-Amor mío-

Capitulo Treinta y cinco: Hablar

Un poco de tranquilidad me dio saber que Julia estaba con Tomas. La angustia que invadía a mi corazón era inamovible.

El día llego y temprano fui al convento a ver a la madre superiora. Le explique cómo se habían dado las cosas y ella trato de tranquilizarme, me pidió que confiara en Dios, que todo iba a mejorar. Sinceramente yo no creía eso, al menos no con tanta fe. Quería creerlo.

Hablamos largo rato y cuando ya casi no quedaban lágrimas en mis ojos decidí que era suficiente. Tome mis cosas y me despedí. Abrí la puerta y Julia venia caminando con el padre Tomas.

-Julia...-Le dije cuando se acercó a la puerta pero ella me ignoro completamente y entro al despacho. Tomas me saludo y entro después que ella.

Ahí fue cuando sentí que había tocado fondo. Que ya nada de lo que hiciera iba a tener sentido. Que si no la tenía a ella no tenía nada. Me seque las lágrimas y me fui a trabajar.

POV: JULIA

-Usted sabe por qué vine... porque nadie fue capaz de decirme?. Usted me entrego a Blanca. Usted siempre lo supo madre-Le pregunte aguantando las lágrimas.

Tomas me había convencido de aunque sea hablar con la madre superiora.

-Si chiquita siempre lo supe tenes razón. Pero no creo que quieras saber por qué lo sabía y no te lo dije. Vos lo que quieres saber es que fue lo que paso... o me equivoco?-Me pregunto.

-Por qué me hizo algo así? Si tanto me quería como todos dicen... Porque me abandono?- Pregunte llorando. Tomas agarro mi hombro.

-Por qué no se lo preguntas a ella?.

-BASTA, no voy a hablar con esa mujer. Vine a preguntarle usted, si no puede responderme no tengo nada que hacer acá.- Le conteste furiosa.

-Esta bien te voy a contar todo lo que quieras saber. Pero sabe una cosa... esa mujer como vos decís tomo la decisión más dura de su vida dejándote ir, y no hay día que no se arrepienta de haberlo hecho. Clara tenía 19 años cuando vino a pedirme ayuda, vos tenías apenas cuatro meses. –Las lágrimas brotaban de mis ojos con cada palabra que decía.- Yo la conozco desde que era más chica que vos, era amiga de su tía. Cuando llego al convento lo único que tenía era un bolso con sus cosas. Tu abuelo cuando ella tuvo que decirle del embarazo la echo de su casa. En ese momento tu papa estaba en pareja por casarse con la señora Alicia. Yo encontré un lugar para que pudiera quedarse hasta que te tuviera. Y la vi durante el resto del embarazo todos los días. Ella quería tenerte, decía que era fuerte. Pero no podía conseguir trabajo. Trato y trato pero con un embarazo tan avanzado no lo conseguía. Cuando supo que eras nena te eligió un nombre, Julia como su papa. A pesar de todo lo que había pasado él era toda la familia que Clara tuvo. La realidad empezó a golpearla, después de ver como tu papa se casaba la tristeza y el miedo la invadió y comenzó a convencerse de que darte en adopción era lo mejor que podía hacer por vos. Ella nunca pensó en sí misma, sino en que vos tuvieras una casa, comida, educación y claro amor. Blanca era una gran amiga mía, que casualmente no podía ser mama. Era la mejor opción que teníamos. Clara trato de convencerse hasta el final de que era lo mejor. Que ella no podía ser tan egoísta con vos. Y por eso te dio. El 15 de diciembre vio como recién habías llegado y ya te ibas para siempre.

-Supongamos que yo creo todo esto que usted me cuenta... y ahora que cambio? Porque cuando se enteró que yo había vuelto... porque no me dijo nada?

-Por qué el miedo una vez más tomo control. Clara te ama Juli y nunca va a dejar de hacerlo.

-Se ve que no. Sino no se entiende me ama pero me mintió todo este tiempo? Jorge también se enteró y tampoco me lo dijo.

-Estas equivocada. Vos no lo sabes pero cuando vos tuviste el accidente tus padres estaban desesperados. La mujer que vos decís que no te ama te salvo la vida. Dono sangre para que vos te recuperaras y no lo hizo por culpa ante su mentira. Lo hizo porque desde que naciste sos lo más hermoso y lo más importante que tuvo en su vida y no quería perderte. Habla con ella por favor, todos merecemos una segunda oportunidad Juli...-Concluyo la madre superiora.

-No se... tengo que pensar madre...- Dije y me retire del despacho.