Capitulo Diez: El día despues

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-Clara despertate... Clara.

-Nooo papa raja de acá dejame dormir viejo...-Dije dormida, sentía como si mi cabeza fuera a explotar.

-Jajajjaj Clara! Soy Julia, despertate son las 12.00 del mediodía- Me decían y ahora empezaba a reconocer la voz.

-Julia?- Pregunte con ojos entreabiertos- JULIA, LAS DOCE? COMO? CUANDO? QUE HAGO ACA? QUE PASO ANOCHE?!-Dije saltando de la cama y viendo que tenía puesto el vestido rojo todavía.

-Shhhh no grites loca! Tranquila, para Beatriz estas enferma, dormiste acá y yo te cuide...Tomate esto, es un analgésico apuesto a que hay un partido de ping pong en tu cabeza- Me decía mientras yo me agarraba la cabeza de la resaca que tenia.

Como había llegado a tal punto? No recordaba nada de lo que había hecho/ dicho la noche anterior... Y si le dije la verdad? Y si empecé a gritar que era monja en el medio del bar? No había estado tan mal desde que tenía 17 años. Bueno a juzgar como me esta hablando no le dije nada.

-Julia necesito que me digas que paso anoche por que no me acuerdo nada, estábamos bailando, después fuiste al baño con la turca y todo se volvió negro...- Le dije y ella empezó a reír- Ay Dios por favor que hice?

-Bueno... el tequila te encanto y hiciste varios amigos- Mis ojos se volvieron dos platos- TRANQUILA, no rompiste ninguno de tus votos de monja o como sea que se llamen...-Siguió.- Cuando con la turca volvimos del baño te encontramos en un estado... bueno básicamente no podías caminar- Yo me senté en la cama y me agarre la cabeza, no sabía donde meterme de la vergüenza- Igual lo que sigue te va a poner peor... Jorge... Jorge nos vino a buscar...

-QUE?!- Dije desesperada- COMO JORGE? POR QUE?

-Bueno vieja! No podías estar dos segundos en posición vertical, que querías que hiciéramos!? Igual quedate tranquila porque lo hizo de mil amores, es mas vos le dijiste...

-NO ME CUENTES QUE LE DIJE, PREFIERO NO SABER-La interrumpí bruscamente- Me voy a dar una ducha mejor a ver si se me aclaran las ideas un poco...La turca?

-En su casa supongo, Jorge quedo en llevarla. Yo voy a preparar la comida, acordate de nuestra coartada con Betty.- Dijo y se fue.

El día paso volando, estuve recostada la mayoría del tiempo. Beatriz "compro nuestra coartada" y paso a verme en la tarde, me trajo un té y tuvimos una pequeña charla.

El lunes por la mañana me levante y organice las cosas del colegio antes del horario de entrada. La madre superiora me había dejado a cargo hasta que volviera del retiro ese mismo lunes por la tarde. Beatriz ocupo mi puesto en la puerta y se encargo de recibir a los alumnos. Yo estaba en el despacho de la madre superiora cuando tocaron la puerta.

-Adelante...- Dije mientras organizaba unos papeles que tenía en el escritorio.

-Hola Clara, buen día... como estas?- Decía Jorge mientras cerraba la puerta del despacho- Como te sentís? Julia me dijo que tuviste un domingo medio complicado, iba a llamarte pero no imagine que quisieras hablar justo conmigo...

-Jorge... hola, bien mejor... - Trágame tierra, trágame tierra, trágame tierra, pensaba mientras me agarraba la cabeza, me paraba y caminaba hacia el- Dios... esto me avergüenza mucho Jorge, yo no estoy segura de lo que dije o hice, estaba en un estado más que inapropiado y yo...- Jorge me agarro las manos y empezó a hablar, yo le miraba los nudillos de la mano derecha.

-Si quizás para una monja no es apropiado tomar, pero para ser sincero, el sábado eras mas vos que nunca... digo vos de joven. –Me decía y me miraba con ojos tiernos.

-Para... que?- Me quede pensando- Que te paso en la mano?- Le pregunte.

-Ah esto?- Me señalo la pequeña herida- Esto es como quedo mi mano de la trompada que le di a un hombre que se quiso hacer el vivo con vos...- Dijo soltando una risita. Yo me tape la boca, el siguió su relato.- Y bueno después te levante, querías que te lleve a MI casa, estabas bastante mal. Te saque del bar, vinimos al convento y te acosté en la pieza de Julia y después vos...-Dijo acercándose más de lo necesario.

-Yo... yo que Jorge?- Le pregunte, mi respiración comenzó a ser irregular, estaba nerviosa.

-Vos me dijiste mi amor, me pediste que me quedara. Pero yo no podía aprovecharme así de vos, no te voy a mentir, me moría por darte un beso... pero estando en ese estado no podía me ibas a odiar y te ibas a odiar... pero ahora que estas bien.-Dijo y tomo con sus dos manos mi cara, yo no podía contenerme más. Mi cabeza quería alejarlo y gritarle por lo que estaba pretendiendo hacer, pero mi cuerpo y mi corazón decían lo contrario, querían que le de un beso y que ese beso no terminara nunca más.

-Ahora que estoy bien que...?- Dije involuntariamente, lo mire a los ojos y sentí su amor que volvía. El de a poco y con cautela se acerco hasta que nuestras frentes se encontraron y nuestros labios quedaron a pocos centímetros de distancia. Ya no podía aguantar mas, necesitaba que esa tortura parara de una vez. Y paro, paro cuando nuestros labios por fin se encontraron, sentía que flotaba. Había negado tanto este momento en mi cabeza que parecía un sueño, pero era real y lo estaba disfrutando. Jorge me sostenía con una mano en la espalda y con la otra me sacaba la cofia, mi pelo cayó sobre mis hombros, yo me había atado a su cuello y no quería soltarme. Pero la realidad tenia que golpearme y ese beso que parecía haber durado una eternidad tenía fin.

-Ay Jorge, espera, por favor.- Dije recobrando el aliento- Necesito que te vayas por favor.- Le pedi mientras agarraba nuevamente mi cofia.

-Esta bien. Pero voy a volver.- Dijo y se fue por la misma puerta que había entrado.

-Amor mío-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora