Pasadas las 9:00 pm llegamos a la fiesta; nuestros amigos ya estaban allí y habían conseguido la manera de tener unos tragos en nuestra mesa, en donde por cierto Diego, uno de ellos, Alto (Casi 2 mts) y fornido, un año mayor que el resto de nosotros por estar repitiendo el curso, estaba arrasando con todo tipo de tragos y se veía ya algo mareado. Me reí al ver esto y le pregunte a una de mis amigas:
Román – Andrea, Cómo consiguieron todo esto? – Señalando la mesa donde había Ron, Coca-cola y vodka con jugo de naranja-
Andrea – Fue Diego, con ese tamaño y cuerpo aparenta los 20 y tantos jajaja.
Román – Claro! Y no quiso perder tiempo.
Nos toca acompañarlo entonces –Comentó Eduardo que escuchaba nuestra conversación- Ron o vodka muchachos?
Andrea – Vodka para mí.
Román – Ron.
Eduardo – Como ordenen jajaja – Haciendo como si fuera un mesonero-
Así fue pasando la noche y los tragos, como debíamos ir al liceo al día siguiente decidimos dormir un poco; en lo personal yo estaba bastante mareado por los tragos así que me acerque a Eduardo que estaba igual que yo por lo visto.
Román – Nos vamos? Son las 2 de la mañana.
Eduardo – Sip, te iba a decir lo mismo. Ya casi todos se están yendo.
Eduardo intentó levantarse y se tambaleó un poco.
Román – Aaaay vale, prendido ya? Jajaja
Eduardo – Algo – Parándose derecho y riendo – Bueno vamos a buscar un taxi.
Cuando nos despedimos de los que quedaban en el local y salimos a tomar un taxi, vimos a Diego sentado en la acera, se veía mucho más ebrio que nosotros así que nos acercamos.
Román – Diego, que haces allí? Estás bien?
Diego – Si, todo fino! Estoy pensando en donde esperar que amanezca.
Eduardo – Cómo así? No pretendes quedarte 4 horas en una acera o si?
Diego – No, por eso estoy pensando – Se ríe y se va un poco de lado –
Román – Por qué no te vas para tu casa?
Diego – No! Mi hermano me ladilla (Molesta) todo el tiempo con que no tome, que si soy un vago y tal. No quiero discutir hoy con él.
En eso miro a Eduardo.
Román – No podemos dejarlo aquí como esta.
Eduardo – Claro que no! Diego vamos a mi casa, en mi cuarto hay una litera, duermes en una cama y Román y yo en otra.
Diego – Tranquilos chamos, que pena con tu mamá además.
Eduardo – Que pana nada gafo, vámonos de una vez.
Lo levantamos como pudimos y lo montamos en el taxi. Diego era el equivalente a Eduardo y a mi juntos, como mencione casi dos metros además fornido por el gimnasio y trabajo por las tardes con su hermano. Aunque Eduardo y yo también íbamos al gimnasio y tampoco éramos pequeños (Aprox. 1,75 m ambos) nos costó bastante bajar a Diego del taxi cuando llegamos, entrar en la casa con el menor ruido posible y acomodarlo en la cama inferior de la litera en el cuarto de Eduardo, apenas tocó la cama comenzó a roncar.
Eduardo – Chamo! Como pesa el pana – Resoplando y secándose la frente –
Román – Si! Y él ni se entera todo lo que lo movimos. – Tratando de retomar el aire-
Eduardo – Bueno... Y qué quieres hacer ahora? – Mientras decía esto, se quitaba su camisa, quedando su torso desnudo.
Debo decir que no pude ver otra cosa por un momento: Tenía una espalda ancha, brazos bien formados y abdominales definidos, además, su color canela y el poco de sudor por el esfuerzo hacía parecer que brillaba con la luz de la noche que entraba por la ventana. En definitiva, Eduardo me atraía y mucho, desde que lo vi al llegar nuevo en el liceo y aunque trataba de no sentirme así por él, a veces me era imposible y más en circunstancias como éstas.
Román – Emm… este por qué lo dices? Dormir no?
Eduardo – Es un cuarto para las 3, estoy bastante prendido y si me duermo ahorita, no hay manera de que me despierte mañana antes de las 7 para ir a clases.
Román – Ahh, eso… Tienes razón, yo estoy igual.
Eduardo – Bueno decidido! Vamos a esperar que amanezca, así que piensa que hacer para no dormirnos jeje.
Si Eduardo hubiera sabido todas las cosas que pensé en ese momento para “no dormirnos”, no hubiera comenzado a quitarse el pantalón, para quedarse en bóxers mientras buscaba entre su ropa un short. Me senté en la cama de arriba de la litera para disimular la erección que comenzaba a tener.
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Algo más que amigos (Gay)
RomanceUna Historia que narra como la vida Román (un chico de 16 años) cambia, una vez que comienzan a relucir todos esos sentimientos que tiene por su mejor amigo, haciéndole vivir experiencias inolvidables. Advertencia: Se encuentra llena de amor pero ta...