CAPÍTULO 24: ESTO NO FUNCIONA

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CAPÍTULO 24: ESTO NO FUNCIONA

Blaine y Sam llevaban un año intentando volver a ser padres, pero las cosas no salían como ellos deseaban. Valerie ya tenía dos años y la llevaban a la guardería, por lo que habían librado a la señora Anderson del cuidado de la niña. Con su nuevo trabajo dibujando para una serie de televisión, el rubio era capaz de buscarla cuando acababa en la guardería y el moreno era el que la llevaba por la mañana, por lo que la niña siempre estaba acompañada por uno de sus papás.

Sam había conseguido su nuevo trabajo gracias a la película que había hecho hacía unos meses. Un guionista tenía una gran idea y buscaba un dibujante que la hiciera realidad, por lo que le había pedido que se asociaran. Después de mucho trabajo, todo empezaba a tomar forma. Estaba muy ilusionado y esperaba que la serie tuviera éxito entre los más pequeños.

Por su parte, Blaine había cambiado de productora y tenían un papel protagonista en una obra desde hacía dos meses. No había comentado que buscaba quedarse embarazado, pero el contrato era de seis meses, por lo que no tendría problema en caso de conseguir su deseo, ya que podría agotar los días de trabajo sin ningún problema.

Sin embargo, no todo era felicidad. La pareja se estaba viendo afectada por la frustración que le producía el no tener un hijo. Sam se había obsesionado con que la culpa era suya, que era él quién no podía tener hijos por algún motivo. Blaine estaba tan preocupado que le había propuesto que se hiciera algunas pruebas para ver si realmente había algún problema, pero él se había opuesto. Temía que el médico le confirmara su temor y que su sueño de tener un hijo con el amor de su vida se quedara en eso, un sueño.

Una de las cosas que había producido la situación era que el sexo entre ellos distaba mucho de lo que solía ser. Habían abandonado el amor y la conexión para transformarlo en un mecanismo con el único fin de tener un bebé. Todo lo demás había quedado en un segundo plano para ellos.

Y no sólo el sexo, también se habían distanciado un poco. Tal vez ellos no eran del todo conscientes, pero ya no eran tan cariñosos y amorosos entre ellos. Los besos diarios habían disminuido considerablemente y ya no había citas románticas o demostraciones de amor. Parecía que sus problemas habían traspasado todas las barreras para complicarles su relación.

Los dos últimos meses, Blaine había estado haciéndose los test en privado. No había compartido con su novio ese momento para no meter más presión de la que estaban viviendo y, para su disgusto, seguían siendo negativos. Sabía que podían dar error, pero no notaba ningún síntoma. Ni nauseas, ni mareos, ni engordaba...

Una noche, poco después del segundo cumpleaños de Valerie, la pareja se sentó para hablar. La niña ya estaba en la cama y Sam le había pedido a su amado que tuvieran una conversación. Necesitaba solucionar las cosas. Era consciente de todos los problemas y odiaba que estuvieran así. Aprovechó cuando se fueron a la cama y ya estaban bajo la comodidad de las sábanas.

– Blaine, he estado pensando y creo que... – El rubio se mordió el labio inferior y el moreno se asustó. Durante unos segundos, pensó que el otro iba a acabar con la relación.

– ¿Qué crees? – Susurró sin apenas aire.

– Hemos intentado que tú quedes embarazado pero no lo hemos conseguido. Hay otra posibilidad y es que sea yo el que quede embarazado. Es algo que no hemos intentado y tal vez funcione. – El ojimiel dejó salir el aire que había contenido tras las palabras de su novio, aliviado porque no quería terminar esa relación. El dibujante frunció el ceño. – ¿Por qué estabas asustado?

– Pensaba que me ibas a dejar. – El actor reconoció.

– Eso nunca, mi amor. – El ojiverde lo besó y abrazó, a modo de disculpa de todo lo que estaba pasando. – Yo sólo puedo ser feliz a tu lado.

