Eternidad (chico x chico)

capitulo 29

Yui se apoyó en la pared y miró una vez más hacia el mostrador del hotel donde habían comenzado a mirarlo como si se tratara de alguien sospechoso.

Asaki le había dicho que le esperara allí pero llegaba tarde. Yui revisó la hora por décima vez y levantó la mirada en el momento que las dos chicas de recepción cuchicheaban algo entre ellas y lo miraban.

—Genial —musitó de mal humor.

Ya no sólo le dolía el trasero sino que le miraban como si fuera una escoria.

—Perdona. Tuvieron que repetir unas fotos. ¿Has esperado mucho?

Yui sintió como se le ponía la piel de gallina al escuchar la voz de Asaki quien se acercaba a él con una sonrisa y se sonrojó violentamente al verlo, apartando la cara avergonzado.

Desde que había llegado Masato, las mujeres de la recepción habían dejado de prestarle atención o por lo menos no era a él a quien miraban en ese momento. Yui maldijo mentalmente, irritado. ¿Así que si estaba con él ya no era sospechoso?

¿Para qué querías que te esperara aquí? —masculló Yui de mal humor, metiendo las manos en el bolsillo de la cazadora para entretenerse con algo.

—¡Qué poco romántico! —Yui bufó pero miró de reojo al modelo que sonreía con paciencia—. ¿Estás bien?

—¿Ahora te importa? —gruñó, comprobando que no pasaba nadie a su alrededor que pudiera oírlos.

—Siempre me importa.

Yui gruñó algo más, molesto y avergonzado. Prefería fingir que entre ellos no había pasado lo ocurrido hacía unas horas. Era más fácil mirarlo a la cara; aunque no era tan sencillo no recordarlo, sobre todo cuando aún sentía ese intenso ardor...

¡Mierda! Mejor pensaba en otra cosa...

—¡Vale! ¿Y qué quieres?

—En serio, Yui... —Asaki suspiró—. De acuerdo; tengamos una cita.

Yui giró el cuello bruscamente y lo miró sorprendido.

—¿Una qué?

—¿No quieres que hagamos algo típico de una pareja?

Yui imaginó que su cara comenzaba a adquirir alguna tonalidad más oscura al rojo pero pese a saberlo, tardó unos instantes en reaccionar, carraspear y desviar la cabeza.

—Me da igual.

Yui escuchó como Masato suspiraba ruidosamente antes de empujarlo. Se giró furioso pero el modelo ya lo pasaba y se dirigía directamente hacia las puertas del hotel.

—¿A dónde planeas ir? —se interesó una vez estuvieron caminando unos minutos por las calles.

Asaki se había ajustado el gorro de cazadora en la cabeza y lucía un extraño aspecto con unas gafas de sol y una mascarilla que le tapaba parte de la cara, justamente aquello que no ocultaban ya las gafas. Yui lo había observado sin poder evitar sonreír divertido pero al modelo no parecía importarle lo que los demás pudieran estar pensando de su ridículo aspecto.

—¿Qué te gustaría hacer?

—¿A mí?

—¿El cine? ¿Teatro? Hay algunas discotecas abiertas... Me doy cuenta que no sé mucho sobre ti...

Asaki movió el cuello y Yui se sonrojó y apartó la mirada rápidamente con una maldición. Ni siquiera estaba seguro que tras esas gafas le estuviera mirando a él pero su reacción había sido inmediata.

—Me da igual una cosa u otra —masculló en voz baja.

—Pero algo preferirás hacer, ¿no?

Yui se encogió de hombros, aún sin mirarlo.