Eternidad (chico x chico)

Capitulo 31

Yui miró a Asaki sorprendido, parpadeando varias veces mientras se recuperaba de la sorpresa.

—Muy gracioso —murmuró casi sin voz, seguro de que sus palabras no habían tenido la fuerza y la gracia que pretendían tener—, pero no me lo trago.

Asaki se encogió de hombros y se levantó grácilmente empujando las manos en el colchón. Yui se puso rápidamente a la defensiva, rígido mientras observaba al modelo acercarse a él

—Tú mismo, pero digo la verdad. Iyori abrió este local hace unos ocho años. Desde entonces ha ganado mucha popularidad... y no siempre estuvo aquí, por supuesto.

—Por supuesto —masculló Yui, repitiendo de mal humor las palabras de Asaki—. ¿Y qué opinan tus padres del lucrativo trabajo de tu hermana?

¡No iba a caer en su trampa! La broma de Asaki estaba siendo de muy mal gusto... Yui retrocedió cuando Masato llegó a su altura y la sonrisa del modelo se amplió divertida pero no trató de detenerlo; se detuvo y ladeó la cabeza juguetonamente.

—A mi padre le da igual —se encogió de hombros—. Diría que no sabe a lo que se dedica, pero ahí sí que mentiría —sus ojos se entrecerraron y adquirieron un brillo peligroso—, y mi madre... bueno, ella seguirá fingiendo que no existe.

Yui lo miró fijamente durante unos instantes, ni siquiera estuvo seguro del tiempo que pasó pero cuando finalmente volvió a reaccionar y abrió la boca, notó la garganta seca.

—¿Estás habando en serio?

—Lo hago.

—¿Tu hermana es una prostituta?

—Algo así.

—¿Tus padres pasan del asunto?

—Más o menos.

—¿Por qué?

Yui sacudió la cabeza incrédulo. Puede que su hermana no fuera una santa. Se había enamorado y había huido con su novio con quien sabía que se había casado y desde entonces recibía muy pocas llamadas y muchas menos visitas. En realidad no la había vuelto a ver desde que se había ido... pero de ahí a eso...

—Porque es más fácil de esa manera, ¿no crees?

Yui bufó pero siguió manteniendo las distancias con el modelo. Por lo general era más fácil mantener una conversación con Asaki cuando éste no podía tocarle.

—Dices que tu hermana trabaja en un burdel y que a sus padres les da igual... ¿quieres que me crea eso?

Asaki lo miró fijamente por unos momentos, después sacudió la cabeza y dio un nuevo paso hacia él.

—En absoluto —dijo con un extraño siseo en la voz—. Nunca he dicho algo como eso.

—¿Eh?

Asaki lo alcanzó y Yui retrocedió bruscamente, chocando contra uno de los muebles y se movió torpemente hasta la pared.

—Con Iyori sólo comparto el padre, no la madre.

            Yui pegó la espalda a la pared y aunque por un momento pensó en deslizarse hacia cualquiera de los dos lados cuando el modelo terminó por detenerse frente a él, decidió quedarse quieto.

            —No quiero ningún tipo de ese servicio de mierda del que hablas —gruñó, incapaz de mantener la mirada fija en los ojos dorados del modelo.

            —¿Oh? —murmuró Asaki inclinando un poco la cabeza hacia delante pero sin llegar a tocarle, deslizando un dedo desde su cuello hasta su vientre, lentamente, recorriendo su pecho sin prisa y sin dejar de mirarlo—. ¿Estás seguro de eso?