-Amor mío-

Capitulo Dos: Inevitable

Necesitaba comprobarlo, verlo con mis propios ojos. Sabía que me hacía daño pero que iba a hacer, no podía pensar en otra cosa. Quería ir y decirle "Estoy embarazada, vamos a tener un bebe" pero pensaba a la vez que él era feliz con su novia, estaba a horas de casarse y yo no tenía derecho a sacarle su felicidad de un tirón a pesar de que el si lo había hecho. La panza me pesaba, Julia, como yo la llamaba, estaba creciendo y a mi se me terminaban los meses. Últimamente estuve pensando en darla en adopción, me parte el corazón pero merece a una verdadera madre. La hermana Concepción me había conseguido la dirección del registro civil, pero no estaba de acuerdo con que yo vaya a verlo, pensaba que podía ahorrarme ese dolor. Pero fue más fuerte que yo, quizá necesitaba darme cuenta de esa manera que el ya no me amaba, que fui solo una más del montón.

El día no pasaba más. No podía sacar el encuentro que había tenido más temprano con Jorge, Dios porque me ponía así, nerviosa, torpe...enamorada. ¡NO! El ya no es parte de mi vida y no lo será me dije a mi misma tratando de generar algún tipo de fortaleza inútil. Muy a mi pesar Betty tenía razón, tenía que hacerme la idea de que lo vería TODOS LOS DIAS, me aterra esa idea. En ese momento agarre mi caja de recuerdos, hacía rato que no la veía, el pasado me dolía y verla seguido no ayudaba. Pero lo necesitaba, necesitaba recordar-lo. Era inevitable.

Mas tarde la Madre Superiora me pidió que vaya a hacer unas compras al mercadito de acá quince cuadras, accedí con gusto necesitaba despejar la cabeza, el tiempo se me paso volando y se me hizo de noche cuando estuve a unas cuatro cuadras del convento, un auto me toca bocina.

-Clara! ¿Que haces por acá sola? Ya esta oscuro. Veni te llevo.

-Jorge... no deja no hace falta, estoy a cuatro cuadras nomas, ya llego- Le dije y seguí mi rumbo.

-Clara, no seas terca-Dios odio que me diga terca, puse mala cara para que se diera cuenta- Subí que te llevo y con esa cara no das monja mala así que no me asustas, subí.-JAQUE MATE, me rendí y subí.

-No era necesario, de verdad, podía caminar...

-Clara no me cuesta, son cuatro cuadras...- Freno en el semáforo y hubo un silencio un tanto incomodo, hasta que el decidió romper el hielo- Entonces... ¿Por qué te hiciste monja?- Pregunto.

-Encontré el amor en Dios...- NO SE ME CAYO MEJOR IDEA ¿NO? Imposible que se creyera eso, asi y todo era verdad, la vocación con el tiempo llego... pero claramente no puedo comentarle todo lo que me llevo a terminar de monja.

-Ah... bueno esta bien... supongo. Y.. digo... ¿es suficiente?- Me quede pensando... ¿a donde queres llegar con esa pregunta?

-No... no es suficiente pero alcanza. ¿Vos te casaste no?- Esa pregunta nos incomodo a ambos, el sabia que representaba ese matrimonio para mi.

-Si, si me case y bueno como ya sabes tengo un hijo...- Dijo mientras estacionaba- Llegamos.-Dijo secamente.

-Gracias, por traerme... ee que haces Jorge no hace falta que me abras la puer..ta, ni que agarres las bol...sas. ¡Sabes que hace lo que quieras!- Le dije suspirando.

-¿Lo que quiera?-Pregunto curioso, yo lo mire sorprendida, no sabia que contestar.-