Mayo 2015
Me tumbo en el sofá, cansada. Ya no queda nada para que acabe el curso y lo estoy llevando bastante bien al final, gracias a Dani.
Estos meses han sido angustiosos, pero el me ha ido ayudando y poco a poco lo he ido superando, el es mi amuleto.
-Eh, que te duermes. -Añade Lucia sentándose a mi lado.
-Estoy agotada. -Confieso.
-Además, hace un calor. Podríamos ir a la piscina esta tarde.
Le sonrío a mi gemela y asiento.
-¡Yo no la limpio! -Grito.
-No, la limpiamos las dos guapa.
Termino aceptando y subo a la habitación a dejar la mochila.
He quedado con Dani en 15 minutos, hoy hace tres meses que empezamos a salir. El tiempo pasa muy rápido.
Me moquillo lo suficiente y bajo de nuevo al salón.
-¿Has quedado con Dani?
-Sí. -Confirmo con una sonrisa.
-¿Sabes? A Javi le gustas, me lo dijo el otro día.
-¿Ah si? -Pregunta poniéndose roja.
-¡Te gusta! ¡Lo sabía! -Grito victoriosa.
Ese niño es uno de los mejores que conozco.
Le doy un beso a mi hermana y salgo de mi casa ante la mirada de mi madre, se enteró que estoy con Dani y nuestra relación madre e hija va cada vez peor.
Llego a casa de los gemelos y me abre Jesús.
-¿Tu a donde vas tan guapo? -Pregunto guiñándole un ojo.
-Me voy con mi chica.
Sonrío, Eva y Jesús hacen una pareja perfecta.
-Yo voy a ver al mío, ¿esta?
-Sí, lleva malo todo el día.
-Pasalo bien. -Digo antes de entrar y me corresponde con una sonrisa.
Me cruzo con su madre y la saludo antes de entrar en la habitación de los gemelos.
Llamo y un leve adelante se escucha tras la puerta.
Entro y me siento con cuidado en el borde de la cama junto a Dani.
-¿Como estás?
-Fatal. Tengo muchísimo frío.
Observo que lleva un edredón y un par de mantas junto a un pijama calentito de manga larga y eso que estamos en mayo.
Me acerco para darle un beso en la frente.
-Tienes fiebre cariño.
-Lo siento. -Se disculpa.
-No tienes que sentir nada, estás malo.
Las lágrimas empiezan a recorrer sus mejillas.
-No... -Susurro. -No llores.
-No me gusta estar así. Me agobia.
-Mira, tienes que descansar y verás como estás mejor.
-¿Te puedes quedar conmigo?
Sonrío y asiento.
-Claro, todo el tiempo que tu quieras.
Me tumbo a su lado y le rodeo con mis brazos mientras el cierra los ojos lentamente.
-Gracias.
Le doy otro beso y sonrío.
-Descansa un rato, no me voy a ir.
Se va quedando dormido junto a mi.
Al rato entra Jesús.
-¿Sigues aquí? -Pregunta y asiento.
Jesús sonríe y deja las cosas encima de la mesilla.
-¿Como está? -Pregunta mirando a Dani.
-Tiene fiebre.
-Pobre...
Ambos miramos como duerme y se va despertando poco a poco.
-¿Como estás? -Pregunto.
-Mejor...
-Me tengo que ir. Vengo mañana, ¿vale?
Asiente y le doy un beso.
***
Doy varias vueltas en la cama, son las tantas de la mañana y no puedo dormir cuando suena el móvil y lo cojo.
-¿Si? -Contesto dormido.
-Elena, soy Jesús. Que estamos en el hospital.
-¿Que? ¿Por qué?
-Dani se ha desmallado.
Me incorporo rápidamente en la cama.
-Voy para allá. En veinte minutos estoy allí.
-Gracias.
Cuelgo y voy a avisar a Lucía.
-¿Que pasa? -Pregunta frotándose los ojos.
-Me voy al hospital, cubreme.
-¿Por qué? -Pregunta preocupada.
-Dani se ha desmayado. Si no voy al instituto mañana diselo a la tía.
-Tranquila, luego llamo yo a Jesús.
-Te quiero fea.
Salgo rápidamente de mi casa y consigo llegar rápido al hospital.
-Jesús. ¿Como está?
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Siento tardar tanto en subir, pero no he tenido mucho tiempo esta semana.