CAPÍTULO 47: LA FAMILIA CRECE

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N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Muchas gracias a todos por seguir esta historia... Para mí ha sido un placer escribirla y me alegra que haya personas a las que les ha gustado... Este último capítulo podría haberlo llamado epílogo pero bueno, he decidido dejarlo así... ¿Recordáis que cuando empezamos dije que tendría unos 6-10 capítulos? Me ha pasado eso con todas mis historias Blam, es algo raro... Casi todas han empezado como OS y han acabado teniendo muchísimos capítulos... Esto empieza a asustar...

Espero que os guste este final... Y gracias por leer esta historia...

CAPÍTULO 47: LA FAMILIA CRECE

Valerie, Kevin y Alex se encontraban en la sala de espera del hospital acompañados por Stacy y Santana. Sam había entrado con Blaine a la sala donde daría a luz el moreno. Los tres chicos intentaban estar tranquilos pero les resultaba casi imposible. Su padre estaba de parto y eso era algo que pondría nervioso a cualquiera... Sobretodo si llevaban más de 2 horas esperando.

– ¿Cuánto más falta? Parece que no quiere salir. – La menor protestó mientras movía las piernas nerviosa.

– Si no recuerdo mal, tú tardaste mucho más... Kevin y Alex fueron más rápidos. – La latina respondió calmada.

– ¿Cómo fueron nuestros nacimientos? – La castaña preguntó intrigada.

– Brittany y Rachel estaban con tu padre cuando se puso de parto... Sam tuvo tiempo de llegar al hospital y aburrirse antes de que nacieras... Con Kevin y Alex fue más rápido pero complejo. Primero Sam se sintió mal y vinieron al hospital para descubrir que tenían que hacerle la cesárea. Blaine de los nervios se puso de parto... Todo fue tan rápido que no me dio tiempo a llegar. – La rubia explicó con una sonrisa.

– Nunca he entendido por qué se quedaron embarazados a la vez. – Alex miró a las adultas, esperando por fin obtener la respuesta que esperaban.

– No lo planearon... Llevaban años intentando ser padres... Pensaban que no podían serlo y... ¡Sorpresa! – Lopez sonrió.

– Papá me dijo que realmente ninguno habíamos sido planeados... La familia Anderson-Evans es especialista en sorpresas... – Valerie añadió.

Cualquier conversación se detuvo cuando vieron a Sam acercarse a ellos con un bulto en sus brazos envuelto en mantas para que no pasara frío, a pesar de que en el hospital había calefacción. Todos se levantaron para acercarse a él y vieron a la pequeña, con su pelo rubio y su pequeña manita cerrada en un puño con parte de sus dedos dentro de su boca.

– Es hermosa... – La adolescente exclamó haciendo todo lo posible para ponerse frente a su padre. Cuando lo consiguió, le quitó a la niña y comenzó a mecerla con una sonrisa.

– Todo ha salido bien y Blaine está perfectamente. Pronto lo llevarán a una habitación... Gracias por cuidar de los chicos. – Evans miró a su hermana y su amiga.

– No pasa nada... Sólo quiero que me dejéis ser niñera en algún momento. – Santana pidió.

– Te aseguro que nos aprovecharemos de la oferta. – El hombre exclamó.

– ¿Tiene ya nombre? – Stacy quiso saber. El mayor miró a sus hijas y sonrió.

– Jessica Devon Anderson-Evans

La comida de navidad en casa de los Evans era más concurrida que de costumbre. Había un nuevo bebé en la familia y eso hacía que todos estuvieran ilusionados. La pequeña Jessica iba pasando de brazo en brazo por todos los miembros de su familia mientras Blaine y Sam disfrutaban de un rato de tranquilidad antes de la hora de comer.

Sin embargo, la paz no tardó mucho porque la niña necesitaba un cambio de pañal y nadie se presentaría voluntario para eso. Sam se levantó y se dirigió a la habitación. Aprovecharía para cambiarle de ropa y ponerle el vestido que sus hermanos le habían regalado.

Cuando la niña volvió en brazos de su padre, Valerie se levantó para acercarse a ella y cogerla en brazos. La miró embelesada, con sus rizos rubios en la frente y el vestido verde se parecía a alguien...

– ¡Ya tengo un mote para ella! – La castaña anunció.

– ¡No! – Alex protestó. – Tú elegiste el nombre... ¿Por qué tienes que elegir el mote también?

– No importa quién elige el nombre o el mote, lo importante es que a todos nos guste... ¿En qué has pensado princesa? – Blaine intentó calmar a sus hijos.

– ¿A quién os recuerda? – La adolescente preguntó mientras la levantaba un poco para que todos la vieran.

– A ti no, eso seguro. – Kevin se burló y se ganó una mirada de odio de su hermana.

– ¡A Campanilla! – La chica se mostró desesperada.

– Tiene razón. – Mary se acercó a sus nietas. – Es una pequeña hada, ¿verdad? – La abuela comenzó a hacerle cosquillas a la pequeña. Sin embargo, apenas tenía un mes por lo que se acomodó para volver a dormir.

Blaine y Sam se fueron a dormir esa misma noche de Navidad al hotel. Todos no tenían sitio en la casa de los Evans y los abuelos preferían tener a sus nietos allí, por lo que los tres hijos del matrimonio se habían tenido que buscar un lugar para pasar la noche. No era que les importaba, entendían que el matrimonio quería pasar tiempo con los pequeños. Sin embargo, esa situación favoreció que ellos pudieran pasar su primera noche tranquilos a solas desde que habían sido padres de nuevo. Aun tenían pendiente de gastar un fin de semana que Santana y Brittany les habían regalado, ofreciéndose a ser niñeras mientras ellos disfrutaban de tiempo en pareja. No querían dejar a su hija sola con tan sólo un mes, aunque sabían que estaría bien cuidada.

Después de que pudieran demostrarse su amor de todas las maneras posibles, la pareja se quedó desnuda dentro de la cama, dispuestos a tener una conversación antes de caer rendidos por el cansancio.

– ¿Eres feliz? – El rubio preguntó mientras bajaba su mano por el costado de su esposo.

– Claro que soy feliz. Estoy casado con el hombre más maravilloso del mundo, tengo cuatro hijos que nos aman y a los que estamos educando muy bien... Es cierto que echo de menos a mis padres pero no puedo aferrarme a la tristeza, no cuando tengo tantas cosas maravillosas en mi vida... – El moreno lo besó con pasión, queriendo demostrarle así que realmente estaba diciendo la verdad.

– Yo también soy feliz... Tengo todo lo que podía pedirle a la vida y mucho más. Cuando era adolescente siempre me imaginé casado y con hijos pero nunca de esta manera. Lo sois todo en mi vida y no puedo pedir nada más. – El ojiverde acarició la mejilla de su marido.

– No, no quiero más... Con cuatro hijos tengo más que suficiente... Quiero decir, amo a Jessica con toda mi alma pero creo que con ella hemos pasado el límite. – Anderson confesó.

– Te amo. – Evans susurró.

– Yo también te amo. – Blaine volvió a besar a su esposo y se colocó sobre él para comenzar a frotarse con él, buscando una segunda ronda de pasión. No eran adolescentes pero seguían tan enamorados como el primer día y se deseaban tanto que no podían desaprovechar una oportunidad de estar a solas sin tener cuidado de no hacer mucho ruido para que sus hijos no los escucharan o de tener que esperar a estar seguros de que todos estaban durmiendo.

La familia Anderson-Evans era feliz y estaba muy unida. El futuro estaba lleno de cambios de pañales, biberones, ayudar a sus hijos con la tarea, llevarlos a sus actividades extraescolares... Sin embargo, eso era lo que ellos querían... Eso y estar juntos para siempre...

No Pierdas La Esperanza (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora