Tras unos minutos hablando, estamos los cinco sentados en la cama, Jesús ha hecho buenas migas con mis primos y Guille.
-Bueno. -Dice Javi levantándose. -Pensaba que ibas a ser el típico famoso que se lo tiene creído, pero me equivocaba.
-No pasa nada. -Responde Jesús sonriendo. -Pero me voy a tener que ir, porque mi hermano tenía que hacer no se qué.
-Yo supongo que te veré en dos días. -Digo suspirando. -Ninguno acompañareis a Carla a la firma, ¿no?
-Yo he quedado con Marta, por los seis meses.
-Y nosotros tenemos partido. -Dice Álvaro sin apartar la vista de Carlos.
-Por cierto, mañana vamos a un torneo de baloncesto, vente. -Le propone Javi a Jesús.
-Vale. -Responde él. -Hasta mañana entonces.
Acompaño a la puerta a Jesús y antes de irse me abraza.
-Tu tranquila, verás como todo sale bien.
-Gracias. -Respondo. -En dos días nos vemos.
-A ti rubia-morena.
*Narrador en tercera persona*
-Sí, yo también te quiero Lucía. -Responde Dani antes de dejar de hablar con su chica.
Observa como su hermano entra en la habitación de hotel que comparten, feliz.
-¿Como es que estas tan feliz? -Pregunta el pequeño de los gemelos.
-Nada, ¿a que no sabes a quien me he encontrado? -Pregunta Jesús.
-No.
-A Elena.
-¿Que Elena? -Pregunta rezando para que no sea ella.
-Pues Elena, ¿a cuantas Elenas conoces tío? -Responde obvio.
-¿De verdad?
-Sí, de verdad. -Añade el gemelo.
-¿Y como está?
-Está bastante bien. -Dice guardando sus cosas. -Por cierto que mañana he quedado con sus primos.
Dani le mira, pidiendo que le cuente más. Pero Jesús niega, dándole a entender que lo que tiene que saber lo tiene que averiguar por su cuenta. Y eso va a hacer.
*Narra Elena*
-Es majo el chico. -Dice Guille dándome un abrazo. -Me cae bien.
-Jesús es increíble, en Mairena era el mejor niño del mundo.
-¿Ya no? -Pregunta.
-No. -Digo cabizbaja. -Ha cambiado, no se si por la fama, por mudarse, o por...
-¿Por qué?
-Por Eva. No sé que ha pasado entre ellos.
-Ella era tu mejor amiga, ¿no?
-Sí, no me he atrevido a preguntarle por ella.
-Ya tendréis tiempo de hablar. ¿Vamos a cenar? Tengo bastante hambre.
***
Subo en silencio las escaleras, pero mi tía me para antes de que terminara de subir.
-Cariño. -Susurra. -¿Podemos hablar?
-Claro. -Respondo bajando de nuevo. -¿Que pasa?
-Siento lo de esta tarde.
-No pasa nada, mejor que la acompañe yo que alguno de sus hermanos o el mío.
-¿De verdad? -Pregunta.
-Sí, de verdad.
-Ah, mañana vendrán unos viejos amigos a cenar, ¿me ayudas a pensar el menú?
-Claro, por cierto. Recuerda que si preguntan por Carlos, es un sobrino tuyo que lo estás cuidado porque sus padres están de viaje.
-Sí tranquila. -Dice dándome un beso en la frente. -No te preocupes.
-Hasta mañana entonces.
-Hasta mañana cariño, descansa.
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