Capitulo 39

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—De acuerdo —musitó Yui, mirando de reojo al grupo de periodistas que se había amontonado en el hall del hotel a la espera de que Asaki apareciera en cualquier momento.

Cuando había bajado, todos casi se le habían echado encima y Yui había temido por un momento que lo hubieran visto entrar con el modelo pero al final se habían dado cuenta que él no era Asaki y se habían alejado decepcionados.

Yui había escuchado algunos retazos de conversación en los que algunos aseguraban haber visto entrar a Masato con una chica al interior del hotel mientras que otros se mostraban algo escépticos ante esa idea, alegando que era improbable que la fuente que había dado la información fuera errónea y que hubieran estado persiguiendo a alguien equivocado.

En realidad había mucha especulación, pero tanto si era verdad como si no, no parecían que se fueran a mover de allí en un buen tiempo.

—Es mejor que se quede en el hotel hasta que pueda resolver la situación. Díselo.

—Sí... ah...

—¿Hay algo más?

Wataneki no parecía muy preocupado con la situación, aunque sí un poco alarmado.

—Asa... —Yui sintió como se sonrojaba. Sabía que Wataneki conocía su relación con Asaki... al menos la relación que hubo entre ellos y hablar con él le resultaba incómodo—. Masato-san me ha pedido que le eches un vistazo a su hermano. Si él no vuelve a casa, Shina pasará la noche solo en casa y puede que esté preocupado...

Nada de eso. El adorable hermanito pequeño de Asaki era quien había creado esa situación y a cada minuto que pasaba, Yui no sabía si sentirse ansioso o culpable de todo lo que estaba pasando.

—Sí, me haré cargo de la situación —Hubo una pausa—. Procura que Asaki mantenga la calma.

—Ah... sí, lo intentaré.

Remordimientos...

¡Uah! Yui colgó y sacudió con fuerza la cabeza, como si tratase de alejar los sentimientos de culpa y caminó despacio hasta los ascensores, deteniéndose a mitad de camino mientras seguía escuchando a los periodistas y fotógrafos reunidos que habían pedido algo de beber y hasta de comer, nada dispuestos a dejar de custodiar la puerta de entrada y decidió subir por las escaleras.

Cuando abrió la puerta, Yui buscó con la mirada a Asaki dentro de la habitación, encontrándolo de pie, cerca de la ventana.

—Está la entrada llena de periodistas —dijo nervioso, desesperado por hablar de algo.

Iba a ser difícil mantener una conversación con Asaki después de todo.

—¿Has hablado con Wataneki?

Oír su voz era casi un alivio, pero seguía siendo desesperante que no se girara a mirarlo.

—Sí...

—¿Qué te ha dicho?

—Que te quedes aquí.

—¿Sólo eso?

—Que él se hará cargo de la situación.

—¿Y Shina?

—También se ocupará de él.

—Bien —dijo tras una pausa, apartándose finalmente de la ventana. Yui se puso rígido, a la espera de que el modelo se acercara, pero ni siquiera lo miró; fue hasta la cama y recogió la bolsa que suponía tendría los dulces que Shina le habría pedido y los dejó sobre una mesita que pareció cojear ante el peso de los dulces. Yui apretó los puños—. Ya puedes irte.

Eternidad (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora