CAPÍTULO 16: TÚ, YO... Y VALERIE

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CAPÍTULO 16: TÚ, YO... Y VALERIE

Después de una noche increíble, Blaine se despertó en los brazos de su amado, más feliz de lo que nunca creyó llegar a ser. Sam estaba dormido, con sus labios un poco abiertos y emitiendo un ligero sonido que era tan suave que no podía considerarse ronquido. La sonrisa que se dibujó en los labios del moreno fue inmensa, consciente de que el despertador sonaría en apenas unos minutos, decidió ser él quien despertara a su amado.

Volvió un poco su cabeza, lo justo para dejar suaves besos sobre la piel desnuda del hombro del otro. Poco a poco iba subiendo para dirigirse hasta el cuello, consciente de que el rubio estaba despierto, pero siguiendo con su "tarea" un poco más porque sabía que ambos la estaban disfrutando.

El ojiverde gimió de placer mientras rodeaba a su novio con sus brazos. Seguía sin abrir los ojos, temiendo en parte que todo fuera un sueño. Sólo eso podía explicar que todo fuera tan perfecto.

– Despierta, dormilón. – El actor susurró seductor a escasos centímetros de la oreja del otro.

– Un ratito más... Ni siquiera ha sonado el despertador... – El más alto pidió, poniendo la voz como si fuera un niño.

– Queda poco para que suene y tienes que ir a trabajar. – El ojimiel intentó convencerlo.

– Soy la Bella Durmiente, sólo me despertaré con un auténtico beso de amor. – Evans sonrió, consciente de la "trampa" que había creado.

– ¿Y quién te dará a ti un beso de amor? – Anderson preguntó, con una sonrisa aun mayor.

– No sé... Pero hasta que no tenga mi beso de amor, no me voy a levantar...

El despertador interrumpió la escena pero Sam no hizo el menor gesto para apagarlo, por lo que Blaine lo hizo por él. Con una sonrisa inmensa, besó los labios de su amado, consciente de que eso era lo que quería.

– Te amo. – El rubio suspiró.

– Yo también te amo... Ahora ve a la ducha, mientras preparo el desayuno.

Blaine había estado pensando en el futuro desde el día después del juicio, del que habían pasado ya varios días. Sabía que su relación tenía otro ritmo, muy diferente a la de cualquier otra, pero tal vez debían acelerarse algo más. Había pasado su quinto mes de embarazo y apenas llevaba dos y medio con su novio. Sabía que era precipitado, pero teniendo en cuenta que los bebés pueden adelantarse, deberían empezar a preparar la habitación de Valerie, por lo que antes debían aclarar que pasaría con el apartamento.

Al principio, él quería buscar uno más grande, a pesar de que Sam le había propuesto otra solución. Sin embargo, había encontrado una que le gustaba y le hacía más ilusión.

Por eso, aprovechando que era lunes, se dispuso a preparar una cena romántica. Estuvo todo el día cocinando, preparando platos realmente elaborados. Cuando el rubio llegó, sonrió por el dulce olor que provenía de la cocina.

– ¡Blaine! Estoy en casa. – El ojiverde dejó el abrigo, la bufanda, los guantes y el gorro en el mueble de la entrada. Su novio llegó y le dio un beso largo y suave, lo que causó que las mariposas de su estómago se movieran a toda velocidad. Aun se sentía como un adolescente enamorado en presencia del moreno.

– La cena está preparada y la mesa lista. Siéntate, voy a traer las cosas. – El ojimiel comenzó el camino hacia la cocina pero se dio cuenta de que el otro le seguía. – Te quiero lejos de la cocina. Quiero que todo sea una sorpresa.

Después de la deliciosa sopa de verduras que había preparado de primero, pasaron al segundo plato, pato confitado con salsa de frutos rojos.

– Quería hablar contigo de algo. – Blaine informó, llegando al tema que realmente le importaba.

No Pierdas La Esperanza (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora