ha estado enamorada de él desde que tiene memoria y guardaba la esperanza de que todo aquello que sentía con tanta intensidad, fuera por que él sería...