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81. Absorber la Esencia del Pez

Li Yu permitió que Wang Xi lo acompañara con algunos guardias. Caminó por un
pequeño camino en Desembarco del Arce. Recién habiendo vivido la batalla con los
bandidos, los civiles del pueblo deberían estar muy cansados. Pero cuando Li Yu vio a la gente al costado de la carretera, todos estaban extremadamente enérgicos y
conversando con entusiasmo.

"Joven Maestro, esto se debe a que nuestro príncipe logró ganar. ¡Les dio una fe y
una confianza extremas! " Wang Xi hizo todo lo posible por alabar a su maestro.

Esta fue la primera batalla entre el Príncipe Jing y los bandidos. También fue la
primera batalla que experimentó Desembarco del Arce en los últimos años donde ganaron contra los bandidos. Los civiles recibieron un gran impulso moral y sintieron que los bandidos no eran realmente invencibles como se imaginaban. Además, sintieron que el Emperador distante en realidad no abandonó este pedazo de tierra a los lobos.

Sobre todo, el Wangye mudo que vino de la Ciudad Imperial, el Príncipe Jing, trajo
gente para repeler personalmente el ataque de los bandidos. Varios civiles vieron las tácticas del Príncipe Jing con sus propios ojos y las describieron vívidamente para todos los demás. Cuando los bandidos eran atraídos a la ciudad, los guardias que
seguían al Wangye siempre aparecían de la nada desde lugares que los bandidos
nunca hubieran imaginado para asestar golpes de castigo. El propio Príncipe Jing
también parecía poseído por el Dios de la Guerra y él mismo decapitó a tres bandidos
mientras estaba a caballo. Debido a esto, la impresionante reputación del Príncipe
Jing comenzó a extenderse.

Aparentemente, antes de que el Príncipe Jing llegara a la Frontera Occidental, los
civiles ya se enteraron de que este príncipe mudo de la Ciudad Imperial tenía una
personalidad despiadada y tiránica. La impresión que los civiles tenían hacia el
Príncipe Jing fue terrible. Más tarde, el Príncipe Jing colgó al Oficial Wu, que en
realidad era un bandido, justo frente a la multitud. Los civiles se sintieron satisfechos, pero al mismo tiempo, temerosos de la retribución que se avecinaba. Solo esperaban que este Wangye se fuera lo antes posible. Inesperadamente, este Wangye se había
mantenido al margen de sus planes y terminó derrotando a los bandidos que los
acosaron durante muchos años. Todos los civiles cambiaron sus actitudes hacia el
Príncipe Jing. Actualmente, todos sentían que este príncipe era su guardián protector. ¡Mientras el Príncipe Jing estuviera aquí, el Desembarco del Arce no tendrá más preocupaciones!

La persona que más cambió de actitud fue el alcalde del pueblo. Antes de que
comenzara la batalla con los bandidos, el alcalde estaba lleno de preocupaciones
desde el fondo de su corazón. Después de luchar contra los bandidos, el alcalde
prácticamente quería cantar los elogios de su alteza el Príncipe Jing a todos en la
ciudad todos los días. Sintió que el Príncipe Jing era mucho más fuerte que los inútiles
funcionarios del gobierno que estaban aquí en el pasado.

Li Yu escuchó a los civiles elogiar al Príncipe Jing y se sintió aún más feliz que recibir elogios él mismo. Aunque le dio la idea al Príncipe Jing al mencionar la guerra de túneles y las trampas, no entendía cómo usar a los soldados. Simplemente explicando un poco, el Príncipe Jing logró descubrir el concepto él mismo.

Su suerte tampoco fue mala. Simplemente sucedió que el Desembarco de Arce ya
tenía algunos pequeños túneles subterráneos. Los civiles antes tenían miedo de los bandidos, por lo que cavaron estos túneles en secreto en privado. El Príncipe Jing simplemente los puso en uso mientras ordenaba a los guardias que excavaran
algunos nuevos durante la noche. Además, instaló muchas trampas en las áreas de
estrangulamiento por las que los bandidos tenían que atravesar para pasar, haciendo
que los bandidos sufrieran mucho y diezmando sus fuerzas.