Sólo basta un descuido para que aquellos en los que confías te claven el puñal. Y nada de "por la espalda", te lo clavan de frente. Mirándote directamente a los ojos. Sin importarles nada. Y quien diga que lo hizo por tu bien, miente.
Siempre preferí escuchar la verdad sobre las cosas, por más crueles que fuesen. Quería una base sólida de realidad en mi vida y que no se desmorone por falsedades. Creí tener, dentro de lo que cabe, mi vida bajo control.
Sí, lo admito, no soy el ejemplo mismo de rectitud y tampoco tengo un comportamiento del todo lícito, pero jamás le mentiría a una persona. Menos si ésta me importa. Y, sin embargo, resulta que ellos mienten libremente. Resulta que soy al que todos le ven la cara de tonto y se aprovechan sin titubear.
Soy el estúpido de la historia, a quien hieren gravemente.He soportado demasiadas heridas, los ardores de éstas, tengo miles de cicatrices que nunca terminaría de contar ni aunque destinara toda mi vida a ello.
Estoy cansado de digerir estos males. Ya no sé como enfrentarlos.
Y temo cometer una estupidez. Lo que es característico en mí.
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La chica común y el boxeador imponente.
RomanceElla tiene dieciséis años. Él tiene veinte. Ella jamás se ha metido en problemas. Él vive para eso. Ella se asusta con mucha facilidad. Él piensa que eso es patético. Ella no quiere enamorarse. Él desconoce ese sentimiento. Kalinda necesita a...