Algo más que amigos (Gay)

Capítulo 39 (Una visita desagradable al hospital)

Por la sombra que se formaba no cabía duda que era un hombre el que caminaba en mi dirección, a medida que se acercaba podía distinguir que en efecto era un chico, alto, vestido de negro y una tonalidad de piel tan pálida que fácilmente pudiese pasar por las descripciones típicas de los vampiros en las novelas de ficción, lamentablemente este encuentro no tenía nada de sobrenatural ya que, una vez el individuo paso por debajo de uno de los postes encendido en la calle, pude ver perfectamente de quien se trataba.

Isaac - Que sencillo fue sacarte a solas de la fiesta - Dijo deteniéndose a un par de pasos de distancia con una risita de superioridad en su voz -

Román - Así que fuiste tú quién dio el aviso de que era necesario mover el carro? - Pregunté deteniéndome también -

Isaac sonría sin decir nada, estudiándome de pies a cabeza. Me miraba a los ojos supongo que esperando detectar algo de miedo o nerviosismo de mi parte, debo confesar que aunque esta situación me descolocaba un poco, no me encontraba asustado, Isaac a pesar de ser más alto que yo, era muy delgado y además iba borracho a más no poder, así que no sería muy complicado apartarlo del camino para regresar a la fiesta.

Isaac - Tú y yo tenemos que hablar algunas cosas a solas - soltó con ese tono tan fingido de villano de telenovela que pretendía intimidar -

Román - Isaac, aunque te creas este papel de acosador y malo de película, la verdad es que ya aburre un poco, yo no tengo nada que hablar que contigo.

Di un paso adelante para pasar por un lado de Isaac de regreso a la fiesta, el alto dio un paso a la derecha colocándose de nuevo frente a mí, me sonrió con desprecio mientras metía una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta de cuero.

Resople algo exasperado por la situación e hice una mueca de fastidio antes de dar un paso más hacia delante, de pronto, Isaac sacó la mano que guardaba en el bolsillo, en ella llevaba un objeto rojo, cuando di un paso más en su dirección fue que distinguí que era una navaja de esas multiusos de una marca conocida, el chico desplego la afilada hoja metálica con una mirada desquiciada en su rostro lo que me obligó a detenerme en seco, incluso a dar un paso corto hacía atrás.

Isaac - ¿Qué paso mariquita no ibas a la fiesta? - Espetó entre risas - O es qué ahora si me vas a tomar en serio?

Me quedé en silencio sin saber que decir, la calle permanecía solitaria y la situación ya comenzaba a asustarme, necesitaba encontrar la forma de distraer a Isaac para volver a la fiesta, o al menos convencerlo de bajar la navaja.

Román - ¿Qué quieres que hablemos? - Rompí el silencio sin perder de vista ni por un segundo mientras hablaba la mano de Isaac donde llevaba la navaja - Yo...

Isaac - ¡¡Cállate!! - Me interrumpió alzando la voz momentáneamente - Soy yo, el que va a hablar ahora... Estoy cansado de escuchar a Diego hablar de ti, de lo genial que eres y lo mucho que te extraña - Hizo una breve pausa y me miró con desprecio señalándome con la navaja - No eres más que payaso, un niño rico aparecido de la nada que se cree la gran vaina.

Román - Isaac...

Isaac - QUÉ TE CALLES COÑO, NO ENTIENDES!! - Gritó y se acercó a mi blandiendo la navaja en el aire, quedando a solo un paso de distancia, bajo la voz a un tono más pausado y amenazador, cuando continuó hablando era prácticamente un susurro - Todo estaba tan bien antes de que aparecieras, Diego era mío y solo mío y las cosas van a seguir siendo así, entendiste? Ni siquiera su hermano ha logrado quitármelo para que vengas tú a pretender hacerlo.

Mientras escuchaba el discurso de Isaac fuera de sí, comprendía que esto no era simplemente un ataque de malcriadez y de celos, las cosas iban mucho más allá. Isaac estaba obsesionado y esta posesividad rayaba en lo enfermizo, me convencía con cada palabra que era preciso y urgente separar a Diego de alguien como él.