Capitulo 12

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—¡Voy!

¿Quién demonios podría ser a esa hora? Yui caminó enfadado hasta la entrada. ¡Seguro que era Isahi! ¿Se habría emborrachado y no tendría valor para volver a su casa? Ya hacía bastante que no acudía lloriqueando a su casa a las tantas de la noche para que le dejara quedarse en casa. ¿Qué parte de querer estar sólo no entendía su amigo? No estaba de humor para estar escuchando sus gemidos y premoniciones de que se encontraba tan mal que se iba a morir.

El timbre siguió sonando sin detenerse y para cuando llegó a la puerta estaba más que dispuesto a asesinar a su amigo.

—Vete a dormir la mona a otra parte, bastardo de...

Yui abrió la puerta y enmudeció al instante. Su mirada se encontró con la de Asaki, quien mantenía una sonrisa neutral y apartaba el dedo del timbre.

—Yo también me alegro de verte.

¿Era su imaginación o estaba siendo sarcástico?

—¿Qué haces aquí? —murmuró en un tono muy bajo, aún sorprendido de ver al modelo tras la puerta de su casa después de que éste hubiera desaparecido por dos semanas.

—¿No vas a invitarme a pasar?

Seguía siendo sospechosamente amable con él. Aún así se hizo a un lado y dejó que entrara a su casa antes de cerrar la puerta a su espalda. Se mantuvo algo alejado del modelo mientras éste inspeccionaba a su alrededor con la mirada y sin dejar entrever nada de lo que pensaba. Yui se cruzó de brazos tratando de calmar los nervios y buscó el recuerdo del enfado que había estado reprimiendo hasta poder encararse con aquel chico.

—Aún no me has respondido la pregunta —insistió, orgulloso de la tonalidad y la fuerza que habían tenido sus palabras, algo que sólo duró hasta que Asaki se dio la vuelta.

—¿No eras tú quien me acusaba? —¿Ah? ¿Así que estaba allí porque estaba enfadado con él? —Espera. ¿Qué ponían los mensajes? "Maldito depravado", "¿con quien te lo estas montando ahora?" "Eres un degenerado" "Estas enfermo" "¿Piensas con algo más que la mitad inferior de tu cuerpo?"  —Asaki siguió numerando todos los mensajes que Yui le había escrito en un ataque de furia y a medida que los oía con la tranquilidad y la sonrisa neutral que siempre tenía el modelo iba poniéndose blanco, hasta sentirse mareado cuando finalmente Asaki terminó—. Bien —continuó tras una breve pausa en la que lo observó en silencio, sin borrar la sonrisa pero con una intensa mirada en sus ojos dorados—, he estado trabajando unas doce horas diarias, sin contar el tiempo de pausa para comer, las horas de viaje diarias y las pocas que quedaban para dormir algo, aparte de leer tus agradables mensajes e ignorar mis llamadas cuando traté de localizarte.

—¡Já! —masculló sin ninguna fuerza, pero necesitando defenderse—, ¿te recuerdo que llegaste a colgarme el teléfono?

Asaki enarcó una ceja, pero no borró la sonrisa.

—Nunca respondo el teléfono en horas de trabajo. Es una regla. ¿No te lo puse en un mensaje?

—Creo que tu respuesta fue "estoy ocupado".

—¿Y no es lo mismo?

—Viniendo de ti podría haber sido cualquier otra cosa. No te molestaste en decirme lo que estabas haciendo.

¡Y seguro que Suzuki se sabía hasta el último detalle de lo que tenía que hacer y lo que hacía! ¡Era tan frustrante!

—Me tomo en serio mi trabajo —Su trabajo sí, pero a él no. Yui se puso a la defensiva. Se sentía en ese momento como un idiota tras escuchar de los labios de Asaki todos los mensajes que le había enviado y la forma en que se había comportado. ¡Todo parecía muy infantil tal y como él lo decía! ¡Maldita sea! ¡Tenía derecho a estar enfadado!—, pero, ¿cuál fue la respuesta a uno de mis mensajes? —¿Aún había dicho más? Yui apartó la cabeza—, "Tú, mentiroso y enfermo de mierda, cumple las malditas normas" ¿No fue eso lo que dijiste? —Posiblemente lo habría dicho—. Entonces esa es la respuesta.

Eternidad (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora