Le sonrío a Jesús que es el primero que me saluda.
-Me encanta que me hagas caso.
-Me obligais todos.
-Es que no te puedes quedar en casa un día como hoy.
Voy hacia Eva y la abrazo, es mi forma de pedirle perdón por lo de ayer.
-Lo siento. -Susuro.
-No pasa nada. Vamos a disfrutar.
***
Llevamos mas de una hora y me lo estoy pasando bastante bien, me he alejado un poco con Mario, me estaba mareando.
-¿Como estás? -Pregunta sentándose a mi lado.
Me apoyo en su hombro y cierro los ojos unos instantes.
-Ahora bastante bien.
-Hombre, conmigo siempre lo estás.
-Eres un creído. -Digo a carcajadas.
-Un creído que te quiere. -Susurra muy bajo para que no me entere, así que me hago la sorda y lo dejo pasar.
-¿Vamos a bailar? -Propongo.
Se levanta y nos vamos a la pista de baile, empieza a sonar una canción lenta y me muero de vergüenza.
-¿Quieres bailar?
-Claro. -Sonrió.
Me tiende de la mano y se la cojo, una vez que estamos los dos uno delante de otro pasa sus manos por mi cintura y yo por su nuca y comenzamos a movernos lentamente al ritmo de la música.
Nos miramos fijamente a los ojos y sonrío como una lela.
-Gracias. -Susurro.
-Te he dicho que no me la tienes que dar tonta.
-Lo sé, pero en serio. Gracias por todo.
Me apoyo sobre su hombro y empieza a susurrar bajito la canción.
Desearía que este momento no acabara nunca, levanto un poco la vista y veo como Celia y Dani se están liando.
Me da igual, me vuelvo a apoyar y dejar que la música suene.
Cuando termina nos miramos fijamente los ojos, sonríe él y me hace sonreír a mí. Apoya su frente en la mía y junta nuestros labios.
No me lo esperaba, pero le seguí el beso, era un beso bonito, lento, dulce... Un beso en el que sus labios y los míos encajaban a la perfección, como una pieza de puzle. Pero se tuvo que acabar, me quedé con ganas y le volví a besar.
Así nos llevamos un rato, un beso tras otro, no podía estar separada de esos pequeñitos labios. Ni él tampoco de los míos.
Nos separamos, sonrío y le abrazo.
***
Abrimos la puerta de casa en completo silencio, cuando llegamos a mi habitación mi hermana empieza su interrogatorio.
-Te gusta Mario.
Sonrío, es inevitable, me sale solo al escuchar su nombre.
-Puede. -Respondí como una tonta.
-¿Como que puede? Os habéis estado besando todo el tiempo después de la canción lenta.
-Joder, sus labios son tan apetecibles...
-¿Estais saliendo?
-No, todavía no. No quiero nada, para pasarlo mal después siempre tengo tiempo.
-Te ha llegado un mensaje. -Dice tirandome el móvil.
Lo miro y sonrío.
-¿Que dice?
-Buenas noches preciosa, que sueñes con los angelitos. -Leo con una sonrisa.
Le respondí y se lo di a mi hermana para que lo leyera.
-Entonces, ¿me dejas que sueñe contigo bebé? -Lee. -Sois empalagosos.
-Creo que le quiero Lucía, y no me quiero enamorar.
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¿Que os está pareciendo?
¿Con quien creéis que se quedará Elena?
¿Y su hermana Lucía?
¿Que pasará con el divorcio de sus padres?