Capitulo 46

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Yui esperó a calmarse un poco antes de salir del aula y caminar despacio por los pasillos antes de llegar a la salida.

Estaba furioso, cansado de lidiar con la gentuza que rodeaba al depravado de Asaki y cansado de que ninguno de ellos lo viera como pareja del modelo. Sin darse cuenta de que lo hacía, se llevó la mano a la cabeza y se tocó el cabello, preguntándose si no debería hacerse algún cambio...

—¡Yui!

Yui apartó alarmado la mano del pelo y lanzó una mirada culpable a sus amigos, odiándose por haber pensado, aunque fuera por un momento en ir a cambiarse el aspecto. Él era como era y no tenía por qué cambiar por nadie. Además, si le gustaba a Asaki, algo en él debía tener que le gustase... pero, ¿qué?

—¿Yui?

Yui volvió a levantar la cabeza, dándose cuenta de que había vuelto a olvidarse de ellos.

—¿Qué?

Isahi fue el primero en alcanzarlo.

—¿Qué quería?

Yui no dejó de andar y sus amigos comenzaron a caminar a su lado.

—¿Qué puede querer un idiota? —gruñó fastidiado. Cuanto antes se olvidara del encontronazo, más feliz sería.

—¡No me digas que ha intentado liarte para que hagas otra obra de esas!

—No...

Isahi lo agarró de los hombros.

—¿Quieres que te ayudemos a quitarte a esa gente de encima?

—¿Y cómo piensas ayudarle? —intervino Tamaka, mirando a Isahi con una sonrisa malvada—, si en cuanto aparecen la presidente y la vicepresidenta te encoges de miedo.

—¡Eso no es verdad! Yui, tío, di algo.

Isahi comenzó a zarandearlo, sin soltarlo, mientras seguía gritando incoherencias que Tamaka ignoraba completamente y que Yui hizo exactamente lo mismo. No tenía ganas de hablar, ni siquiera para explicar que el maldito afeminado lo había llamado para hacerle una mierda de declaración de guerra. ¡Era el colmo! Sólo de pensarlo hacía que todo su cuerpo hirviera de rabia y en ese momento parecía que iba a ser Isahi quien terminaría pagando esa furia.

—Oh, es Masato.

Yui dejó las reflexiones de golpe, enfocando el camino del instituto hasta dar con el modelo en la puerta de entrada. No trataba de esconder su identidad, aunque llevaba unas gafas de sol y por los grupitos que se iban creando a su alrededor —aunque a una prudente distancia de Asaki, posiblemente advertidas por la escalofriante presidenta del club de fans y su fiel perrito Ichiko—, Yui imaginó que aquello no tardaría en convertirse en una escena parecida a lo que había vivido cuando los periodistas lo persiguieron al hotel. ¿Dónde se encontraba la bruja jefe cuando se la necesitaba?

Al verlos, Yui notó como sus miradas se encontraban por un segundo y reparó de manera instintiva el brazo que de Isahi que aún rodeaba sus hombros —y la excesiva proximidad de su amigo—, en el momento que las palabras de Asaki resonaban en su cabeza. Sin pensarlo dos veces, Yui apartó el brazo de Isahi con rudeza y lo empujó, alejándose de él a una distancia que consideró más natural.

—¿Qué haces? —protestó Isahi, indignado, recobrando el equilibrio que habai perdido con el empujón.

—Que corra el aire, ¿de acuerdo? —gruñó Yui, notando como su rostro se teñía de rojo al ver el intento de Masato por disimular una sonrisa divertida.

Maldito enfermo...

—Ey —saludó Tamaka. Mantenían las distancias con el modelo, pero Yui admiraba la manera tranquila en la que Tamaka admitía la situación. No sólo por tener que tratar con un famoso de la índole de Asaki, sino el hecho de que fuera el novio de su amigo gay.

Gay... sólo de pensarlo a Yui se le revolvía el estómago.

—¿Has venido a buscar a Yui? —se interesó Isahi, lanzándole otra mirada dolida a Yui, algo que decidió ignorar.

—No necesito que nadie me venga a buscar —soltó Yui irritado, mirando hacia otro lado. Aún podía notar el calor en sus mejillas.

—Sí, he venido a buscarlo —dijo sin embargo Asaki, lanzándole una atrevida mirada a Yui que le hizo palidecer. Yui imaginó demasiado tarde lo que iba a decir a continuación, pero cuando se le pasó por la cabeza, ni siquiera fue capaz de reaccionar antes de que el modelo dijera—: voy a pasar la noche en su casa.

Y, por supuesto, no había nada más que añadir.

—Ah.

—Oh.

No, no había nada más que decir... Yui apretó los dientes y le lanzó una furiosa mirada al modelo, mucho más rojo que antes, pero Asaki se limitó a encogerse de manera indiferente de hombros.

Hijo de...

—Vale, entonces... —Tamaka agarró a Isahi del brazo y tiró de él—, nosotros nos vamos.

—¿Ahora?

—Vámonos.

—¡No hace falta que os vayáis!

Tamaka se limitó a despedirse —o lo que Yui interpretó de un movimiento agitado de mano por encima de su cabeza, o la de Isahi en su defecto—, y Yui se limitó a verlos alejarse para girar el cuello con tensión y miró el rostro perfecto del modelo.

—¿Qué?

—¿Tenías que decirlo?

—¿Qué he hecho de malo? —se interesó en un tono desagradablemente inocente que no encajaba con su maliciosa sonrisa—. ¿No voy a pasar la noche en tu casa?

Yui sintió como el rubor se intensificaba y decidió girarse y caminar, sin levantar la mirada hacia los grupos de chicas que los miraban con la curiosidad plasmada en la cara, mientras farfullaba toda clase de insultos.

Al menos nadie los interceptó en el camino. Mientras se alejaban del instituto, Yui siguió sospechando de que las maniáticas fans no se abalanzaran sobre Asaki debía ser por la sempiterna sombras de Suzuki alrededor del modelo, y que nadie los detuviera en el camino —a Asaki, no a él—, porque Masato tuvo la delicadeza de ponerse el gorro de la cazadora.

Tampoco intentó alcanzarlo, permitiéndole caminar primero, algo que a los cinco minutos comenzó a irritar a Yui, demasiado cabezota como para detenerse y esperarlo.

Cuando finalmente llegó a la puerta de su casa, estaba completamente agotado.

—¿Y Shina? —preguntó derrotado, lamentando no haber hablado con él durante el camino.

Asaki se detuvo a su lado y ladeó la cabeza, apartándose las gafas de sol para dedicarle una de sus llamativas miradas doradas. Yui apartó la cabeza fastidiado.

—Estará bien. Wataneki se encargará de vigilarlo.

—¿No crees que deberías pasar más tiempo con él?

Ni siquiera quería decir eso, pero aún seguía irritado, molesto y la discusión con Izumi no le ayudaba a sentirse de mejor humor... ni el motivo por el que Asaki se encontraba en su casa.

Yui abrió la puerta y entró, escuchando como Asaki se quitaba los zapatos en la entrada.

—¿Tengo que entender que no querías que viniera?

—No he dicho eso —murmuró Yui, suspirando mientras echaba un vistazo a la casa vacía.

—¿Te ha ocurrido algo?

Yui se giró para mirar al modelo. Asaki se estaba quitando la cazadora y como siempre, la dejaba perfectamente recogida sobre el respaldo del sofá. Yui hizo una mueca y levantó la mirada hacia el rostro del modelo.

—¿Algo como qué?

¿Podía hablarle de lo ocurrido con Izumi? ¿Sería demasiado infantil si le decía que estaba harto de las locas jefes de su club de fans?

—No lo sé... —Los dedos del modelo acariciaron suavemente su mejilla y Yui se quedó completamente inmóvil, sin apartar la mirada de los ojos de Asaki que parecían estar devorándole—. Dímelo tú. No puedo adivinar todo lo que ocurre a tu alrededor, ni lo que piensas.

El tono aterciopelado de Asaki atravesaba su mente y su cuerpo y la ligera presión de sus dedos sobre su piel comenzaba a quemar.

—Sólo cosas... sin importancia.

Los dedos recorrieron su rostro, deslizándose hasta su barbilla y finalmente los apartó, bajando el brazo.

—También me interesan esas pequeñas cosas.

Asaki rodeó el sofá, apartándose de él y Yui lo siguió con la mirada mientras se sentaba y echaba la cabeza hacia atrás, haciendo que el cabello golpeara la tela del respaldo para mirarlo.

—¿No te sientas?

—¿Ahí?

Durante unos segundos los dos se miraron. Yui se negó a desviar la mirada hacia lo largo del sofá, imposible que su cuerpo no recordara lo que había sucedido en ese mismo lugar en la casa del modelo y solo cuando los labios del modelo se curvaron en una sonrisa divertida, Yui se sonrojó, maldiciendo por ello y desvió la cabeza, recorriendo los pocos pasos que le separaban del sofá y se dejó caer en él, agarrando el mando de la televisión y la encendió.

—Relájate —la voz de Asaki hizo que Yui se pusiera a la defensiva y agarró con más fuerza el mando, vacilando cuando cambió al siguiente canal—. No voy a hacerte nada...

—¡No sé de qué estás hablando!

—...que no quieras.

Yui dejó de cambiar de canal y giró el cuello para mirar al modelo que también tenía la cabeza ladeada hacía él.

—Pensé que querías hablar —solto Yui a la defensiva, recordándole las palabras de hacía un momento. Su corazón había comenzado a latir con fuerza y el mando le temblaba ligeramente en la mano.

—Sí, es verdad —una vez más su voz aterciopelada. Yui bajó el mando y lo apretó contra el sofá, recordándose que tenía que calmarse. No pensaba dejarse llevar por las emociones que le producía el maldito modelo—, hablar está bien —Asaki apoyó la mano en el sofá e hizo presión para inclinar el cuerpo hacia él, besándolo cálidamente en la mejilla, rozándole el extremo de los labios—, pero no he venido sólo a hablar. Lo sabes, ¿verdad?

Yui contuvo la respiración cuando Asaki volvió a besarlo, esta vez en la barbilla, deslizando la lengua hasta sus labios.

—¡Ya... ya lo sé, joder!

Asaki sonrió, apartándose de él y clavó la mirada en la televisión, un programa de humor que Yui no había visto nunca y apretó los puños, controlando los latidos de su corazón y miró al modelo de refilón.

—Supongo que podemos hablar primero —aseguró Asaki, sin mirarle y sin borrar la sonrisa.

Yui respiró con fuerza.

—Vete a la mierda.

Se levantó bruscamente pero no se movió mucho, la mano de Asaki lo sujetó y tiró de él, empujándolo de nuevo sobre el sofá y lo inmovilizó, sentándose a horcajadas sobre él.

—Si quieres hacerlo solo tienes que decírmelo, ya sabes que yo siempre estoy disponible.

Yui lo miró con los ojos muy abiertos, aún sorprendido y dio un respingo cuando el modelo inclinó la cabeza sobre su cuello y lamió su piel, deslizando una mano detrás de su cuello, obligándolo a levantar la cabeza.

—Espera... ¡uoh! —Yui se estremeció involuntariamente al sentir los dientes de Asaki en su cuello—. ¡Espera un segundo, Asaki!

—¿Qué? —se interesó Asaki en lo que Yui no pudo identificar como diversion o fastidio— ¿Ahora prefieres hablar?

¡Mierda! Era tan retorcido como depravado, pero Yui era muy consciente que no estaba poniendo ninguna resistencia.

—¿No eres tú quién quiere hacerlo?

Asaki levantó la cabeza, liberando su cuello y deslizó más hacia arriba las rodillas, acomodando las piernas entre él.

—Yo siempre quiero hacerlo —dijo tranquilamente con una sonrisa, aunque sus ojos no reflejaban esa serenidad y Yui bajó lentamente la mirada hacia la mano del modelo que comenzaba a desabrocharse el pantalón y volvió a levantar rápidamente la mirada hacía los ojos dorados—. Así que si tú también quieres, tócame.

Tocarle... Yui no se movió; no podía, ni siquiera desvió la mirada a pesar de que comenzaba a hiperventilar.

—¿Eso es un no? —preguntó Masato ladeando la cabeza.

Yui se obligó a mover una mano, demasiado sudada y mientras dudaba donde ponerla, la dejó sobre una de las piernas que lo rodeaba, haciendo que la sonrisa se ensanchara y, sin esperar a que dijera nada, Asaki empujó su cuello hacia delante y lo besó con furia, abriéndole los labios para forzar su lengua en el interior de su boca.

—Espe... —Yui aceptó una vez más los labios del modelo, adelantando aún más la cabeza para saborear un poco más de ellos y mantuvo la boca entreabierta, anhelando el sabor el modelo cuando Asaki se echó hacia atrás—. Yo... esta vez yo estaré arriba.

Asaki se limitó a enarcar una ceja, algo sorprendido y después asintió con la cabeza.

—Claro —aceptó, sorprendiendo ahora a Yui, que no reaccionó cuando se levantó y se arrodilló entre sus caderas, dejando frente a él su entrepierna con el pantalón a medio abrir—. Pero —añadió con una sonrisa, mirándolo desde arriba—, ya que no hay ninguna posibilidad que yo disfrute del sexo con alguien en su primera vez.... —Yui se sonrojó violentamente—, al menos hazme disfrutar primero de otra manera.

Yui levantó la cabeza, apartando la mirada de la zona ligeramente abultada que se veía tras la tela del pantalón y miró el rostro del modelo.

—¿Una...?

—Mamada, sí.

Ni en sueños. Yui no bajó la cabeza hacia el pantalón, pero tampoco se atrevió a mirar a los ojos al modelo, demasiado avergonzado. Si hacía algo así, no sólo sería el peso de las palabras que Asaki acababa de decir, la diferencia entre sus amantes sería tan evidente que sólo de pensarlo le daba ansiedad. Ya podía imaginarse la espeluznante cara de Aki, incluso de Izumi, sin contar que le importaba la opinión del modelo después de su deprimente actuación. Sencillamente, cualquiera de las dos cosas era imposible, pero tampoco había esperado que el maldito degenerado de Masato aceptara algo así. Apretó los dientes y miró hacia la pantalla de la televisión.

—Mejor paso.

Durante unos segundos nadie dijo nada y Yui mantuvo la mirada en el ir y venir de imágenes que no prestaba atención, deseando oir la voz del modelo de una maldita vez. ¿Pretendía torturarlo de esa manera?

—¿Tienes algún problema con esto? —la voz de Asaki sonó dura y Yui se sobresaltó al oírlo hablar finalmente, sorprendido por su pregunta—. Creo que ya lo has tenido dentro en más de una ocasión, los ascos debiste haberlos dejado para antes de decidir salir con otro tío.

Mierda.

—Creo que estás entendiendo mal algo —gruñó Yui, sin ninguna intención de explicar más de eso y, sin dejar que Asaki pudiera decir algo más, clavó la mirada en los pantalones del modelo, abriendo un poco más la cremallera y hundió los labios en él, lamiendo el pene de Masato tras la tela de los bóxer—. No tengo ningún problema, ¿vale?

Asaki volvió a mantenerse callado y Yui comenzó a maldecir, pero finalmente el modelo se apartó y le agarró la barbilla con una mano, levantándole la cabeza.

—No estoy seguro si lo que pretendes es provocarme, fastidiarme o las dos cosas.

Yui hizo una mueca y apartó la mano de su barbilla.

—Yo creía que no querías hablar.

La sonrisa de Asaki se volvió felina.

—Lo tomaré como una provocación entonces —Yui abrió la boca para replicar, pero no tuvo ocasión de hacerlo, Asaki volvió a agarrarlo de la barbilla y tiró de su cabeza, inclinando su espalda para besarlo una vez más mientras esta vez introducía una rodilla entre sus piernas. Cuando apartó lentamente la lengua, volvió a besar sus labios, succionándoselos antes de deslizar los labios a su oído—, dime, ¿cómo lo quieres?

El aliento en la oreja hacía cosquillas, pero Yui no se estremeció por eso.

—¿Qué? —musitó despacio.

—¿Prefieres abrirte de piernas para mí o repetimos el mismo encuentro en un sofá?

Yui contuvo la respiración y apretó los dientes, molesto.

—Vete —murmuró, manteniendo el mismo tono confidencial que Asaki había usado—, a la mierda.

Asaki se puso a reír.

—Entonces elegiré yo...

Yui entrecerró los ojos, observando en silencio y con ganas de asesinar a alguien —se conformaba con borrar esa sonrisa del rostro de Asaki—, mientras el modelo parecía realmente pensárselo. Visto de esa manera y por su experiencia, era imposible que Aki usara el termino dulce en ese maldito sádico enfermo, aunque casi comenzaba a comprender el por qué le gustaba todo aquello a los degenerados amantes de Masato... sólo un poco.

—Aki es masoquista, ¿verdad?

La sonrisa de Asaki se borró lentamente y aunque no llegó a desaparecer, pareció haberse convertido en un rictus congelado.

—¿Aki?

La forma en la que entrecerró los ojos y enarcó ligeramente una ceja fue apenas imperceptible, pero Yui lo notó.

—¡Sólo es una pregunta! —dijo a la defensiva.

Asaki lo estudió por un momento antes de hablar.

—Hasta donde yo lo conozco, no, ¿por qué?

—Ya, claro —gruñó Yui, irritado—, dudo mucho que pueda definir el sexo contigo como dulce y tierno a menos que sea un sádico.

Aunque viniendo de esa gentuza de enfermos no dudaba que fuera eso. Yui suspiró, cerrando los ojos un momento para tranquilizarse y cuando los volvió a abrir, más que calmarse se alteró completamente. Asaki lo estaba mirando con los ojos muy abiertos, sin tratar de disimular la sorpresa y una evidente sombra de culpabilidad en sus ojos dorados.


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Vale, como no tengo mucho tiempo... ya sineto haber tardado tanto en actualizar, pero es mejor que para explicaciones paséis por facebook  ^^

Gracias por leer, votos y comentarios ^_^

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