Capitulo 44

12.9K 846 146
                                    

Yui sostuvo la mirada de Asaki sin vacilar, agradecido de que a esa distancia no pudiera escuchar sus latidos del corazón y tras unos instantes, cruzó los brazos con fuerza.

—¿No me has escuchado? —soltó, dejando escapar un suspiro, más para tratar de calmarse.

¡Maldito enfermo...!  Maldito... Yui farfulló algo antes de desviar agobiado la mirada. El modelo era un maldito enfermo depravado sexual... Nadie podría jamás negar sus malditas aficiones y necesidades sexuales al punto de rayar en la obsesión... así que, ¿cuándo él había estado tan consciente, tan atento y a la espera de que Asaki lo tocara? Él no era así... él no era como Masato... ¡Joder! Enamorarse era definitivamente una mierda...

—Te he escuchado perfectamente.

—Nada de sexo en tu casa.

Al menos no mientras estuviera Shina... ya sólo porque la situación en sí era bastante vergonzosa con el tema del hermano... Yui sacudió la cabeza y trató de enfrentarse al problema que tenía delante.

—¿Planeas marcar una nueva lista con normas?

El tono de Asaki no mostraba ninguna emoción, pero Yui notó la aspereza en el  tono que había usado para hablar.

—¿Debería? —aceptó Yui el desafío.

—Bien, ¿Por qué quieres comenzar?

Yui hizo una mueca y suspiró.

—No hablas en serio, ¿verdad?

—¿No eres tú quien está de acuerdo con comenzar una nueva lista con normas?

—Lo he dicho —soltó Yui despacio, pasando el peso de una pierna a otra—, pero estaba bromeando —en parte—, pero no me refería a eso, bueno sí, a todo. ¿De verdad quieres hacerlo ahora?

Asaki lo miró atentamente y asomó una nueva sonrisilla que hizo que Yui quisiera asesinarlo en al acto.

—¿Qué?

Los dientes de Yui rechinaron. ¡Había hecho la pregunta para fastidiarlo!

—¡No dormimos nada ayer! ¿No tienes sueño o la única función necesaria de tu cuerpo es la que tiene que ver con esa cosa?

La sonrisa de Asaki se hizo más amplia, burlona, divertida y con una pizca de sensualidad en la forma en la que lo miraba. Yui resistió el impulso de echarse hacia atrás.

—¿Quién estaba hablando de sexo?

La manera que Masato tuvo de hacer la pregunta hizo que Yui perdiera completamente las energías; se sintió perdido y mareado y no ayudó a que se sintiera mejor la manera que su rostro adquirió alguna tonalidad extraña.

—Dijiste... —soltó caprichosamente, sin fuerza en la voz—. ¡Lo dijiste!

—Hablaba de dormir, Yui —aseguró Asaki conteniendo mal la risa—, ¿sabes? Se hacen otras cosas en una cama además de sexo —murmuró en voz más baja, metiendo las manos en los bolsillos y se inclinó hacia delante—. Parece que no tienes otra cosa en la cabeza.

Yui farfulló algo, maldijo sin sentido y cuando por fin cerró la boca y apretó los dientes con fuerza, posiblemente la cabeza había comenzado a echar humo, vapor posiblemente.

—¡No soy yo quien piensa en eso!

—Lo demuestras muy mal —aseguró Asaki haciéndose el inocente, aunque no trató de borrar la sonrisa burlona—. ¿Y bien? ¿Qué me dices de ir a la cama? A dormir, por supuesto —añadió entre risas.

Yui sorbió con fuerza y pasó por su lado, dándole un codazo y entró una vez más en la habitación, metiéndose en la cama y se puso en la orilla de la amplia cama, de lado, escuchando las pisadas del modelo y su risilla mientras se desvestía tranquilamente y se acostaba a su lado.

Eternidad (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora