Capitulo Veinticinco: Las llaves

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Desayunamos, nos cambiamos y nos quedamos acurrucados en el sillón del comedor frente a la tele. Yo estaba sentada al lado de Jorge y tenia mis piernas cruzando las suyas.

-Sabes qué? Tengo una idea!- Comento Jorge entusiasmado.

-Mmmmm... a ver esa mente brillante???- Dije bromeando, el me miro con mala cara siguiendo la corriente.- JAJAJAJA dale contame.- Le dije dándole besitos. El se paro y fue a buscar su saco.- A dónde vas?

El metió la mano en su saco y tomo unas llaves.- Toma, son tuyas...- Dijo sonriente.

-Son las llaves de tu casa?- Pregunte observándolas.-Me encanta la idea... pero no es un poco pronto para que me mude?.

-Bueno, si no las queres dámelas...-Digo agachándose, mientras buscaba mis labios.- Me parece que veintiún años es un tiempo considerable... y yo no pienso esperar un segundo más bella dama...- Dijo, yo sonreí y lo bese tiernamente.

-Ah no bueno pero pensándolo mejor... Voy a preparar mi bolso!- Le dije, el festejo mi respuesta afirmativa me alzo a upa y me llevo a la habitación a buscar mis cosas. Yo no podía contener la risa. Qué lindo era ser feliz, me sentía plena.

Arme mi bolso y junte todas mis cosas, le deje una nota a la Turca y de la mano salí con el amor de mi vida por la puerta. Cargamos el baúl y fuimos hasta la casa de Jorge.

Entramos y Pedro salió de la cocina.

-Hola viejo! Clara como estas?- Camino hacia nosotros y nos abrazo. Yo no entendía demasiado lo que pasaba.- Viste viejo te dije que iba a funcionar...-Dijo chocando las palmas con su papa.

-Perdón... pero... no estoy entendiendo.- Pregunte intrigada.

-Ah si, bueno Clara, ya se todo. Igual quedate tranquila que no dije nada y no voy a decir nada. Es un tema delicado y ustedes tienen que hablarlo con Julia tranquilos.- Me contesto Pedro y yo automáticamente dirigí mi mirada hacia Jorge, que seguía abrazando a su hijo.

-Cuando volví, Pedro se quedo a dormir acá y yo necesite de mi compañero para hablar todo lo que me pasaba. Para mi también fue sorpresivo que entendiera.-Pedro lo miro con mala cara.- Bueno hijo sos bastante especial y enterarte que tenes una hermana no es poca cosa.

-Sí, no lo es. El viejo estaba destrozado y yo no podía verlo así. Fue una lucha sacarle media palabra y cuando me termino de contar todo. Yo le dije que ustedes ya habían estado separados demasiado y la verdad, no le digan esto a mi mama, pero lo haces feliz de una forma que nunca vi. Era un boludo el viejo si no te perdonaba! Jajajaj.

-Golpe.- le daba un pequeño correctivo su padre.

- Gracias Pedrito, es muy importante para mí lo que vos pienses.- Le dije y le di un pequeño abrazo.

No podía creer lo que estaba pasando. Pedro aceptaba mi relación con su padre, aun sabiendo lo que había pasado y sabiendo que tenía una hermana. Hablando de su hermana... mi bebe. Tenia que contarle que había vuelto con Jorge, sino después iba a tener que lidiar con su enojo.

La mañana se paso volando, yo me instale. Almorzamos los tres juntos y con el auto dejamos a Pedro en la casa del Padre Tomas, se iba a ver con Lola.

-Cuidate hijo, llamame cualquier cosa si?- Le dijo Jorge a Pedro antes de que este bajara del auto.

-Si pa. Nos vemos a la noche!- Se despidió.

Jorge arranco en la esquina doblo a la derecha.

-Amor me gustaría ir a ver a Julia, contarle que volviste, bueno ya lo sabe. Pero no que estamos juntos.

-Dale, pasemos por el convento se va a poner contenta.-Me dijo y me regalo una sonrisa mientras tomaba mi mano.

-Amor mío-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora