Capitulo 24

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            Durante unos largos minutos —segundos posiblemente, aunque parecieron eternos—, nadie dijo nada. Isahi y Tamaka se quedaron mirando a Asaki con la cabeza levantada, los ojos fijos y unas expresiones que pasaban de la más absurda sorpresa como la de Isahi a una incalificable como la de Tamaka. Los dos tenían la incredulidad plasmada en la cara.

            Yui, molesto, se cruzó de brazos, sin girar la cabeza hacia el modelo que al igual que todos seguía sin hablar. Sus dientes comenzaron a rechinar peligrosamente.

            —Yui... —musitó Isahi de pronto, sin mover un milímetro la cabeza ni apartar la mirada un momento de la figura de Asaki; ni siquiera borró la expresión de sorpresa e incredulidad.

            —¿Qué? —gruñó Yui en un tono más irritado del que había pretendido mostrar delante de Masato.

            —Creo que deberías mirar antes de hablar —dijo, haciendo un gran esfuerzo por bajar el tono y pretender que fuera confidencial, aunque no tuvo mucho éxito—. Te has equivocado de persona. Él es Masato Asaki... Ya sabes, el modelo de nuestra escuela...

            Yui alzó una ceja y entrecerró los ojos peligrosamente, fulminando a su amigo. Estaba decidido a asesinarlo si seguía hablando.

            —No le hagas caso a lo que ha dicho —continuó, dirigiéndose esta vez a Asaki y permitiéndose hasta lanzar una sonrisilla nerviosa—. Está teniendo algún tipo de crisis y no sabe de lo que...  ¡Uoh! ¿Qué haces?

            Yui volvió a golpearle una vez más, dándole una nueva patada bajo la mesa y consiguió que Isahi no solo se callara, sino que girara la cabeza para mirarlo enfadado.

            —Cállate de una vez —gruñó molesto.

            —Muévete —dijo la voz de Asaki, deteniendo la discusión y haciendo que Yui lo mirara, finalmente. Sus ojos seguían fijos en él, pero su expresión había perdido completamente la sorpresa y había entrecerrado suavemente los ojos. Al ver que no se movía, hizo un movimiento con la mano, irritado, sin mucho interés por demostrar su buena imagen de chico encantador.

            Yui lo fulminó a él también con la mirada y finalmente se hizo a una lado del sillón, dejándole espacio para que se sentara a su lado.

            Isahi volvió a enmudecer y, al igual que Tamaka, siguieron los movimientos de Asaki con la mirada hasta que se acomodó junto a él, frente a ellos, y se quitó el gorro, dejando su cabeza completamente al descubierto.

            —¿No... No...?

            Isahi comenzó a balbucear algo sin sentido y los señaló con el dedo, anonadado, primero a Asaki y luego a Yui, deteniéndose una vez más en el modelo.

            —¿Estáis saliendo? —terminó Tamaka tras respirar con fuerza y carraspear disimuladamente.

            —Sí.

            La respuesta de Asaki fue contundente y Yui lo miró, pero en cuanto los ojos del modelo se desviaron hacia él, apartó la mirada con una mueca. ¿Por qué tenía que resultar todo tan bochornoso? Vergonzoso para él, por supuesto, porque Asaki parecía estar perfectamente en su entorno y sintonía.

            —¿Estás seguro? —preguntó Isahi aún sorprendido, sin creérselo. Yui volvió a darle una patada y su amigo chilló—. ¿Pero qué mierda haces?

            —Cierra la maldita boca.   

            —Eres tú quien has dicho que sales con un tío y... y... —miró a Asaki de refilón e inclinó el cuerpo hacia delante como si de esa manera pudiera crear algún tipo de confidencialidad. Yui se preparó para darle otra patada—. Tío, que es masato Asaki, Masato, tío, Masato.

Eternidad (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora