Estoy en tu casa. Declan.
Mensaje enviado.
Maldita sea, Cedric. Todo esto es tu culpa, por salir con tus estupideces del amor. Y yo soy más estúpido aún por venir hasta aquí a comprobar algo que no se como enfrentar en caso de salir como pienso. Maldición.
- ¿Hace cuánto conoces a mi hermana? -un chico, el cual nunca he visto pero sospecho es el hermano mayor, se sienta frente a mi.
- ¿Por qué te interesa saberlo? -estoy seguro que ella no le ha dicho nada sobre nuestra... relación. La que sea que tengamos.
- Tú no eres alguien a quien mi hermana se acercaría. -señala convencido.
- Te sorprendería. -murmuro- Pero, ¿cómo es eso? ¿Por qué no?
- Kalinda no es... ella no es la clase de persona que habla o se rodea de otra gente, no por mucho tiempo al menos. Es extraño que haya logrado hablar contigo, siquiera que se haya acercado. -confiesa y, honestamente, me interesa y sorprende lo que dice- No pareces un buen chico. -admite directo y sin titubear.
Eso... no es algo que pueda contradecir, ni lo intentaría. Sin embargo, me molesta un poco que lo diga.
Mi cabeza es un caos irreversible de pensamientos distorsionados. Todo lo que creía estaba bien o tenia sentido,... ya no es tan claro como antes.
- ¿Declan? -la voz agitada de Kalinda nos hace voltear. Quiere recostarse, lo leo en todo su rostro.
- ¿Qué te pasó? -pregunta su hermano levantándose y acercándose a ella.
Ambos empiezan a murmurar, diría que discuten.
El chico parece rendirse y se aleja de su lado, abandona la casa dando un portazo.
- ¿Todo bien? -sin quererlo, soy sarcástico.
- Tú dímelo. -se aproxima- ¿Qué haces aquí?
Vine a verte. Solo que no puedo decirte eso.
No estoy acostumbrado a estas cosas.
Me levanto y atrapo su cintura pegando nuestros cuerpos. Sin más preámbulos, la beso.
Al separarnos el miedo y la sorpresa se reflejan en sus ojos.
- Diablos, Kalinda. -exclamo furioso conmigo mismo y dejo caer mi cabeza sobre su hombro.
ESTÁS LEYENDO
La chica común y el boxeador imponente.
RomanceElla tiene dieciséis años. Él tiene veinte. Ella jamás se ha metido en problemas. Él vive para eso. Ella se asusta con mucha facilidad. Él piensa que eso es patético. Ella no quiere enamorarse. Él desconoce ese sentimiento. Kalinda necesita a...