-Amor mío-

Capitulo Treinta y nueve: Como adolescentes

-CUIDADO!! –Le grite a la mano. Las puertas del ascensor se abrieron.- Que haces acá Jorge?- Pregunte nerviosa, mis pulsaciones aumentaron exponencialmente y mi respiración comenzó a entrecortarse. Al entrar apretó el botón que cierra las puertas y sin titubear se abalanzo sobre mí y me beso. Yo me ate a su cuello y sin dudarlo respondí ese beso, lo necesitaba. Sentía que flotaba. Con sus manos comenzó a recorrer mi espalda, su cuerpo pegado al mío. No tenía escapatoria, tampoco quería escapar.

El ascensor llego al octavo piso, salimos del mismo y yo aproveche para separarme.

-Para Jorge...-Dije recuperando el aliento.- Comportémonos como adultos, por favor. Acá no. No esta bien. –El me miraba con una sonrisa en su rostro, no se estaba creyendo mi cuento y yo menos.-Somos dos adultos pensantes que están separados... Ayyy veni acá!- Lo tome de su cara y lo bese, a mis argumentos se los había llevado el viento. Ya no me importaba que no estuviéramos juntos, solo quería perderme en sus labios. Trate de separarme de nuevo y esta vez el hablo.

-Comportémonos como adultos? Y después me das ese beso???- Se burlaba.- Donde tenes la llave de la habitación?. Me pregunto entre besos.

-ACAAAAAAA- Le dije yo riendo y señalando la cartera, como dos adolescentes salimos corriendo por el pasillo, en la esquina me freno y empezamos a besarnos. Alguien venia, así que disimulamos hasta que se fuera. No podíamos contener la risa, era igual a cuando éramos jóvenes, torpes, apasionados.

Con sigilo fuimos caminando hasta la habitación, Jorge me abrazaba de la cintura. Abrí la puerta, tire la cartera al suelo, Jorge cerró la puerta con el pie y empezamos de nuevo a besarnos, le saque el saco y arranque el moño de aplique que llevaba. El desarmo mi peinado, nos chocábamos con todo lo que estuviera a nuestro paso siempre sin romper la conexión que había entre nuestros labios.

Sus manos empezaron a recorrer mi espalda en busca del cierre de mi vestido.

-Que pasa Correa no podes con un cierre??? NO LO ROMPAS QUE NO TENGO OTRO!!!-Dije riendo, me di vuelta para que pudiera ver lo que estaba haciendo.-Tiene traba!

-Por qué no lo dijiste en primer lugar eh?- Me dijo al oído- Nos ahorrábamos maravillosos segundos jajajajjaja.- Dijo y comenzó a besar mi cuello.

Me deshice de su camisa y el con una maniobra me alzo en sus brazos. Y asi una vez más juntos, nuestros cuerpos se encontraron, nos amamos sin culpa, sin arrepentimiento, sin rencores, fuimos una vez más un solo cuerpo.