𝓑𝓪𝓫𝔂𝓰𝓲𝓻𝓵𝔃

126. 𝓓𝓸𝓫𝓵𝓮 𝓼𝓸𝓻𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪

Después de escuchar los gritos de dolor de Hao, Jiwoong actuó rápido y llamó a la ambulancia que se encontraba en el lugar, ya que el alfa había sido precavido y había contratado una ambulancia para la boda. Mientras tanto, Hanbin se encontraba junto a Hao, intentando revisar el cuerpo del omega, quien no se levantaba del suelo. Sus amigos, por su parte, pedían a los invitados que mantuvieran la calma y salieran del lugar mientras tanto, para que Hao no se sintiera observado.

―Mi amor, respira, ya vienen a asistirte ―dijo Hanbin mientras sostenía la mano de Hao.

Hao ya no sentía tanto dolor, ya que Hanbin estaba a su lado, pero aún así estaba preocupado por lo que pudiera ocurrir con su embarazo. Además, se sentía apenado por provocar tal situación en la boda de Matthew y Jiwoong.

―Lo siento ―dijo Hao mientras miraba a Matthew con lágrimas en sus ojos ―. Lo siento mucho...

Hao comenzó a llorar, y entonces Matthew se acercó a él para sostener su otra mano, mientras le sonreía.

―No tienes que disculparte, ahora solo intenta respirar y no asustarte ―respondió Matthew mientras miraba las piernas del omega mayor ―. No has sangrado, así que quizás solo fue un golpe duro en tu espalda.

Los paramédicos llegaron de inmediato y asistieron a Hao lo más rápido posible, revisando sus signos vitales. Tal como había dicho Matthew, no había sangrado y parecía que todo estaba bien. Aunque, decidieron llevarlo a un hospital de todos modos.

―Lo sentimos mucho ―le dijo Hanbin a Matthew y a Jiwoong mientras hacía una enorme inclinación hacia delante.

―No te disculpes por algo que no estaba en su control ―respondió Jiwoong mientras abrazaba a Hanbin ―. Ahora apresúrate y acompaña a Hao, la fiesta seguirá por unas horas más, así que no te preocupes.

Matthew no quería seguir celebrando después de lo que ocurrió, así que mientras subían a la ambulancia a Hao, el omega también se metió dentro.

―¿Qué haces, Matthew? Regresa a tu fiesta ―dijo Hao preocupado.

―Yo voy contigo ―dijo Matthew mientras indicaban que ya podían irse.

―¡No! Matthew, regresa a tu fiesta ―dijo Hao con desesperación.

―Pero ya no puedo desear que uno de mis amigos esté herido.

Hao comenzó a llorar de nuevo, pero esta vez no por el dolor, sino por la culpa de haber arruinado de cierta manera la fiesta de Matthew.

―¿Te duele algo, hyung? ―preguntó el más joven.

―Vámonos ―dijo el paramédico.

En ese momento, Hanbin se percató de que Matthew estaba en la ambulancia y no él, así que corrió para detenerlos justo antes de que siguieran su camino.

―¡No pueden irse sin mí!―dijo Hanbin agitado.

―Baby, regresa a la fiesta. No vamos a colocar música. ¿Qué tal si abrimos los obsequios mientras los doctores revisan a Hao? Luego debemos irnos a tomar nuestro vuelo a Japón ―dijo Jiwoong mientras extendía su mano para que Matthew bajase de la ambulancia.

―Matthew, de verdad, puedes regresar a tu fiesta. Yo estaré bien ―le dijo Hao a Matthew.

De ese modo, el omega recién casado decidió regresar a su fiesta, no sin antes besar la mejilla de su amigo.

Pocos minutos más tarde, la ambulancia se detuvo frente al hospital y Hanbin ayudó a los paramédicos a sacar a Hao de la ambulancia. Estaba pálido y tembloroso, pero trataba de mantener la calma.