Camino por los andenes de Atocha siguiendo a las personas, porque no tengo ni idea de cómo se sale de aquí.
Estoy bastante nerviosa, quizás volver a Dani no sea bueno, puede suceder muchísimas cosas y no quiero seguir pasándolo mal.
Veo a una mujer con el móvil y sé perfectamente que es Eva, sonrío y me acerco hacia ella.
-Hola Eva. -La saludo dándole dos besos.
-Buenos días. -Me saluda. -¿Que tal el viaje?
-Largo. -Bufo. -Pero bueno, ya estoy aquí.
-Ven, vamos a casa que querrás soltar las maletas y todo.
-Vale.
Las dos nos montamos en el coche y nos vamos a su casa.
-Es muy bonita. -Digo cuando entro.
-Gracias.
Me enseña toda la casa y la verdad que es preciosa.
-Esta va a ser tu habitación estos días. A la derecha está el baño y en frente está la habitación de los gemelos.
-¿Estan aquí? -Pregunto.
-No. Están ahora en el instituto. Si quieres, el metro tarda unos diez minutos, podemos ir a recogerlos. ¿Quieres?
-Bueno... -Me encojo de hombros y asiento.
-Pues venga vamos.
*Narrador en tercera persona*
-Daniel. -Le llama el profesor de matemáticas por segunda vez. -¿Me puede responder este problema?
-Le estoy diciendo que no lo tengo hecho profesor.
-Intentelo.
-Que le estoy diciendo que no. No lo sé.
Daniel empieza a agobiarse, lleva un tiempo bastante mal, intenta reprimir las lágrimas ante su clase.
-No me diga que va a llorar por no tenerlos.
El joven se lleva las manos a la cara ocultando su rostro.
Ángela, que lo observa desde la esquina de clase se levanta hacia él y le abraza.
-Respira Dani. -Le susurra para que solo él lo escuche.
-No puedo... La necesito Ángela, hoy más que nunca.
Ángela sonríe. Sabe que la va a ver, cuando menos se lo espera.
Ella ha animado a Eva para que venga, solo quiere que su amigo esté bien, y si es con ella lo va a intentar.
-Oviedo y Garrido. Si lo necesitan, pueden salir fuera.
Ángela le da las gracias y salen fuera de clase para despejarse de todo.
*Narra Elena*
La gente empieza a salir, Eva ha ido a comprar el pan un momento y me ha dejado sola. La gente me mira raro y estoy cada vez más nerviosa.
Veo un grupo de gente, y allí están ellos. Una chica bastante guapa está muy pagada a Dani, y de verdad que me pone de mal genio.
Se da cuenta y se para en seco. Aquella chica le revuelve el pelo y le da un beso en la mejilla. Parece que no se quiere mover, ella le agarra del brazo tirando de él hasta que llegan delante mía.
-Hola me llamo Ángela. -Se presenta.
-Yo Elena. -Le sonrío.
-Bueno, ahora no está muy hablador como ves. Así que te rapto un momento que quiero hablar contigo.
Asiento y nos separamos un poco de él.
-Sé que no te he dado muy buena impresión. Sólo soy su amiga. -Sonríe. -Lleva varias semanas mal, y de verdad que me duele verlo así.
-Ángela yo...
-Supongo que tuvisteis vuestros problemas, no lo niego. Pero quiero que me hagas un favor, habla con él. Por lo menos eso, quiero que el Lunes venga con una sonrisa, por favor.
-Lo voy a intentar. Gracias por intentar hacerle sonreír.
-No las tienes que dar Elena. Me tengo que ir. Adiós.
Se despide con la mano y se aleja poco a poco. Yo me acerco hacia Dani.
-¿Estas ahí? -Pregunto pasando la mano por delante de su cara.
Y sin darme cuenta el se va acercando poco a poco hasta acortar las distancias.