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11. El Pez Cometió un Error

Li Yu regresó al Palacio Jingtai con el Príncipe Jing y sus asistentes.

En el camino, expresó su buena voluntad en innumerables ocasiones. Sin embargo, el Príncipe Jing, que había tocado la cabeza de este pez en el Palacio Ganqing, no respondió en absoluto en este momento. Sin mencionar que incluso guardó la perla iridiscente. Ji Yu se sintió algo enojado y sombrío.

Al menos hizo grandes contribuciones para que la Consorte Honorable sufriera un fracaso. ¿Qué hay de malo en darle la perla por un momento? No es como si realmente lo mantuviera a la fuerza. Solo lo necesitaba para completar su tarea. Una vez completada la tarea, probablemente no tendría ningún uso para esa perla.

Sin embargo, tal vez no debería estar demasiado impaciente. Quizás el Príncipe Jing simplemente se llevó la perla por coincidencia. Realmente era demasiado difícil comunicarse entre ellos dos.

Li Yu rápidamente cambió de táctica y comenzó a hacer círculos en el cuenco, queriendo usar la forma redonda para recordarle al Príncipe Jing sobre la perla. Sin embargo, el Príncipe Jing siguió fingiendo que no veía nada. 

"Pequeña cosa, ¿qué estás tratando de hacer exactamente?" 

Wang Xi preguntó con una sonrisa. El Asistente Imperial Wang había decidido que a partir de hoy serviría bien este pescado. Aunque este pez era solo una carpa muy común que se usa como ingrediente alimentario, trajo buena suerte al Príncipe Jing y a él mismo.

Simplemente salpicó al Príncipe Jing lleno de agua, lo que fue suficiente para permitirles descubrir inesperadamente el hematoma que Piao Xue había creado; y hacer que la Consorte Honorable acabe en un estado tan lamentable. Antes de que Wang Xi despreciara a Xiao Linzi por llamar a Piao Xue, Maestro gato. En este momento, estaba prácticamente ansioso por probar el nombre, Maestro Pez.

Li Yu se puso rígido ante el entusiasta interrogatorio de Wang Xi. No quería hacer nada más. Solo quería obtener la perla. Sin embargo, ¿qué se suponía que debía hacer para que estas personas supieran su deseo?

...... ¡Se suponía que debía nadar la palabra "perla"!

Mejor olvida ese plan. Si realmente escribió una palabra y asustó a Wang Xi para que pensara que era un demonio carpa, sería malo. Los demonios no están permitidos en naciones establecidas. Hablando honestamente, él era solo un pez transmigrado inocente. Probablemente debería pensar en otros planes.

Wang Xi llevó el cuenco del océano de regreso a la habitación en la que originalmente se colocó la carpa pequeña. Li Yu observó cómo la figura del Príncipe Jing se alejaba cada vez más. ¿Eh? ¿El tirano no iba a vivir con él?

Li Yu pensó detenidamente por un momento. Aunque el Príncipe Jing se cambió de ropa aquí una vez antes, Li Yu realmente no vio ninguna cama o sofá como muebles en esta habitación. Se puede ver que esta habitación no era en realidad la habitación del Príncipe Jing.

La gente dice que en la antigüedad, cuánto se favorecía a una concubina se podía medir por la distancia de su residencia al emperador. En términos de mascotas favoritas, esta lógica debería seguir siendo prácticamente la misma.

Si una mascota no vivía junto con su amo, eso básicamente no era diferente a no criar uno en absoluto. Li Yu prácticamente podía verse a sí mismo fallando en toda la misión principal y convirtiéndose en espinas y cenizas de pescado ...

¡No podía separarse del Príncipe Jing!

Li Yu, originalmente marchito, inmediatamente se llenó de espíritu. Vivir era más importante que la perla iridiscente. Todavía no se "llevaba bien" con el Príncipe Jing.