Te iré a buscar a la salida, ¿qué dices?
— Oye, amigo, borra esa sonrisa de estúpido y presta atención que son los últimos temas antes del examen. —me regaña Brais señalando al frente, su cuaderno esta lleno de garabatos que ni siquiera él debe entender.
—¿Desde cuando tan preocupado? —pregunto dejando el celular a un lado de mi brazo, Kalinda es rápida para contestar, a veces—. Además, no me has dicho donde se metió Enzo. —le recuerdo el tema que evitó hoy temprano—. ¿Peleó anoche? —bajo la voz para que así la profesora no empiece con su discurso del "buen comportamiento", escucharla es un verdadero incordio.
—Sí y lo hicieron —guarda silencio en busca de una palabra apropiada—, digamos sólo que trapearon el piso con él. —asiente apretando la mandíbula para no soltar una grosería, eso supondría ir directo a detención si llegase a oírlo la señora.
—Maldición. —me deslizo en el asiento y agarro mi celular— ¿Tan mal? ¿No se había preparado?
—Queen. —pronuncia y por un instante creo que la llama pero me doy cuenta de que no es así.
—¿Qué hay con ella? —quiero saber dándole un rápido vistazo a la chica.
Tecleo fugaz un mensaje de texto a Enzo. He sabido de peleas perdidas por su parte, sin embargo, nunca Brais lo dijo de tal forma que me hiciera pensar que en verdad lo destruyeron.
—Discutió con Queen minutos antes del gran momento, una vez en el cuadrilátero era claro que no estaba pendiente de la pelea. —explica tomando apuntes—. Esta en su casa, descansando. —informa con un gesto que no logro comprender.
—¿Ella sabe lo sucedido? —me dirijo a Queen. Su actitud es la de siempre, aunque no a hablado tanto con sus amigas como en otras ocasiones.
—Tal vez Enzo se lo dijo. —se encoge de hombros y rasca su frente con el lápiz que tiene en mano—. Ese chico debería establecer límites, o afirmar su posición. —murmura de mal genio.
—¿Qué quieres decir? —coloco mis brazos sobre la mesa y lo miro directamente, no para de escribir y eso me irrita—. Ya basta. —le saco el lápiz y se sorprende por ello—. ¿Qué límites piensas que se deben establecer en la relación de Enzo y Queen? Porque sin duda has apuntado a eso. —digo seguro, lo conozco bien.
—No lo sé. —responde con honestidad y evidente confusión—. Lo personal no debe interponerse entre lo profesional, es obvio. Tú lo sabes. —recupera lo que es suyo y lo guarda junto con sus demás pertenencias.
—Hay cosas que están fuera de nuestro control, Brais. —comienzo diciendo pero callo al recibir un mensaje, el nombre en pantalla me provoca una sonrisa.
Lo siento, estaba en clases. Te espero después.
—Esa sonrisa me dice que tienes razón. —se cruza de brazos a la altura de su pecho y reafirma su postura en la silla—. Hay cosas que no pueden ser controladas. —no identifico su tono, mas poco me importa.
—Siempre tengo razón. —digo orgulloso y él ríe—. Ahora deja de distraerme que quiero prestar atención. —cambio mi expresión a una seria.
Brais sabe que juego y codea mi brazo mientras nos disponemos a escuchar la lección de la profesora.
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La chica común y el boxeador imponente.
RomanceElla tiene dieciséis años. Él tiene veinte. Ella jamás se ha metido en problemas. Él vive para eso. Ella se asusta con mucha facilidad. Él piensa que eso es patético. Ella no quiere enamorarse. Él desconoce ese sentimiento. Kalinda necesita a...