POV: TERCERA PERSONA
Luego del incidente de la plaza Julia decidió llevar a su madre al convento, para que pudiera tomar algo y calmarse. Pilar les abrió la puerta.
-Hola Pilus!- La saludo Julia
Hola Ju! Hola Clarita! Como estas?- Le dijo mientras cerraba la puerta.
-Hola...Pilar... vos eras... pera...-Cerro los ojos, intentando recordar.- Vos tenías algo así como un sexto sentido o un poder no?- Le pregunto.
-Jjajajaj si Clari, aunque no esta comprobado científicamente...- Bromeo Pilar.- Vengan a la cocina a tomar un tecito.
Las tres fueron a la cocina donde estaban el resto de las hermanas. Tomaron su té y charlaron. Las demás monjas aprovecharon para contarle a Clara como había sido su vida allí. En el fondo Clara las sentía una familia, al menos le parecía que eran unas monjitas adorables. Luego de un largo rato de charlas y risas el teléfono de Julia sonó y ella se retiró de la cocina para atender.
-Clari, era Tomas, mi marido... te acordas?
-Si...sisis.- Asintió Clara.
-Escuchame me necesita un rato para hacer unas cosas. Te molesta si en masomenos una hora te paso a buscar y volvemos?. Te animas a quedarte con estos personajes?- Dijo bromeando, las hermanas rieron.
-Si, si anda no hay problema. Yo de paso quiero recorrer el lugar. –Dijo y se despidieron con un beso.
Luego de la merienda las hermanas continuaron con sus tareas y Clara se quedó recorriendo el convento. Fue a cada parte del mismo, todo le parecía curioso pero muy familiar al mismo tiempo. Sentía que conocía cada esquina, cada escondite del lugar. Casi por coincidencia encontró su cuarto, se dio cuenta porque en una de las mesas de luz había una foto de ella con una de las hermanas, casi con seguridad creía que era Beatriz.
Sin saberlo se acercó a su cama y se sentó, miro el techo, ese techo que tantas veces había sido testigo de su insomnio. Se recostó en la cama y miro el techo hasta quedarse dormida.
Después de unos quince minutos despertó, se paró y fue a verse al espejo.
-Ay Dios, que hago así vestida? Me habrá visto alguien?- Se dijo preocupada, pensaba que era monja y que estaba vestida de civil sin razón alguna. Reviso el armario y saco uno de los hábitos que había allí.
Se cambió y salió del cuarto, como si nada hubiese sucedido, ningún rastro del accidente había quedado. Seguía sin recordar nada pero estaba convencida de una sola cosa: Ella era monja. Comenzó a caminar por el patio y alguien la interrumpió.
-Perdón hermana, vio a Clara? Julia me pidió que la viniera a buscar, se atrasó.- Clara se dio vuelta y vio a un Jorge totalmente desconcertado.
-Hola que tal?- Dijo Clara sonriente- Soy yo Clara, en que puedo servirle señor...?
-Correa, Jorge Correa...- No tenía palabras Jorge.- Clara que haces vestida asi?
-Discúlpeme señor pero esta es mi vestimenta habitual, las monjas usamos habito...Perdón usted no me dijo que busca...Yo lo conozco a usted? Perdón pero tengo que regresar a mis tareas.- Le dijo Clara un tanto impaciente.
-Yo... necesito hablar con usted. Puede ser en privado?- Pregunto Jorge siguiendo la corriente.
-Si claro, pase por aquí, por favor. Entraron al despacho de la madre superiora que en ese momento estaba vacío, ambos tomaron asiento, Clara en el sillón de la madre.- Bueno señor Correa no? En que puedo servirle...?- Pregunto mientras cruzaba sus dedos sobre el escritorio.
-Probablemente no me vayas a creer lo que te voy a decir Clara... pero vos no sos monja. Fuiste monja pero por tener una relación conmigo te echaron...-Clara puso los ojos como platos, sus manos comenzaron a sudar y su gesto cambio, estaba nerviosa.- Tuviste un accidente automovilístico... estuviste muy grave y tenes secuelas, estas pasando por un estado de amnesia, esta no sos vos... ya no al menos.
Clara se paró, Jorge también.
-Mire señor Correa yo hace mas de veinte años que tome los hábitos, no se de qué accidente me habla, yo a usted no lo conozco y una relación. Yo no puedo tener una relación terrenal y no dejaría de ser quien soy por alguien como usted, no se de dónde saca todas esas pavadas que esta diciendo, así que por favor le voy a pedir que se retire ya mismo de este convento.- Le dijo nerviosa mientras se acercaba a la puerta.
Jorge sentía que tenía que parar esto, Clara estaba teniendo un episodio de amnesia y tenía que volver a la realidad. Jorge no sabía cómo decirle que lo que ella creía que era no era cierto. Él tenía una idea, pero era una locura, pero con intentarlo no perdía nada, quizás besarla era la forma de que volviera en sí. Y así lo hizo, cerró la puerta y contra la misma tomo el rostro de la mujer que amaba. Sin pensarlo junto sus labios con los de su amada. Pero lo único que consiguió fue el rechazo. De un empujón Clara lo alejo. Estaba como loca, comenzó a gritarle y a ponerse cada vez más colorada y nerviosa.
-QUE SE CREE USTED QUE ESTA HACIENDO, BESAR A UNA RELIGIOSA, DEGENERADO USTED ESTA LOCO? VOY A LLAMAR A LA POLIC...- No pudo terminar la frase.
-Clara!- Jorge la atajo con sus brazos. Tanta tensión había provocado que se desmayara. Jorge la llevo en brazos a una de las habitaciones, previamente pidiendo ayuda. Beatriz fue la primera en acudir.
-Que le paso? QUE HACE VESTIDA ASI?- Le dijo a Jorge al ver a una Clara inconsciente acostada en su cama.
-Nose, en algún momento que se quedó sola se cambió. Tenía la idea fija de que todavía era monja.
-Y que le dijiste para que se desmayara?
-La verdad... igual dudo que sea por eso...-Dijo Jorge un tanto incómodo.
-Que paso?
-La bese...- Le contesto y Beatriz automáticamente cubrió su boca por la sorpresa.
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-Amor mío-
FanfictionNo soy dueña de ninguno de los personajes que aparecen y pertenecen a la novela "Esperanza Mia" de Polka