Jesús sigue abrazado a mí, han pasado ya varias horas y esto está siendo demasiado duro para los dos.
Todavía no hemos salido del hospital, estoy destrozada.-Jesús... -Susurro acariciándole la nuca. -Será mejor que vayamos al hotel, tienes que descansar.
Jesús asiente, se separa de mí y se quita las lágrimas.
Vamos hacia la puerta del hospital y nos encontramos a su madre y a Nerea en la puerta, los cuatro nos quedamos mirándonos fijamante, y sin pensarlo su madre abraza a Jesús.
-Ella te quería... -Susurra. -Eras lo mas grande para ella. Recuerdala por favor, solo te pido eso.
-Marta yo... No sé que decir... Estoy destrozado.
-Solo necesito saber que la recordarás.
-Te lo primero, ha sido tan importante que es imposible olvidarla.
-Gracias.
***
Al llegar al hotel, Jesús se queda parado durante unos segundos mirando fijamente a un chico.
-Hombre famoso. -Le saluda. -¿Que haces tú por aquí?
-Lo que a ti no te importa chaval.
-¿Y esta mujer tan guapa?
Vale, este tío me da miedo, me escondo un poco detrás de Jesús y el me da la mano.
-Como la toques te vas a enterar.
-No. -Sonríe. -Yo solo venía a darte esto.
Le da una bolsa pequeña con algo dentro, Jesús la abre lentamente y la cierra rápido.
-Toma Elena, que yo a este lo mato. -Me da la bolsa y al mirarla no se que decir.
-Los cables de la moto... -Susurro. -¡Eres un gilipollas chaval!
Me acerco a el y empiezo a pegarle, puede que no tenga mucha fuerza ahora, pero las saco de donde las tengo.
-Eh. Relajate un poco nena.
-No me llames nena. -Le amenazo.
-¿Sabes? No me das miedo. ¿Que vas a hacer, pegarme?
-No. -Sonrío. -Voy a dejar que resalte tu belleza y te voy a dar una oatada en los huevos que te quedaras estéril.
-Y yo me lo voy a cargar.
Jesús me aparta, y esta vez le pega él con mucha mas fuerza.
-¡Jesus! -Grito llorando. -¡Ya está bien lo vas a matar!
-¡El lo ha hecho con Eva!
Me acerco a él, intento separarles, estoy temblando.
-Jesus por favor, para... Vámonos.
-Wow, la mnena me quiere y me defiende.
-¡Gilipollas! -Grito y le doy una patada en los huevos. -Eso es lo que te pasa cuando te metes con quien no debes.
Jesús lo mira con bastante rabia.
-Jesús por favor, vámonos...
Asiente y nos vamos al hotel.
Cuando llegamos en la habitación, me tumbo en la cama y comienzo a llorar.
Jesús se tumba a mi lado y me acaricia la espalda.
-No he mirado el móvil en toda la tarde. -Digo cambiando de tema.
-Miralo, a ver di tienes algo importante.
Le hago caso y lo cojo. Muchísimas llamadas perdidas, de mi hermano, Carla, mi hermana, y más de Dani...
-Tu hermano me ha llamado Jesús.
-A mí también. -Dice él. -Llamado tú que se me ha acabado el saldo.
Marco el numero y lo pongo en altavoz . Al tercer pitido lo coge.
Este fin de semana no poder subir. Estoy en la playa sin internet.