CAPÍTULO 26: LA VIDA CONTINUA
Sam volvía a casa ese sábado después de salir a correr un poco. Blaine estaba en el salón solo, cosa que le extraño, aunque dedujo que su pequeña terremoto había acabado agotada y estaría durmiendo. Hacía un mes que habían vuelto del "Viaje de Reconexión" como ellos lo habían llamado y las cosas estaban muy bien. Durante ese mes habían estado teniendo sexo todos los días pero se dejaban llevar y, aunque el objetivo era que el rubio quedara embarazado, un par de veces habían acabado cambiando papeles, por lo que había aprovechado su salida para comprar dos test de embarazo, uno para él y otro para su amado.
El moreno le sonrió nada más verlo y sintió como si su mundo se iluminara de nuevo, esa era la sonrisa que sólo le dedicaba a él, por lo que el ojiverde supo que no podía ser más feliz.
– ¿Qué llevas en la bolsa? – El actor preguntó intrigado.
– Dos test de embarazo... Creo que deberíamos hacérnoslos... Quiero saber cuanto antes si vamos a ser padres. – El dibujante comentó.
– Está bien, vamos... – El ojimiel extendió su mano para tomar la de su pareja pero este negó.
– He pensado que podrías ir tu primero. Sabes que hay que esperar hasta que da el resultado y durante esa espera, iré yo. Así, cuando salga del baño, podremos mirar el resultado de una de las pruebas y luego el de la otra. – Evans propuso con algo de timidez.
– ¡Es la mejor idea del universo! ¿Te han dicho alguna vez que eres muy inteligente? – Anderson se acercó y lo besó con dulzura. – Ahora vuelvo.
La pareja siguió las instrucciones que Sam había dictado para ellos y, cuando éste salió del baño, se apresuró a sentarse junto a su amado.
– ¿Se ve el resultado? – Preguntó ansioso.
– Todavía no, falta medio minuto. – Blaine le enseñó el móvil, que llevaba la cuenta atrás de los segundos que faltaban.
– Yo también llevo la cuenta así. – El rubio le enseñó su teléfono, donde también había una cuenta regresiva, pero a la que le faltaban varios minutos más.
Después de casi medio minuto, el moreno susurró un "ya" cuando el aparato marcó 0:00 y cogió el test que él había usado. Miró las instrucciones para asegurarse de que había interpretado bien los símbolos.
– Negativo. – El ojimiel suspiró triste. Le habría hecho mucha ilusión estar embarazado. El dibujante intentó ocultar su decepción, pero aun les quedaba algo de esperanza. Esperaron unos minutos hasta que el otro test estuvo listo.
– Negativo. – Evans no pudo ocultar su frustración y lanzó el test sobre la mesa con desgana. El actor lo recogió y se fue a la cocina para tirarlos. Pasara lo que pasase, no querían que Valerie los viera para no tener que darle explicaciones. No querían decirle que estaban buscando tener otro hijo porque ella probablemente preguntaría todos los días si lo habían conseguido y no estaban listos para esa presión. Ya tenía demasiada sin que terceras personas estuvieran en la ecuación.
– Papi... – La niña salió de su habitación arrastrando su muñeca, la misma que su padre le había comprado cuando supo que era chica. Se frotaba los ojos porque todavía estaba dormida.
– ¡Hola princesa! – Sam hizo un gran esfuerzo por aparentar normalidad. La cogió en brazos y le dio un sonoro beso. Al menos, tenía a su pequeña.
– "Paque". – La menor pidió y el rubio la miró con una sonrisa.
– Vamos a ver que opina papá. – El ojiverde se dirigió a la cocina, donde había ido su pareja, pero éste salió de allí antes de que llegaran a la puerta. – Valerie quiere decirte algo.
– Dime princesa. – Blaine sonrió hacia su hija.
– "Paque".
– ¿Quieres ir al parque? – El moreno preguntó encantado.
– ¡Sí! – La pequeña se movió, aun en los brazos de Evans.
– ¿Os parece si hago unos sándwiches y algunas cosas para que hagamos un picnic? Hace un día fantástico y podríamos aprovechar.
– ¡Si! – Tanto el rubio como la pequeña gritaron felices.
– Mientras, vamos a vestirte, princesa. – Sam se fue a la habitación dejando a Anderson para que preparara la comida para su día de picnic.
Un año pasó desde que Blaine y Sam habían pasado el maravilloso fin de semana en Miami y todavía no habían conseguido quedarse embarazados. Durante esos meses, el principal candidato a tener el bebé había sido el rubio, aunque algunas veces se habían dejado llevar y habían acabado cambiando roles de manera que el moreno también podría haber acabado en estado. Sin embargo, Dios, el destino, la Diosa Fortuna o lo que fuera lo que regía el mundo, no deseaba concederles ese destino.
El ojiverde estaba convencido que era su culpa, pero no podía decir nada porque no se sentía con valor para decírselo a su pareja. Sin embargo, sabía que debía ser sincero, que la mentira no era algo bueno en una relación. Por eso se armó de valor y cuando terminó de acostar a Valerie. Los horarios del moreno le permitían pasar gran parte de la mañana con su hija pero después debía ir al teatro y no solía llegar hasta que ella ya estaba dormida. El ojimiel estaba deseando cambiar de productora para poder salir antes y poder acostarla los dos y contarle los cuentos como siempre y pasar más tiempo con su pareja, pero de momento tenía que quedarse en esa obra.
– Hola amor... ¿Val está durmiendo? – El actor preguntó nada más llegar a casa. El otro se levantó de inmediato para acercarse a él.
– Hola amor... Val está dormida desde hace un rato... ¿Qué tal tu día? – El dibujante preguntó justo antes de darle un beso apasionado.
– Ahora muy bien. – Anderson sonrió, mirando esos ojos que lo tenían enamorado, sin saber qué había hecho para conseguir ser tan feliz.
– ¿Y antes? – Evans también sonrió, pero su sonrisa era más presuntuosa porque sabía que el otro se refería a que estaba bien desde que había llegado a casa a su lado.
– Un asco. Hoy el teatro ha sido un caos y no hemos tenido muchos espectadores. Llevamos dos semanas sin llenar y empieza a notarse en el ambiente... No sé cuanto vamos a aguantar con esta situación... ¿Tú que tal en el trabajo? – Blaine agarró la mano de su novio y lo arrastró al sofá para acomodarse abrazado a él.
– Muy bien... Hemos firmado para hacer otra temporada, así que tendré serie para mucho tiempo. – Sam informó, dándole un beso a su novio en la frente.
– Me alegro mucho, sé que te encanta lo que haces y que puedas hacerlo un año más es una gran noticia. – El moreno estaba realmente feliz por el éxito de su pareja.
– Esta tarde he comprado un test de embarazo. – El rubio informó después de un rato y el otro se incorporó para mirarlo a los ojos.
– ¿Qué? ¿A qué esperas? ¡Ve al baño! – El actor lo animó.
– Lo he hecho esta tarde. Ha dado negativo. – El dibujante aclaró, totalmente serio.
– No pasa nada, mi amor... – Anderson lo besó. – Lo seguiremos intentando...
– ¡No! – Evans lo interrumpió y se levantó para apartarse de él. – Te amo, de verdad, pero ya no comparto tu entusiasmo. Está claro que tú puedes tener hijos por lo que el problema es mío y no me digas de ir al médico. – Se apresuró a decir, levantando la mano para que no intentara interrumpirlo, cosa que ya había visto que el otro quería hacer. – Tanto si es así como si no, no podemos hacer nada al respecto. Quiero que dejemos de intentar ser padres de nuevo. No te digo que volvamos a usar protección pero estoy cansado de test de embarazo, de intentar hacer siempre lo mismo... ¡Olvidémonos de todo! Dejemos de ser dos personas buscando ser padres. Cuando estemos en el dormitorio seremos sólo dos amantes. Tengo una hija maravillosa y un novio fantástico, no necesito nada más.
Blaine sonrió antes de levantarse y besar a su pareja para sellar su acuerdo. Esa noche se olvidó de la cena, el hambre de su amado era mucho mayor que el que tenía su estómago. Por eso se dirigieron a la habitación, con Sam caminando de espaldas, dirigido por su pareja, hasta que sus piernas chocaron con la cama y se dejó caer. Sabía que podía dejar a su amado hacer con él lo que quisiera, porque seguro que lo iba a disfrutar.
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No Pierdas La Esperanza (Blam - boyxboy)
FanfictionA veces a las buenas personas les ocurren cosas malas. Hay veces que por más que quieras conseguir algo, no encuentras el momento de dar un paso para alcanzarlo. La paciencia y la valentía son dos cualidades necesarias para no perder la esperanza...