-Amor mío-

Capítulo Dieciocho: A escondidas

Luego de que Jorge estuvo completamente recuperado acordamos vernos a escondidas, era la única opción que yo tenia. No estaba lista para dejar todo asi de golpe y mucho menos sin que el supiera la verdad. El lo entendía. No podíamos planear mucho ya que yo no podia salir demasiado. Pero con la ayuda de la turca y de Julia nos manejabamos. Yo sabia que estaba mal lo que haciamos pero amaba tanto a ese hombre que no queria volver a renunciar a él. Nos veiamos casi siempre en el convento y cuando saliamos yo pasaba por una estación de servicio y me vestia de civil. Por dos razones, no podia una monja estar a los besos con un hombre. Y yo sabia perfectamente como le gustaba que no tuviera puesto el habito y que me vistiera como "la gente normal". En el convento empezaron a notar mi felicidad creciente y yo me excusaba con que era el proyecto de ropa o el musical que se acercaba, lo habia escrito yo con ayuda de Julia, era una adaptación de Romeo y Julieta en la cual ellos si vivían para contarlo. Mi historia prohibida con Jorge me habia inspirado. De hecho el estaba encantado con la obra y estaba dispuesto a actuar en ella, como el Romeo que si vivio para contar su amor. El quería que yo fuera su Julieta pero yo no podia, la madre de Valentina interpretaria ese personaje. Nuestra "relacion" llevaba un mes apenas y faltaba otro más para el estreno de la obra.
Claro que el tenia sus ensayos en el colegio, con todos los chicos y con su Julieta. La mamá de Valentina, Cristina estaba divorciada y Jorge estaba en proceso con lo cual no habia conflictos por el beso final. La escena en la que participaban era corta, apenas dos líneas y el beso.
Una mañana yo estaba en la sala de música revisando los parlamentos de Lola que eran largos. Queria que todo saliera perfecto estaba muy entusiasmada con la obra. Estaba concentrada leyendo y alguien toca la puerta.
-Adelante! -Dije fuerte, estaba probando la música de la obra.
-Permiso hermana...-Era Jorge, entro, vio que estuviera sola, cerro la puerta y en voz más baja dijo- Sabe que hermana estoy necesitando un ensayo de emergencia, no logró que me salga-Mientras me tomaba de la cintura y me apoyaba contra la pared.
-Ah si? Que parte no logra que salga?-Pregunte curiosa.
-Esta...-Dijo y me beso. Yo até mis brazos a su cuello, el beso se torno cada vez más apasionado, Jorge presionada su cuerpo contra el mio a la vez que me abrazaba por la cintura. Besar a ese hombre era como perderse en el tiempo, como si fuera lo único que existe en el mundo. De pronto sentimos voces que se acercaban. Eran Suplicio y Pilar.
-Jorge! -Grite en voz baja.-Escondete ahi atras de la cortina. -Le dije, mientras me acomodaba el habito y la cofia.
-Permiso... Clarita te trajimos un cafecito! - Comentaba Suplicio.
-Como va eso?? -Preguntaba Pilar.
-Bien. ..bien. Muchas Gracias! Yo ya estoy terminando por que no me esperan en la cocina que ya voy y les cuento los avances que hice!?-Pregunte tratando de ocultar la agitacion y los nervios.
-Bueno dale -Contesto Pilar.Mientras me miraba con esos ojos, en el convento decian que tenia como un poder de percepción, a mi me ponia muy nerviosa.
-Ay Pilar porfavor te pedi cien veces que no me mires asi. Me incomoda!
-Ay si perdón Clari. Es que viste me sale solo. Bueno te dejamos...-Dijo y se fueron por la puerta. Yo sonreí. Cuando cerraron la puerta Jorge salio de su escondite.
-Que? Es psíquica la monja?-Pregunto.
-Si masomenos. Bueno andate que casi nos agarran.
-Si mejor. Pero ya te voy a agarrar yo a vos Clara Anselmo...-Me dijo y me robo un beso.
-Shh dale andate-Le dije dándole otro pequeño beso.
Salio por la puerta y yo sonriendo agarre todo y me dirigí a la cocina.