Capitulo 8 (Fiesta en la piscina sólo para dos)

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Así transcurrió el resto de la mañana, como ya no teníamos gran cosa por hacer en el liceo pasamos casi todo la hora hasta la salida en el patio. Eduardo jugaba con otros muchachos futbolito mientras yo sentado en los banquitos conversaba con Andrea quien se burlaba de mi ataque de Ira de más temprano. Al sonar el timbre salí despedido como una bala hacia el carro, quería llegar a mi casa cuanto antes.        

 
Mientras Andrea y yo estábamos esperando en el carro, veíamos a Eduardo que se despedía de Andreína a quien por suerte su madre buscaba en el colegio.              

Andrea- Debo darte la razón en algo, esa chama es demasiado mimada. A veces no entiendo como Eduardo la soporta. Aunque claro no por eso justifico tu episodio de agresividad de más temprano jajajaja.
Román – vas a seguir?? Ya dije que se me volaron los tapones un poco jaja. –le dije mientras la despeinaba y le hacía cosquillas.          

Andrea- Ayyy.. jaja … jaja dejaaame! – estábamos montados uno sobre el otro forcejeando y haciéndonos cosquillas, ni notamos cuando Eduardo abrió la puerta de atrás, nos miró algo extrañado – 

Eduardo – si quieren algo de privacidad puedo irme caminando – dijo en tono burlón y aparentemente sin darle mucha importancia al asunto –               


Andrea – Noo que te pasa? Sólo jugábamos… 

Román – Así es, listos entonces? Vaaamonos. 

Dejamos primero a Andrea en su casa, luego Eduardo se pasó al puesto del copiloto para irnos a la mía. Mis padres saldrían por su aniversario así que estaba sólo hasta entrada la madrugada. Eduardo ya le había avisado a su madre que se quedaría en mi casa y ella por supuesto no había tenido problema.         

Eduardo – Con que Andy y tú no? – Soltó como si nada mientras veía por la ventana y yo manejaba –
Román - Ehhm no… tu sabes que no. Somos sólo amigos.          
Eduardo – Claro. Eso decía yo de Andreína – volteó a verme –
Román – No vamos a hablar de la Barbie cierto? –Le dije tajante – a menos de que quieras bajarte aquí – sonreí y lo mire –               
Eduardo – Esta actitud pasivo-agresiva ya me está preocupando jajajaja. No entiendo porque te cae tan mal 
Román – Jajaja gafo, no me cae mal solo que no quiero hablar de ella en este momento.
Eduardo – Como ordene señor. De que quieres hablar?             
Román – Lo que sea, tú eliges.

Eduardo miró por la ventana de nuevo, ya casi llegábamos a mi casa.   

Eduardo – Puedo hablarte de lo que quiero hacer a penas lleguemos – mientras decía esto puso su mano en mi pierna –               
Román – Ni se te ocurra! – le dije mientras me ponía un poco nervioso –
Eduardo – Ni si quiera te he contado mis planes – Sonrió pícaramente y subió su mano un poco más, esta vez agarraba mi paquete –         
Román – Eduardo, sigue así y vamos a chocar – le dije sonrojado y con una erección que comenzaba a formarse – Y ya dije que no. Me imagino por donde van tus planes y tengo dos razones de peso como para no seguirte la corriente – Contra mi voluntad, tome su mano y la aparte de mi verga –         
Eduardo – Que malo eres. Anda! A ver, por qué no?. Estoy seguro que esas dos razones no son de peso y no voy a hacerte caso sino me convences de lo contrario – agarro mi verga de nuevo, esta vez con más ganas y comenzó a moverla –    

Ya habíamos llegado a mi casa, aparqué el carro en el estacionamiento vacío y de nuevo mire a Eduardo a la cara, quien seguía jugando con mi paquete.             

Román – Primero, creo que deberíamos parar, esta situación con tu novia de por medio es bastante incómoda, Además creo que esto se nos podría ir de las manos. Segundo – le dije mientras reía – llevas toooda la mañana jugando futbolito, estas todo sudado y debes oler a quien sabe que.        

Cuando Eduardo escucho esto comenzó a reír.               

Eduardo – No me convence. –dijo meneando la cabeza, bajo el cierre de mi pantalón metió la mano y saco mi verga del bóxer, comenzó a pajearme mientras hablaba – Mientras nos llevemos bien esto no se nos va a ir de las manos.         

Algo más que amigos (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora