N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Tenemos un gran salto en el tiempo, espero que os guste esta parte de la historia...
CAPÍTULO 36: GRUPOS SANGUÍNEOS
Los años habían pasado y los niños habían crecido. Valerie ya era toda una adolescente de quince años que conquistaba a cualquier joven que la veía. Era realmente hermosa, con su larga melena castaña oscura y sus grandes ojos azules. Su sonrisa era exactamente igual a la de su papá Blaine, por lo que era un gran añadido a sus encantos.
Alex y Kevin tenían once años. El primero era unos centímetros más alto que su hermano, su pelo moreno estaba algo largo para poder lucir orgulloso esos rizos que le encantaban. Sus ojos eran del mismo color que los de Sam pero con la forma de los de Blaine. La nariz, la sonrisa... Todo eso era también igual a los del moreno.
El segundo llevaba su pelo rubio y liso siempre despeinado, como si no se peinara cuando se levantaba por las mañanas (aunque lo cierto era que pasaba más de 15 minutos para dejarlo perfecto). Seguía siendo el más bajo de los dos y ya no le servía de escusa que había sido sietemesino. Sabía que la estatura era una de las pocas cosas que había "heredado" de su padre Blaine, junto con sus ojos, que eran exactamente iguales a los del moreno.
El matrimonio de Anderson y Evans estaba en su mejor momento. Blaine había estado trabajando en Broadway desde un año después de haber dado a luz y había conseguido gran reconocimiento, tanto como actor como cuando había explotado sus facetas de guionista o escritor.
Sam seguía dibujando series infantiles y también había creado varias películas de animación. Su mayor éxito era en ese momento, ya que trabajaban juntos en la adaptación musical de una de las últimas películas que el rubio había creado y que había conseguido mucho éxito. No era la primera vez que trabajaban juntos, el moreno había puesto su voz a varios personajes y componía todas las canciones originales que aparecían en las películas y las series, incluidas las cabeceras.
Los jóvenes estaban en casa después de sus clases y Sam estaba con ellos ya que no tenía horarios y trabajaba en casa. Sólo tenía fecha de entrega de sus proyectos y aprovechaba cuando sus hijos estaban fuera para trabajar.
Blaine había ido al teatro porque estaban con los primeros ensayos de la obra y él, además de escribir y componer todo el musical, también había sido elegido para el papel de príncipe, algo que su esposo creía que era totalmente adecuado.
Valerie estaba hablando con Phill por teléfono. Sus padres sabían que la chica tenía un enorme crush con ese joven, un año mayor que ella y cuyo atractivo competiría con el de cualquier estrella de Hollywood. Eso no era algo que a los adultos le gustara, creían que esos sentimientos que su hija empezaba a tener eran peligrosos. Ya habían tenido la gran charla con ella, además de que Pam y Stacy, las dos mujeres más cercanas a ella, también habían hablado con ella sobre sexo. Querían que tuviera toda la información antes de decidir, era todo lo que podían hacer por ella. Prohibirle algo sólo aumentaría sus ganas de hacerlo, sobretodo porque era una chica algo rebelde.
– Val, cuelga el teléfono, tienes que hacer los deberes. Después podrás hacer lo que quieras, pero las obligaciones son lo primero. – Sam se asomó a la habitación de su hija, que estaba sentada en su cama con las piernas cruzadas y el teléfono pegado a su oreja.
– ¡Papá! A Phill sus padres no le dicen nada. – La joven protestó.
– Pero yo soy tu padre y sí te lo digo. Cuando termines puedes llamarle otra vez. – El rubio insistió y no se movió de allí hasta que vio a la castaña colgar el teléfono, sentarse frente a su escritorio y sacar su libro de biología.
– No te vayas todavía, necesito saber los grupos sanguíneos de la familia. – La menor explicó.
– ¿Para qué, princesa? – El padre la miró extrañado.
– Estamos estudiando la genética de los grupos sanguíneos en clase y tenemos que hacer una ficha explicándolo con lo sucedido en la familia. – Ella sonrió hacia su padre.
– Esto... Será mejor que dejes eso para cuando venga Blaine. – Sam estaba muy incómodo.
– ¿Qué? ¿Por qué? No importa si no sabes alguno de los grupos sanguíneos, puedo empezar con los que ya sabes y luego añado los que no sepas con la ayuda de papá. – Valerie intentó convencer al otro.
– Cuando venga Blaine hablamos. – El rubio insistió antes de salir de la habitación de la adolescente.
No le habían dicho que él no era biológicamente su padre, sólo las personas que los habían conocido antes de que Anderson fuera asaltado sabían que él no era el que lo había dejado embarazado. Sabía que ese proyecto le mostraría ese hecho.
Cuando Val tenía 7 años tuvieron que llevarla al hospital para que la operaran porque tenía apendicitis. El médico les hizo varias preguntas, entre ellas los grupos sanguíneos. Se dio cuenta de que era imposible que él fuera el padre y tuvo una conversación en privado con Blaine. Evidentemente, éste se lo había contado a su esposo porque ambos ya lo sabían.
Hasta ese momento, Sam no sabía que él, teniendo el grupo AB no podía tener una hija con el grupo 0. Alex y Kevin eran grupo B ambos, algo que sí podía pasar. Por lo que le habían dicho, los hijos de Evans podían ser A, B o AB, aunque si los tenía con Anderson, sólo podían ser A o B. Él no lo entendía muy bien, pero sí sabía que si su hija hacía ese proyecto sin que hablaran con ella, no habría manera de que no se diera cuenta.
Se fue a su estudio, el lugar donde dibujaba. Se habían comprado la casa que primero habían visto después de haber visitado varias durante toda una semana poco antes de nacer sus hijos. Tenía cinco habitaciones, una para cada miembro de la familia y una para estudio de los mayores. Lo compartían Blaine y Sam, aunque el que más lo usaba era el rubio.
Evans sacó su teléfono y marcó el número de su marido, pero no obtuvo respuesta. Sabía que estaría ocupado ensayando y tendría el teléfono en su bolsa, en silencio para que no le molestaran. Por eso decidió enviarle un mensaje.
"Todo está bien, pero ven a casa cuando acabes de trabajar. Tenemos que hablar con Valerie. No te preocupes, no es grave. Te amo."
Después de eso, pasó a ver a Alex y Kevin. El primero ya había acabado su tarea y se la mostró a su padre para que le dejara jugar un rato con la consola. Sam sonrió porque había heredado la inteligencia de su padre. Sin embargo, al segundo le costaba algo más y seguía rodeado de sus libros. El mayor desearía poder ayudarlo pero Blaine se movía mejor en ese aspecto y su hijo lo sabía, por lo que no hicieron falta palabras. Cuando el moreno volviera a casa, se encargaría de todo. Evans no pudo evitar pensar en lo afortunado que era de tener a su marido a su lado después de quince años. Llevaban más de diez casados pero seguían tan enamorados como esa noche de año nuevo en la que juntaron sus labios por primera vez.
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No Pierdas La Esperanza (Blam - boyxboy)
FanfictionA veces a las buenas personas les ocurren cosas malas. Hay veces que por más que quieras conseguir algo, no encuentras el momento de dar un paso para alcanzarlo. La paciencia y la valentía son dos cualidades necesarias para no perder la esperanza...