Eternidad (chico x chico)

Capitulo 18

            —¿Y ahora por qué estás enfadado?

            A Yui comenzaban a molestarle el crujido de las sabanas a su alrededor.

            —Quiero dormir —gruñó Yui sin girarse.

            Hubo un prolongado silencio.

            —¿Y eso lo querías antes o después de tocarme el culo?

            La empalagosa voz de Asaki sonó muy cerca de él y Yui se puso tenso, imaginando la proximidad del cuerpo del modelo; casi sentía el hormigueo de su propia piel ante un contacto que aún no existía.

            —Vamos, Yui, sólo dilo. Esperabas que sucediera algo —la mano del modelo rozó su espalda, recorriéndola suavemente con la yema de los dedos a través de la ropa—, que deseabas que te tocase—. Besó su espalda, aún sobre la ropa, y lo repitió hasta llegar a su cuello, besando la piel desnuda. Yui se estremeció—. Di que me deseas.

            Yui apretó los dientes con fuerza cuando los labios de Asaki se inclinaron sobre su mejilla, apretándolos sobre ella. Cerró los ojos un instante, a penas unos segundos y se incorporó de improviso, obligando a Asaki a apartarse. Aún así, no giró la cabeza para mirar al modelo.

            —Di que me deseas, Yui —insistió Asaki en su espalda, acariciando el extremo de su cabello.

            —¡Sí, vale! —gritó Yui con los dientes apretados—, Sí, sí, mierda, sí —se giró bruscamente—, ¿y ahora qué?

            Asaki sonrió y Yui enrojeció violentamente.

            —Para mi es suficiente —Masato inclinó la cabeza y rozó los labios con los de él, con mucho cuidado, prácticamente ni los tocó, pero fue suficiente para que todo el cuerpo de Yui vibrara—. Te doy una última oportunidad—. El aliento cálido y fresco de Asaki acarició cruelmente su rostro, envolviéndolo. Yui se estremeció—. Si no quieres, lo dejamos y nos dormimos.

            Yui arqueó una ceja, incrédulo. Dudaba que pudiera pegar ojo después de aquello. Incluso antes tampoco hubiera podido dormir en toda la noche, y el brillo ardiente en los ojos del modelo le aseguraba que no sería el único sin dormir si se detenían en ese momento.

            Los dos se miraron intensamente.

            Asaki no quería detenerse. Estaba escrito en sus ojos.

            Y él tampoco.

            Quería besarlo

            Y lo besó. Yui adelantó su cuello y golpeó los labios de Asaki con sus dientes, pero antes de que pudiera apartarse, avergonzado, Asaki lo agarró de la nuca y tiró con fuerza de su cabeza, atrapando su boca en la suya, introduciendo salvajemente la lengua en su interior, explorando, dominando, mientras rodeaba a Yui con las piernas y lo empujaba más hacia él. Su contacto era avasallador y Yui notaba como su cuerpo y su mente se rendía fácilmente a la apremiante y abrasadora avidez que invadía al modelo.

            Lentamente, Asaki separó los labios, mordisqueándolos suavemente antes de volver a besarlo, más despacio, repetidas veces, mientras deslizaba las manos por su cintura y levantaba la camiseta, sin dejar de besarlo.

            —Yui, levanta los brazos —Yui se escuchó emitiendo un quejido de protesta mientras levantaba los brazos y se obligaba a echarse hacia atrás, separándose de Asaki. El modelo sonrió y antes de sacarle la camiseta por la cabeza, volvió a besarlo, sorbiendo su labio antes de separarse.