Capitulo Veintiocho: Horas

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Paso media hora y el padre Tomas llego, con el también Beatriz y la Turca. Con Jorge estábamos sentados en la sala de espera. Yo tenía mi cabeza agachada, la sostenía con mis manos, Jorge me acariciaba la espalda. Cuando los vimos entrar a la sala la Turca corrió a abrazarme. Comencé a llorar desconsoladamente. Todos los presentes sabían la verdad y entendían realmente por lo que estábamos pasando.

-Shhhhh amiga, va a estar bien. Vas a ver que en unas horas van a salir los médicos y van a decir que esta fuera de peligro. Por favor calmate Claru.

-Devora tiene razón, Clarita. Veni vamos afuera a tomar aire las tres. La madre superiora comenzó una cadena de rezos por Juli. Quería venir pero no la dejamos-Intervino Betty. Yo la mire y abrazándola empezamos a caminar hacia la salida de la guardia. Jorge se quedó sentado con el padre Tomas que también tenía los ojos hinchados de haber llorado.

Él tenía una relación muy particular con mi hija, como me había pasado a mí, el también encontró el cielo en unos ojos. Julia estaba locamente enamorada y yo estaba al tanto de los acercamientos que tenían y del debate que tenía el en su cabeza y corazón.

POV: JORGE

-Tengo miedo Tomas...-Le dije en voz baja.

-Yo también Jorge, pero Dios esta con ella. Julia es fuerte, igual a su mama, va a luchar para estar bien. –Trato de tranquilizarme.

-Estoy destrozado, fue horrible. La impotencia de no poder hacer nada... es insoportable. Encima que recién la recupere, a ella y a Clara...-No pude evitar llorar.

-Si te entiendo, enterarte que tenes una hija y que ahora este luchando por su vida es demasiado, pero va a estar bien te lo aseguro.

-Para Clara es una tortura, ella convivió con el dolor de la mentira, con el arrepentimiento más de veinte años y ahora que por fin iba a animarse y decirle pasa esto, yo no seque hacer. Trato de contenerla pero no sé cómo.- Dije lamentándome.

POV: CLARA

Las horas pasaban como si fueran años, era insoportable. Al cabo de seis horas un médico se acercó a nosotros.

-Buenas noches, familiares de Julia Albarracín?- Pregunto el médico, Jorge y yo nos paramos.

-Si doctor, nosotros. Como esta Julia?- Le pregunte conteniendo las lágrimas. Jorge me abrazaba.

-Bueno primero quiero que se calmen. La paciente estuvo en una cirugía de Seis horas y media aproximadamente. Entro con un cuadro crítico, fue una cirugía compleja, sobre todo por la gran pérdida sanguínea. Así y todo la invención resulto exitosa.- Al escuchar esas últimas palabras mire hacia el techo agradeciéndole a Dios y abrace a Jorge con todas mis fuerzas.- La señorita Albarracín va a quedar sedada y en recuperación en la sala de cuidados intensivos. Queda rezarle a Dios, por nuestra parte sepan que vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para su recuperación satisfactoria.- Concluyo el médico.

-Doctor podemos verla?- Pregunto Jorge.

-Lamento que no. El estado es muy delicado. Las primeras 24 horas son cruciales. Les recomiendo que vayan a sus hogares, traten de descansar. Cualquier cosa se les va a informar no tengan duda. Buenas noches.

-Adiós, muchas gracias.- Le dijo Jorge a la vez que lo saludaba con la mano.-Escuchaste no?- Me dijo mientras tomaba mi cara empapada en lágrimas con sus manos.-Va a pasar esto, nuestra hija es fuerte. No bajes los brazos mi vida.- Y me beso la frente para luego abrazarme.

POV: JORGE

Salimos todos juntos de la guardia, nos despedimos en la puerta y nos fuimos caminando hasta donde estaba estacionado el auto. Subimos en silencio y emprendimos el camino a casa. Cuando llegamos Clara estaba profundamente dormida. Deje el auto estacionado en la puerta y fui a buscar a Clara.

-Amor, llegamos.-Ella movió la cabeza pero seguía dormida. Rodeé con sus brazos mi cuello y la cargue en mis brazos. Entramos, deje las llaves en la mesa y subí.

Recosté a Clara en la cama y la tape con una manta. Fui al baño y mire mi reflejo. Un hombre cansado, tenía mi ropa manchada y unos ojos tristes. Me lave la cara, me puse una remera para dormir y me acosté al lado de mi mujer, ella se giró y me abrazo. Odiaba verla así, triste, indefensa. Unas lágrimas recorrieron mis mejillas y al cabo de unos minutos me rendí al sueño, esperando un nuevo amanecer.

-Amor mío-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora