Guardo tanto silencio como me es posible. Debí salir por la puerta cuando se dio la oportunidad y no quedarme como una estatua en mi lugar sin saber como reaccionar. He estado en peores situaciones, las cuales he enfrentado bien, y ahora sucede que no se me ocurre como salir de aquí. Quisiera golpearme por ser tan idiota.
La puerta de la habitación se abre y yo regreso a la realidad, una en la cual no se que hacer, pero mi cuerpo se relaja considerablemente cuando la veo. Ya suponía que se trataba de su cuarto.
Salgo de mi escondite y me pongo detrás de ella cerrando la puerta a lo que se gira y sus ojos se abren a más no poder. Cubro su boca evitando que un grito salga de ésta y le señalo que haga silencio.
Asiente repetidas veces como una niña a lo que sonrío. Es muy... interesante.
- ¿Creíste que me había ido? -quiero saber mientras alejo mi mano de su boca.
- Eso esperaba. -murmura nerviosa y observa con miedo detrás de mi.
Volteo y lo único que veo es la puerta. ¡Ah!... Ya entendí. Coloco el seguro y me concentro en ella.
- ¿Mejor? -le doy su espacio ya que parece que va a colapsar en cualquier momento.
- Un poco. -admite sin mirarme-. ¿Cómo saldrás de aquí? -susurra más para ella que para mi. Debe estar debatiendo sola y aunque me gustaría aportar algo no puedo ya que no se me ocurre nada.
Retrocede tres pasos y luego voltea dirigiéndose hasta un escritorio. Se sienta en la silla y apoya sus brazos en la superficie. Entonces, deja caer su cabeza.
Por un instante pienso en preguntar que hace pero descarto la idea. Sus pensamientos deben estar hechos un lío y solo trata de reorganizarse. Ha admitido tener una vida sencilla por lo que algo como esto no entraría jamás en sus planes.
No pido respuestas ante la obvia pregunta y me acerco a su cama, sin importarme me acuesto sobre ésta usando mis brazos como almohada.
Creo que aquí hay para rato.
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La chica común y el boxeador imponente.
RomanceElla tiene dieciséis años. Él tiene veinte. Ella jamás se ha metido en problemas. Él vive para eso. Ella se asusta con mucha facilidad. Él piensa que eso es patético. Ella no quiere enamorarse. Él desconoce ese sentimiento. Kalinda necesita a...