– ¿Se puede extrañar a alguien cuando lo ves todos los días? – Anderson preguntó, mirando a su pareja a los ojos. Él había echado de menos esos momentos en los que ellos se demostraban su amor sin preocupaciones.

– Yo también te he extrañado, pero vamos a luchar para que nuestra relación siga... Te lo prometo. – Evans aseguró y los dos volvieron a besarse. Esa noche fue la primera en mucho tiempo en la que no tuvieron sexo. Decidieron aligerar toda la presión y la ansiedad de manera que pudieran volver a buscar el tener un hijo como lo habían hecho meses atrás, con amor, con ilusión y con felicidad y no como algo que era casi una obligación. Habían entendido que el estrés no era bueno para ellos y debían conectar de nuevo.

Pam llevaba tres días comprobando que la relación de su hijo con Sam había mejorado. No sabía el verdadero motivo por el cual la pareja había estado pasando por un bache tan grande, pero le aliviaba saber que lo habían solucionado.

Fue al apartamento de los jóvenes para ver a su nieta y se encontró al rubio jugando con ella mientras Blaine trabajaba. La mujer se unió a ellos, sabiendo que si quería saber lo que había ocurrido, esa era su oportunidad. No había manera de que consiguiera la información si su hijo estaba con ellos.

– Sam, me gustaría hablar contigo. – Ella pidió y el ojiverde asintió antes de dejar a la niña jugando mientras ellos se sentaban en el sillón.

– ¿De qué? – El dibujante puso toda su atención en ella.

– He notado que mi hijo y tú tenéis algún problema... – Pam comenzó a explicar pero fue interrumpida.

– Eso ya lo hemos solucionado, no tienes de qué preocuparte. – Sam aseguró.

– He notado que lo habéis solucionado, por eso me atrevo a preguntar. No quería meterme en vuestros problemas. – Ella informó.

– Blaine y yo queremos darle un hermanito a Valerie pero está siendo más difícil de lo que creíamos. Eso nos está afectando. – El rubio confesó.

– Lo que tenéis que hacer es relajaros... Blaine podría pedir dos días libres y deberíais viajar. Podéis ir a algún sitio bonito y romántico. Tal vez así os relajéis y pase lo que tenga que pasar.

– No nos hemos planteado nada, con Valerie viajar sería difícil porque ella tendría que compartir habitación con nosotros y así va a ser imposible encargar un hermanito para ella... – El ojiverde se sonrojó, al final era consciente de que estaba hablando de sexo con su "suegra".

– De la niña no tenéis que preocuparos. Nosotros podríamos cuidarla... O incluso apostaría algo a que tus padres desearían que la dejéis con ellos unos días para disfrutar de ella. Apenas la ven, pero sé que les encantaría cuidarla.

– No sé... – El dibujante tenía dudas.

– Habla con mi hijo y ya nos dirás lo que sea, yo estaría encantada de cuidarla. – La señora Anderson propuso.

– Muchas gracias. Hablaré con él, te lo prometo.

Cuando Blaine llegó, los tres cenaron juntos. Después llevaron a Valerie a la cama y los dos adultos se quedaron viendo la televisión y Sam le contó la conversación con su madre.

– Creo que es buena idea, necesitamos un tiempo a solas y mi madre tiene razón, tus padres querrán tener a la niña en casa unos días. Mañana hablo con mis jefes a ver si me dejan unos días libres y cuando lo sepamos, buscamos un buen destino. ¿Te parece? – El moreno se acercó a su novio.

– Claro que me parece... Pero no tenemos que esperar al viaje para intentar darle un hermanito a Valerie, ¿verdad? – El rubio se acercó para besarlo.

– Tienes toda la razón... Vamos. – El ojimiel se levantó y estiró el brazo para que su pareja le agarrara la mano para guiarlo hasta el dormitorio. Una vez allí, los dos dieron rienda suelta a su pasión, intentando volver a sentir amor en cada gesto y cada caricia. Sólo esperaban que todo volviera a su lugar.

No Pierdas La Esperanza (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora