Durante los siguientes días, Yui estuvo de un humor sombrío. Sus amigos intentaron averiguar qué había sucedido durante los ensayos para comprender su actitud, pero él no estaba de humor para explicar lo idiota que se había comportado aquella tarde y no sólo en el club de teatro.
Tal y como Asaki había prometido, ninguna de las arpías volvió a molestarle y sólo coincidió con algún miembro del club por los pasillos, quienes fingieron no conocerlo. Yui llegó a la conclusión que era lo mejor. Él nunca había querido representar una obra y había sido arrastrado a ello de la manera más ruin que Suzuki había ideado. Pero por mucho que trataba de repetírselo, no podía dejar de admitir que se había dejado fascinar por el ambiente de unión que había visto en la habitación del sótano, donde todos parecían haber disfrutado de lo que hacían... incluso Asaki.
Pero ya no había vuelta de hoja, ¿no?
Masato también fue otro que lo evitó como si de pronto Yui se hubiera convertido en un leproso. No se escondía y Yui suponía que simplemente no coincidían por los pasillos, ya que en realidad, no compartían ninguna asignatura, pero parecía como si todo hubiera sido de manera premeditada.
— ¡Vamos, tío! ¿Qué te pasa? —gruñó Isahi, sentándose encima de su mesa y dejando la escoba a un lado.
Esa semana les tocaba la limpieza de la clase y Yui no se encontraba de humor para seguir la conversación de su amigo y Tamaka, que, aunque no le tocaba limpiar, había decidido esperarlos.
—Estoy bien. Cansado, supongo.
—Estás así desde el martes. ¡Venga ya! ¿Por qué no nos cuentas qué sucedió en el teatro? ¿Te violaron las locas esas?
Yui puso mala cara y miró a su amigo.
— ¿Seguro que te acuerdas de ellas? —Tampoco podía culpar a Isahi. Él no había pasado tanto tiempo con ellas como él—. No se rebajarían tanto como para violar a nadie. Mandarían a alguien que se ocupara de ese trabajo en su lugar.
No pudo evitar la rabia con la que sonaron sus palabras e Isahi se limitó a mirarlo unos instantes antes de encogerse de hombros y seguir barriendo.
—Como digas.
Yui siguió ordenando las mesas hasta que llegó a las de la ventana y la mirada se desvió automáticamente al grupo de gente que aún quedaba en el patio. Como había supuesto al notar a tanta gente junta, en el medio se encontraba Asaki. Vestía el uniforme del colegio pero no llevaba puesta la chaqueta. Las chicas reían y trataban de pegarse a él, pero ninguna lo conseguía en realidad, ya que miembros de su club de fans hacía barricada alrededor del modelo e impedía que ninguna se acercara a él. Asaki no dejó de sonreír en ningún momento, con paciencia y sin alterar la expresión tranquila de su rostro. Yui pegó la frente en el cristal y no pudo evitar dejar escapar un suspiro.
— ¿Fue con él?
Yui se apartó alarmado y miró la cara de Tamaka a pocos milímetros de la suya.
— ¿Qué?
Tamaka se apartó un poco, enderezándose y giró la cabeza para mirar a Asaki que seguía en medio del grupo. Yui enrojeció sin poder evitarlo.
— ¿Tuviste problemas con él? Creo oír que también se encontraba en el ensayo.
Yui bufó y miró a su alrededor. Isahi no estaba en clase.
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Eternidad (chico x chico)
Novela JuvenilMasato Asaki es un famoso modelo internacional que acaba de trasladarse al instituto de Yui. Al principio el modelo muestra una imagen y una forma de ser perfecta y encantadora, haciendo que Yui, al igual que todas sus fans tengas una idea muy equiv...