Yui permaneció sentado en la cama, con la espalda apoyada en la pared, leyendo una y otra vez el guión de la obra. La primera vez que lo había leído había considerado que no había prestado demasiada atención a la historia y por eso aún seguía sin comprenderla completamente. La cuarta vez que cerraba el libro tras releer dos veces la última hoja, estaba convencido de que Suzuki debía estar drogada cuando se inventó y escribió aquello. Era imposible que un ser humano, en su sano juicio, escribiera algo tan ambiguo y retorcido, a menos, como era el caso de esa arpía, que su juicio estuviera bastante en duda.
Se levantó despacio y se estiró con pereza, dejando el libro sobre la mesa y dispuesto a prepararse una buena cena. Se la merecía después de pasar horas en el club de teatro, inútilmente, ya que Suzuki le había sentado en un rincón, apartado del resto como si le estuvieran castigando, y usando el pretexto que desde allí podría ver los ensayos y concentrarse en leer la historia y aprenderse su papel. Algo bastante ridículo, ya que su mente había estado más pendiente de otra cosa y su mirada siempre alerta, siguiendo todos los movimientos de Izumi y Asaki. Cuando salió del teatro se sentía como un completo idiota y una y otra vez, pasaban las expresiones atónitas de sus dos amigos cuando le vieron pasar con el cortejo de miembros del club de teatro y les dijo, con una sonrisa excesivamente forzada, que había decidido continuar en la obra.
Se preparó algo rápido pero abundante para cenar, más escogiendo lo sobrante de días anteriores que tuviera un aspecto bastante comestible, y masticó en silencio, un poco abstraído, escuchando los amortiguados sonidos de la casa y el ruido que hacía al masticar, repasando con desgana las partes en que la protagonista salía en la obra.
Por más vueltas que le daba, seguía sin comprender exactamente de qué iba la historia... Sabía, algo que había llegado a la conclusión después de leerlo tres veces, que era una historia de amor... bastante trágico o retorcido, en su opinión, haciendo que Romeo y Julieta pareciera una historia llena de felicidad en su lugar. Hasta donde llegaba a comprender, el protagonista, un macarra de cuidado y líder de una banda callejera, tras un día de aburrimiento deciden molestar en el internado para señoritas que se encontraba a las afueras y que estaba únicamente ideado para hijas de importantes y ricos.
El ambiente severo y excesivamente restringido hacen que las chicas de más edad en vez de sentirse amenazadas, deseando un poco de aventuras y salir un poco de las cuatro paredes religiosas que las encerraba y ahogaba, vieron una oportunidad de escapar, siguiendo fácilmente el juego, a excepción de una de ellas, la protagonista, con una actitud honrada, católica y altiva, ve en sus compañeras de cuarto un comportamiento indecoroso y repulsivo, haciendo que el protagonista, viendo en ella un desafío, la persiga, la seduzca y finalmente haga que la chica se enamore de él, cayendo en su trampa.
Hasta ahí, Yui no veía nada demasiado extraño en la obra, pero todo se complica retorcidamente cuando, una vez ella se queda embarazada, y para frustración del chico, no muestra ningún signo de debilidad, desafiando a la situación en la que se encuentra y furioso, aún con deseos de destrozarla, la convence, manipulándola de la peor manera a que se escape con él.
Ella acepta, por supuesto, cargando con todo el remordimiento, dudas y el aspecto religioso en el que esta continuamente sumergida la obra y los prejuicios que una y otra vez se utilizan para herirse y atormentarse, algo que al principio sólo es por parte del chico, quien una vez dentro de su casa, en el barrio más pobre y conflictivo de la ciudad, ella hace un esfuerzo titánico para poder aprender a convivir con él allí, apartada de todas las comodidades y protección que la brindaba su familia y posición social. Pero, una vez muere el bebe a los pocos meses de haber nacido tras sufrir una enfermedad mortal al verse privado de las medidas sanitarias básicas, él descubre finalmente que en realidad estaba enamorado de ella, justo en el momento en el que ella, una vez privada de todo lo importante para ella y comprendiendo finalmente que sólo fue un entretenimiento para él, llega al punto en el que se ve incapaz de perdonarlo, comenzando una batalla personal en la que el odio, rencor y los deseos de destrozarse el uno al otro es lo único que los mantiene unidos, estando el amor tan presente y hundido que ni hasta el final, cuando ella muere, son capaces de perdonar, algo que después de diez años, los dos estaban dispuestos a hacerlo pero que eran lo suficientemente orgullosos como para no poder hablar de eso. Fin de la historia.
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Eternidad (chico x chico)
Teen FictionMasato Asaki es un famoso modelo internacional que acaba de trasladarse al instituto de Yui. Al principio el modelo muestra una imagen y una forma de ser perfecta y encantadora, haciendo que Yui, al igual que todas sus fans tengas una idea muy equiv...